(6)
Las discusiones sin duda son un dolor de trasero en mi camino. Sigo peleando con Demian como si me lo pidiera a gritos. A la mañana siguiente desperté con lágrimas en los ojos en el sillón, él no regresó del baño, como él dijo que lo haría.
A las seis de la mañana, como siempre se levantó a hacer su rutina diaria, pero esta vez sí lo escuche irse, ya que no pegue ni un ojo durante toda noche, ya que me sentía muy mal por haberlo tratado de esa manera.
Así que después de que él se fuera, me levanté del sillón algo entumida para caminar hacía la cocina por algo de tomar. Por otra parte las sirvientas están apenas llegando, así que están tomando algo de café y haciendo el desayuno. Por supuesto que se sorprenden al verme despierta tan temprano.
-¡Señora Volkova!-Me dice una de las mucamas más que trabajaba en esta casa.
-Hola, solo vengo por algo de jugo.-Laura como siempre está tratando que las chismosas mucamas sigan con su trabajo, mientras viste aún su pijama.
-¡Dedíquense a hacer solo su trabajo!-Las regaña mientras las hace volver a su lugar de trabajo, como si acarraría vacas a sus establos.
-¿Qué haces levantada a esta hora?-Ahora ella me pregunta realmente interesada, mientras sus ojos están algo hinchados por el hecho de que también se acaba de levantar.
-No pegue ni un ojo anoche.-Le confesé sacando algo de zumo del refrigerador mientras me siento muy cansada.
-Escuche ayer que pelearon, pero no creí que fuera algo importante.-La casa en dónde vive Laura está justo al lado de la nuestra, esa casa iba a ser para los huéspedes pero sabíamos que teníamos que tener más intimidad entre nosotros, así que ella se mudó allí.
-¿Así qué se escuchó hasta en la casa de huéspedes?-Le pregunté algo avergonzada mientras mis mejillas se enrojecen un poco. Si escucho está pelea, ¿qué más ha escuchado?
-Algo así querida, pero yo solo lo puedo escuchar, no puedo actuar.-Supongo que ella tampoco puede hacer algo entre nosotros. Pero es que ni siquiera yo puedo hacer algo, y es mi matrimonio, supongo que por eso estoy tan frustrada ahora mismo.
-No me sorprende que las mucamas hablen de nuestra relación siempre.-Sabía que lo hacían, muchas de ellas habían vendido noticias falsas a los diarios y revistas que se dedican a hablar de gente de sociedad, gente poderosa, como el mismo Demian.
-Alice.-Pronuncio mi nombre mientras peina mi cabellera rebelde.-Creo que tú y Demian necesitan arreglar sus diferencias hablando.-Sabía que trataba de ayudarme, pero eso era lo que intentaba todo el tiempo. Hablar no funcionó bien en este caso.
-Lo hice y tampoco ayudó.-Le contesté sin ánimos.-Ayer me causo mucho dolor ver a mi padre de nuevo, y saber que Demian sigue hablándole a mi madre me provoca vomito.-Le dije asqueada mientras bebía del plástico del jugo, sin que me interesara verme asquerosa.
-Lo sé pero tienes que tratar de sacar el odio de tu corazón.-Suspira profundamente.-No es bueno y como dijo Demian, tienes que perdonar a tus padres, si quieres hacerle creer que lo has perdonado a él.-Una bomba atómica explota en mí, mientras sabía que ella tenía razón. Tenía que hacerlo, sino mis palabras solo sería eso, palabras sin sentido.
-Pero es que no tengo nada que perdonarle a Demian.-Le dije de inmediato mientras me recargo en la barra de granito de la cocina, mientras miro los ojos azul profundo de Laura.
-Lo sé, pero Demian se culpa cada día por no hacer lo correcto y no solo por eso, también se siente de esa manera por lo que pasó con Calvin.- Me temía que ese fuera el caso, pero ahora veo que no soy solo yo la que piensa eso, sino que también Laura sabe que Demian se culpa por eso.
