Insaciable

1821 Words
- ¡Kathe! - Susurra Kevin al mismo tiempo que da una última estocada y termina dentro mío por séptima vez. Gimo y acaricio su brazo cuando se queda estático dentro mío. Sale dentro de mí y hago una mueca, porque ahora si ha comenzado a doler un poco, pero él no se da cuenta de mi morisqueta. Son casi las cuatro de la mañana y ni siquiera hemos dormido, la cocina es un desorden total. Hemos tenido sexo en todo el apartamento, sí, en todos lados, pero fue culpa de él, quien lo manda ir al baño después de una intensa ronda o ir al comedor a apagar la música o ir a la cocina a tomar agua... Sí, estoy convencida de que fue culpa de él. Me baja de la encimera y me lleva a upa hacia la habitación. Me tira en la cama haciéndome reír y él se coloca encima de mí y pone su cabeza en mi pecho. - Eres insaciable, Kathe - Me dice y me rio acariciando su pelo. - Y eso que no me has dejado tener el control a mí, querido - Le digo y levanta la cabeza. - Jamás lo tendrás, yo mando - Me dice serio y un brillo oscuro predomina en sus ojos azules. - Si, si, lo que digas, querido, procura no quedarte dormido porque te arrepentirás - Le digo y lo saco de encima de mí para poder ir al baño. Entro al baño y parece que acabara de salir de una pelea. Mi maquillaje está corrido, mi labial esta por toda mi cara, mi cabello despeinado, pero sobre todo mis pupilas, mis pupilas están más dilatadas que de costumbre, mis mejillas rojas y el cuello marcado con la mano de Kevin. Descubrí que le gusta muchísimo agarrarme del cuello porque no solo le da placer a él, sino que a mí también y es asombroso. Intento arreglar mi maquillaje un poco, peinarme e intentar quedar decente y recuerdo que en mi bolso traía algo especialmente para Kevin. - Kev, ¿estás ahí? - Pregunto desde adentro del baño. - Si, ¿Qué paso cariño? - Me dice y escucho como se aproxima a la puerta. - ¿Puedes traerme mi bolso, por favor? - Le digo y se detiene un momento y no escucho nada. - Si, ya voy - Y lo escucho moverse otra vez por la habitación. Espero un rato hasta que me golpea la puerta y abro. Me mira de boca abierta, de arriba abajo y sonríe. - ¿Ya estas lista para el próximo round? - Pregunta y solo me río, agarro mi bolso y le cierro la puerta en la cara. Solo me arregle el maquillaje con la mano y me peine un poco con los dedos... - No seas grosera, Kathe, mi hombría te reclama - Me dice y solo me río porque cuando salga si va a querer seguir con el próximo round, pero hasta que no me ceda el control no le permitiré tocarme. [...] Sonrío y me gusta lo que veo. En mi bolso había traído un conjunto de lencería. Medias blancas que van hasta la mitad de mi muslo con una terminación en encaje, un sostén de encaje blanco y una tanga blanca con encaje al frente e hilo dental detrás. Sonrío maliciosamente y busco alguna excusa para llamar a Kevin. - Kev, ¿sigues ahí? - No me contesta, seguramente se durmió. - Kevin - Vuelvo a llamar, pero más fuerte y ni siquiera escucho pasos, nada. Ruedo los ojos y me propongo a salir, seguramente está dormido, cuando abro la puerta del baño y me dirijo a la cama, él no está, escucho unos pasos desde el pasillo y su voz. - Kathe, me estabas lla... man... do... - Dice esto deteniéndose en la entrada y mirándome con la boca abierta, me doy la vuelta y sonrío posando para él. Se ve tan sexy así como está, lleva puesto unos pantalones de pijama grises y el torso desnudo, en su mano tiene una botella de agua y creo que aún no procesa la información que ha llegado a su cerebro. - ¿Te gusta lo que vez? - Pregunto "inofensivamente" y él traga grueso y asiente con la cabeza. Me acerco a él y extiendo mi mano, acariciando todo su pecho y siento como sus músculos se tensionan, subo por su abdomen hasta su hombro y bajo lentamente por el brazo, pasando mis uñas, llego a su mano y tiro de él para que entre a la habitación y cierro la puerta. Se da la vuelta y me observa con la mandíbula tensionada, me acerco nuevamente a él y lo rodeo, sé que no se aguanta a tocarme, pero antes de que intente cualquier cosa avisaré mis reglas. - Si quieres probarme una última vez tendrás que cederme el control - Susurro en su oreja después de posicionarme detrás de él. Subo mis manos a sus hombros y bajo haciendo un poquito de presión en su espalda con mis uñas y lo escucho gemir. - Kathe, no juegues conmigo así - Susurra ronco girando su cabeza hacia un costado y mirándome por encima de su hombro. - Nadie dijo que estaba jugando, son mis reglas y si no te gustan entonces no haremos nada y te tocará sufrir solo - Susurro volviendo al frente de él y mirándolo fijamente. No dice nada y tomo eso como un "Te cedo el control por esta vez", y aprovecho, paso