-¡No fue su culpa!-Grite molesta intentando convencer al mundo entero que no lo era, pero era solo Laura la que estaba enfrente de mí, no necesitaba decírselo al mundo, solo necesitaba que Demian creyera en él.
-No lo fue pero fue después que ustedes pelearon, es obvio que se siente culpable.–Las palabras de Laura sonaban como una cubeta de agua fría en mi cara. Tenía algo de razón, pero el odio que le tengo hacía mi madre, no se remueve ni un poco.
Después de platicar con Laura por algunas horas, decidí irme a cambiar; me duche y me puse un vestido color rojo y unos tacones altos con correas negras. Después tome una chaqueta negra que me llegaba a las rodillas y mi atuendo ya estaba listo. Me rice mi largo cabello n***o y me puse perfume para oler bien.
Y después de rizar mis pestañas largas y adornándolas con rímel, pinte mi boca de un rojo carmín.
Hoy saldría con Kyle y quería ir bien presentable. Tome una cartera color n***o, para poner mi celular y maquillaje allí, para después salir directo a la habitación de Sissi.
Como todas las mañanas Taylor, Christina y Lana, estaban con la niña. Taylor le estaba dando su biberón.
-Buenos días, señora Volkova.-Dijo Christina con educación al verme.
-Hola.-Les dije entrando rápido a la habitación y dejando mi cartera en el sillón.-Necesitó que le pongan a Sissi un buen atuendo para hoy.-Les comenté escogiendo algunos trajes que estaban en su closet, así que tome un vestido rayado color azul marino y unas mallas blancas con zapatos negros y una diadema de moño para su cabeza con algo de cabello muy negro.-Toma.-Dije dándole la ropa a Taylor para que pudiera vestirla.
Taylor le quito su pijama para después cambiarla y arreglarla, y cuando mi bebé estaba lista, la tome entre mis brazos y la arrope en su pequeña manta color rosa, que era perfecta para toda clase de clima. Está había sido un regalo de Paul Patrowky, quién compro esa fabulosa manta desde Francia, que le ayudaba a la bebé a no sentirse asfixiada.
-Quedaste guapísima.-La miró mientras sus ojos están cerrados, ya que aún tiene sueño.-¡Gracias chicas!-Tome su pequeña silla color negra con blanco y la puse en está, tapándola con pequeñas mantas blancas transparentes que venían con la silla.-Hoy saldré chicas, pueden descansar.-Les dije saliendo de la habitación y tomando mi cartera una vez más.
Después bajé las escalera con mucho cuidado, para tomar otra chaqueta color negra que estaba en el recibidor.
-¿A dónde iras tan arreglada?-Me pregunta Laura con mucho interés mientras está poniendo flores frescas por todo el lugar.
-Iré a desayunar con Kyle.-Le comenté sonriendo, mientras ella solo hizo algunas muecas. Trate de ignorarla por unos segundo, pero después su molesta e insistente mirada, me hacía sentir incomoda.-Sabes que es solo mi amigo, ¿verdad?-Pregunté con una ceja alzada, no quería que pensara que Kyle aún seguía siendo una amenaza para nuestra relación.
-Claro que si.-Me dijo sonando no muy segura con lo que parecía asegurar, pero sin duda no estaba de humor para tener un sermón de su parte.
Así que tome fuertemente a Sissi y la saque con mucha precaución. El taxi que Laura me pidió ya estaba en la entrada esperando por mí. Después de salir de la casa, subo rápidamente a él para decirle al taxista:
-Al centro por favor.-El hombre arrancó rápidamente hacía el centro, tardamos casi cuarenta minutos en llegar, ya que había mucho tránsito.
El centro por su parte estaba repleto de gente que estaban haciendo compras, mientras que a lo lejos veo el imponente edificio Volkova, que es muy llamativo por su arquitectura de primera. No puedo evitar rodar los ojos al ver lo perfecto que es, pero a casi alguna cuadras de esté, veo mi cafetería favorita, a la que Kyle y yo siempre solíamos asistir.
-Déjeme allí.-Le digo señalándole el lugar, que es una tienda de café muy vintage pintada de colores azul.
El hombre de inmediato se detuvo en dónde yo le indique.
-Treinta libras señorita.-Rápido busco en mi cartera algo de dinero, pero veo que no tengo ni un centavo. Estoy empezando a ponerme nerviosa, ¿qué hago? ¡Demonios! ¿Acaso no había aprendido la lección?
-Señor...-Dije nerviosa mientras aún sigo esperando encontrar algo dentro de mi bolso.
-¡Treinta libras!-Me grita con su imponente voz. Así que salgo rápido del taxi con mi bebé, mientras me paro enfrente del hombre muy nerviosa. ¿Qué le diré?
Pero de la nada siento que alguien me toma por la cintura. Volteo rápidamente y es Kyle, abrazándome con fuerza mientras me siento aliviada de que sea él.
-¡Kyle!-Dije como si un ángel estuviera enfrente mío, me sentía tan aliviada al verlo, que no pude evitar sonreír como una tonta.
-¡Treinta libras!-Dice el hombre gritándonos. Kyle lo mira enojado mientras interrumpe nuestro abrazó, y de la nada saca dinero de su pantalón, y se lo avienta con frialdad.-Toma.-Y después toma de mi brazo y me saca del enredo rápidamente, llevándome al café donde todo es tan cálido. El olor a café me provoca querer estar aquí siempre.
-Tengo que confesar que cuando te vi, estuve impresionado.-Dijo mientras nos acercamos a una mesa que está al lado de la ventana de la pequeña y cálida tienda de café.
-¿Por qué?-Le pregunté acomodando la silla de Sissi al lado mío, mientras que es lindo estar justamente al lado de la ventana, mientras puedo ver a la gente venir y pasar.
-Te ves linda.-Me comenta demasiado nervioso, mientras yo solo me pongo algo roja. Los dos estábamos del mismo modo; sudorosos y nerviosos, tratando de hacer que está conversación fuera normal.
-Tú también te ves bien.-Le confieso mientras la sangre se va hacía mi cara. Chaqueta de cuero n***o y unos pantalones entubados, le sientan muy bien y el olor de su colonia me hace sentir algo nerviosa, como si su colonia portará hormonas o algo así.
-Te extrañe demasiado.-Le confesé tomando su mano sobre la mesa.
-¡Oh Alice!-Su mirada era muy linda, pero no fue muy lindo lo demás que dijo.-Eres una mentirosa.
-¡Hey!-De inmediato me empecé a reír, ya que aún que lo extrañaba mucho, mi vida estaba siempre al pendiente de Demian y de la bebé, los demás ahora estaban en segundo plano.
-Sí, parece que Kyle ya no existe en el mundo Volkova.-Yo solo ruedo los ojos mientras sé que aún hay algo de resentimiento entre este par, que llevan una relación solo por mí.
-Bueno no te mentiré, el mundo Volkova me ha traído algo distraída estos días, también Sissi.-Dije algo complicada mientras que sabía que la vida de madre no era tan fácil.
-¿Está dormida?-Pregunto mirando desde su lugar hacía la silla bien tapada de la niña.
-Sí, se durmió en el taxi.-Le contesté muy enternecida de que Kyle quisiera tanto a Sissi como si fuera su propia hija.-Gracias por pagar, la verdad se me olvido el dinero en casa.-Le dije disculpándome como una idiota, mientras que el hecho de ser madre y esposa, no me ha hecho ser una persona responsable.
-Hermosa, siempre que pueda hacer algo por ti, lo haré.-Dijo guiñándome el ojo mientras yo solo me mofo algo avergonzada, mientras la sangre se acumula en mis mejillas una vez más, pero después logró controlarlo, haciendo que mis mejillas se enfriaran.