mis manos por todo su fuerte pecho y comienzo a descender hacia su pantalón. No dejo de mirarlo, su mirada fría y dura me está impidiendo seguir, pero sé que le va a gustar lo que sea que haga con él, aún no decido que puedo hacerle. Mi mano se desliza por adentro de su pantalón y agarro su m*****o, el cual ya está pronto para mí y para todo lo que tengo planeado hacer, por un segundo dejo de mirarlo y me arrodillo frente a él. Bajo sus preciosos pantalones y sale completamente erecto su pequeño gran amigo dejándome completamente perpleja - Esto va a ser difícil - Pienso y trago grueso. Sobre mi mano pongo un poco de saliva y coloco mi mano en su m*****o, muevo mi mano hacia arriba y abajo sujetándolo con fuerza. Quiero levantar mi cabeza y mirarlo, pero me da vergüenza y miedo a la vez de que no le esté gustando. Me armo de valor y lo miro, está con los ojos cerrados y su respiración se escucha irregular, sonrío y sigo con mi trabajo. Noto que comienza a mover sus caderas y aprieto mi agarre. Suelta un ronco gemido que me hace estremecer y continúo subiendo y bajando. Siento sequedad en mi mano entonces lo miro y aún está con los ojos cerrados, me inclino y coloco mi boca en su m*****o pasando mi lengua por su glande y escucho su respiración acelerarse. Lo miro y una abrazadora mirada se refleja en aquellos orbes que me miran con sorpresa y satisfacción. Chupo, lamo y aprieto suavemente con mi boca su m*****o. - Por Dios, Kathe - Cierra sus ojos nuevamente y yo bajo mi cabeza para centrarme en esto, giro mi lengua al rededor de la punta y se arquea, abre los ojos, los cuales despiden fuego y me mira. Agarro sus muslos y empujo hasta el fondo, él gime y toma mi cabeza para comenzar a mover sus caderas otra vez. - Kathe - Dice en un solo suspiro y lo miro, veo en él como el deseo lo está consumiendo, vuelvo hacia atrás y giro mi lengua por la punta, gime y tira de mi cabello. - Dime que llegas más que eso - Susurra y noto que aún me falta la mitad de su m*****o. Comienzo lentamente a empujarlo dentro mío y él gime y toma mi cabello con fuerza, lo saco y vuelvo a meterlo lentamente en mi boca, creando una especie de placentera locura para él. Comienzo a chupar con más rapidez y escucho como gime y suspira. Amo hacer esto, darle placer y hacerlo sufrir de la misma manera que ellos lo hacen, es asombroso. Ver a Kevin morder sus labios, gemir y tirar de mi pelo porque realmente lo está disfrutando me prende muchísimo. - Kathe, si sigues voy a correrme, detente si no quieres - Me dice y observo como está jadeando, sus ojos bien abiertos y expectantes a mi reacción me observan, bajo la mirada y continúo, dándole a entender que puede hacerlo si quiere. Agarra mi cabello con más fuerza y empuja con sus caderas. Llega a su límite y explota, gime y maldice quedándose quieto y comienza a correr por mi garganta un líquido caliente. Saco de mi boca su m*****o y lo observo, sus ojos desprenden fuego y su lasciva mirada me está consumiendo completamente, cuando sale de mi boca trago los restos que quedaron de él y me mira sorprendido. Me paro y quedo frente a él y le sonrío. Él se muerde el labio y lo llevo de la mano a la cama. Lo empujo, exactamente como él lo hizo. Su erección se ha reducido un poco, pero aún sigue estando erecto. Subo a la cama y me acomodo al lado de él y masajeo su m*****o, gruñe, pero se deja. Cuando veo que está erecto completamente, me bajo de la cama y busco uno de aquellos paquetitos que usó en la cajonera, encuentro uno y me subo a la cama viendo como me analiza y me come con la mirada, escucho su respiración irregular y rasgo el paquete viendo como sus ojos se enfocan en lo que hago. Saco el preservativo y lo coloco en su m*****o bajando lentamente por él, provocando en Kevin un ronco gemido, me subo sobre sus piernas y acomodo su m*****o en mi entrada. Abre los ojos y me mira confundido, le sonrío y lo meto de una estocada. Gime y me agarra fuertemente de las caderas. - Por Dios Kathe, ¿tú no descansas? - Niego con la cabeza y vuelvo a subir para bajar fuertemente sobre él. - Mierda, eres insaciable mujer, pero déjame a mí tener el control - Sonrío y niego. - Ya lo tuviste mucho rato, ahora me toca a mí y vas a tener que acostumbrarte, prometo que será divertido - Me mira desconfiado y subo y vuelvo a bajar con fuerza, gruñe y cierra los ojos. - Está bien, está bien, pero deja de hacer eso que me vas a hacer correr y sé bien que no quieres eso aún - Me susurra casi sin aliento y vuelvo a subir para bajar con fuerza, abre los ojos y frunce el ceño. - ¿No que tu hombría me reclamaba?, aguántate ahora - Respondo y doy comienzo al último round de la noche.
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