Por otra parte, Kyle pidió cafés y muffins de mora para nosotros, mientras platicamos de su gira en América que fue demasiado exitosa. Me pone de buena ver que Kyle es demasiado talentoso y que es exitoso como cantante, no podría estar más orgullosa de ser su amiga.
Después le comente a Kyle lo de mis padres y lo de Demian, él claramente se enojó al instante pero me dijo lo mismo que todos dicen:
-Tienes que perdonar a tus padres.– Yo solo ruedo los ojos algo enojada, pero veo que tiene razón. Después solo platicamos de tonterías y las risas claramente no faltaron, ya que somos los más ruidosos de la cafetería.
Las horas se pasan como el agua, y cuando menos me doy cuenta, ya son las cinco de la tarde. El día ha pasado con mucha rapidez.
-¡Ya es algo tarde!-Le comenté a Kyle algo sorprendida de que no nos hayamos dado cuenta de las horas que habíamos pasado aquí platicando sin descansar.
-Contigo los minutos se hacen horas. Y siempre tú eres como una cenicienta, corriendo de un lugar a otro.-Ahora bebé un trago de café, para después decir:
-Solo que nunca me dejas la zapatilla.-La mirada de Kyle es profunda, puedo notar algo de verdad en sus ojos. ¿Acaso él siente eso de verdad? ¿Él quiere que le deje mi zapatilla?
-Procuraré hacerlo, querido.-Tomó el último trago de mi café.-Tengo que huir, son casi las doce.-Él me mira gracioso y me dice:
-Son las cinco.-Los dos de inmediato nos reímos al hacer esa broma sombre Cenicienta. Pero de igual manera broma o no, tenía que desaparecer entre la multitud en algún momento u otro.
-Que son como las doce para esta princesa.-Le contesté de inmediato.
-Ok, pero déjame llevarte a casa.-Me pide mientras saca su cartera y llaves del auto.
-No te diré que no.-Le contesté sonriendo con alegría, ya que sería más seguro para la pequeña bebé. Así que después de pagar, salimos del lugar platicando y riendo, su Audi color n***o estaba estacionado enfrente del lugar, así que como todo un caballero me abrió la puerta del auto, tomando la silla de Sissi y poniéndola atrás, mientras un par abuelos pasan al lado del auto y dicen:
-Que bonitos jóvenes de hoy, con su bebé.-Veo que Kyle sonríe como si él fuera el padre de Sissi, mientras yo niego con la cabeza y sonrió, puedo sentir que Kyle quisiera que fuera así.
Después él entra al auto y lo prende sin dejar de sonreír. Platicamos unos minutos más, hasta que llegamos a la casa. Lo hice pasar a está porqué la verdad no quería despedirme de él, así que nos sentamos en la mesa central mientras las chicas de servicio no dejaban de suspirar y ponerse nerviosas cada vez que le servían algo, pero la mirada de Laura no era de mi agrado, ni tampoco para Kyle.
Sabía que no le agradaba mucho Kyle, así que lo vigilaba como un gato, mientras que Kyle siente la mirada de ella pero quiere evitar verse nervioso.
Algunas veces él me toma la mano y Laura lo mira o tose de repente, interrumpiendo cualquier contacto físico, sin duda me molesta que crea que soy capaz de engañar a Demian, pero trato de ignorarla y contenerme.
Así que después de algunas horas Kyle me dice:
-Ya es algo tarde, me tengo que ver a con mi productor, en algunas horas.-Yo hago una boca en forma de óvalo, demostrándole que no quería que se fuera aún, pero sabía que aquél hombre era muy importante para Kyle y su carrera.
-No puedo creer que seas famoso, en algunos días tal vez no sea de tu clase social.-Le hice un comentario gracioso, intentando que el también supiera que su vida había tomado un nuevo giro que impedía que estuviéramos juntos como amigos.
-Eso jamás.-Me dice con una sonrisa tierna.
-Lo sé.-Le contesté segura mientras nos quedamos unos segundo viéndonos, nuestras miradas se pierden en el ciberespacio pero él trata de hacer que los dos volvamos al mundo real.
-¡Alice!-Dice mi nombre con su voz masculina mientras yo sonrió como una tonta, tratando de que su voz se quede permanente granada en mí cabeza.
-¿Si?-Le contesté aún fuera de este mundo.
-La verdad es que vine a esta cita con dobles intenciones.-Yo lo miró con toda mi atención, mientras trata de explicarme lo que está pasando.-Mi vídeo musical será grabado en algunos días. La verdad he entrevistado a muchas chicas para hacer el vídeo conmigo, pero no encuentro ninguna que pueda tener la química que tú y yo tenemos.-¿Química?
-Quieres que yo sea tú chica.-Mi piel de inmediato se eriza al pronunciar tales palabras.- ¿Obvio en el video?-Aclaré nerviosa mientras raspaba mi garganta con nerviosismo.
-Sí.-Me responde con algo de gracia mientras muestra su dentadura tan blanca como unas perlas bien pulidas.
-No lo sé.-No estaba segura de poder tratar de ser actriz, ya que definitivamente no lo era.
-¡Vamos Alice! Hazlo por mi.-Me ruega como un tonto mientras me mira con esos ojos color avellana que me matan.
-Kyle, soy mama ahora.-Dije sonando como una abuela.
-¿Y eso?-Me pregunta sin entender cuál era la desventaja.
-Mi cuerpo cambio.-Le digo algo avergonzada mientras le susurró que he cambiado demasiado.
-¡No puede ser!-Dice algo frustrado-Alice, tienes el mejor cuerpo del mundo y ni siquiera parece que tuviste un bebé.-Dijo algo molesto de mi falta de confianza en mí misma.
-No lo sé, no creo que Demian esté de acuerdo.-No quería echar a perder más nuestra relación, sabía que quizás esto no sería de su agrado.
-Hablaré con él, pero Alice es tú decisión no la de Demian.-De inmediato empiezo a ver un comportamiento que Kyle antes presentaba. Era enojo hacía Demian.
-Kyle...-Trate de seguir pero él no me dejó continuar, así que incoó en el suelo y tomó mi mano, justamente como esas escenas de películas cuando alguien te pide matrimonio. No pude evitar sentirme avergonzada, mientras la mirada de Laura se tensó en unos segundo, pero a él no le importo que ella estuviera en el lugar, casi lanzando fuego por la boca.
-Alice. ¡Oh mi dulce Alice! ¿Quisieras tú hacer mi video junto a mí?-Yo de inmediato me empecé a mofar estupefacta al ver lo que está pasando. Su tono dulce me hace querer aventármele y abrazarlo con fuerza, pero yo solo me muevo en mi asiento y le digo:
-Dame dos días para pensarlo.-Él me besa la mano con mucha alegría, pero no tenía por qué hacerlo, ya que aún no decía que sí. Supongo que él piensa que podrá salirse con la suya.
-¡Eres la mejor!-Pero cuando me doy cuenta, la puerta de la entrada está abierta. La silueta imponente de un hombre con portafolio se nos haces presente. Demian está parado como una estatua mirándonos, sus ojos están llenos de enojo y furor. Quito mi mano muy nerviosa del agarre de Kyle, pero él no parece hacer nada.
-¿Amor?-Le digo sorprendida de verle de la nada en el lugar. Me sentía un poco avergonzada de que viera está situación algo inculpadora, aún que nadie había hecho nada incorrecto.
-¿Acaso arruine su momento?-Preguntó con su voz ronca y fría a la vez. Era como si el ambiente se convirtiera en el Ártico, todo se sentía frío y tenso también.