Festividad

1785 Words
Después de la intensa noche en la que no deje que Kevin me tocara y le provoque casi 10 espasmos antes de que se corriera, estoy aquí, a su lado, escuchando sus ronquidos y viendo que duerme como oso. Creo que fue mucho ejercicio por una noche y por lo que veo le gustó ceder el control, lo suficiente como para que no me quiera soltar, me tiene agarrada de la cintura, pegada a él y sus piernas se entrelazan con las mías. Son las 9 de la mañana y como hoy es día festivo no trabajamos. Me remueve tratando de soltarme, porque necesito ir al baño, pero Kevin me tiene aprisionada entre sus brazos y no sé cuanto tiempo pueda aguantar. - Kevin, suéltame, tengo que ir al baño - Le susurro y lo único que hace es gruñir para después apretarme contra él más fuerte. Me quejo e intento moverme. - Quédate quieta - Me dice en un tono ronco y tan rudo que me estremece y me quedo inmóvil de inmediato, pero me enoja el hecho de que no me suelte y le pego en la mano, entonces suspira y escucho como se mueve en la cama quitando su brazo de mí. Cuidadosamente giro mi cabeza, lo miro y se dio vuelta para el otro lado. Me levanto de la cama y voy sigilosamente al baño, ni siquiera me miro en el espejo porque sé lo que debo de ser. Sigo hacia la bañera y abro la ducha dejando que el agua fría toque mi cuerpo, la sensación es tan agradable que suspiro varias veces dejando que mi cuerpo se adapte. Cierro mis ojos, me dejo llevar y aparece, aparece esa viva escena en mi mente, cada vez que cierro mis ojos vuelve a atormentarme. Flashback - Kathe, ven, vamos al supermercado - Dice él mientras juego con mis muñecas. - Si tata, vamos - Respondo alegremente dejando aquellas muñecas en el suelo. Corro hacia mi tata y le sonrío tomando su gran mano para salir a la calle. - Kathe, no olvides que te amo - Me dice y mi corazón se llena por completo, sé que él no es sentimental con nadie, pero conmigo siempre hace excepciones a todo. - Yo también tata y mucho más, de aquí a la luna - Le digo y salto mientras voy caminando, él solo sonríe y cruzamos la calle. La noche está un poco transcurrida y eso me alegra, siempre supe que este barrio era peligroso y es mejor que haya mucha gente. Mamá nunca me deja salir sola y de noche menos. Fuimos hasta la esquina de casa, solo faltaba cruzar la calle y aparecieron dos señores y uno de ellos le preguntó la hora a mi tata. - ¿Puede decirme la hora? - Dice el hombre encapuchado y mi tata aprieta mi mano haciéndome esconder detrás de él. - Sí, faltan 15 para las 10 - Dice mi tata seriamente y observo que aquel señor encapuchado me mira, yo me escondo entre las piernas de mi tata y regresa su mirada al frente. - Gracias, don Roberto - Dice y se marcha. Fin del flashback Se dice que los abuelos son esas personas tan sabias y llenas de paciencia que juegan un papel único y vital en nuestra vida, son los que de cierta forma nos transmiten sabiduría, experiencia, cariño, estabilidad y un sinfín de cosas más, pero el beneficio no es solo para nosotros o los niños, sino que es un beneficio mutuo porque los abuelos también se favorecen como la imaginación y las emociones de los niños. Los abuelos siempre fueron reconocidos como pilar importante en una familia y mi abuelo sin duda que lo fue. Aún recuerdo como luego de eso aparecieron dos personas más y lo asesinaron, a sangre fría. No tuvieron piedad, no tuvieron misericordia de que él estaba conmigo y yo era una niña, jamás los volví a ver, jamás supe nada de ellos y espero nunca cruzarlos porque ese será su fin. Después de años hoy mi interrogante es ¿Cómo es que ese sujeto sabía el nombre de mi abuelo?. Abro mis ojos y escucho la lluvia caer y golpear sobre mi cuerpo, noto que a pesar de haber tenido una fantástica noche con Kevin mis ánimos son otros. Quizás hoy deba de ir a casa, descansar y olvidar todo este asunto y todo este enredo. Mientras me enjabono escucho la puerta del baño abrirse. - ¿Kathe? - Habla Kevin y yo corro un segundo la cortina del baño y él sonríe cuando me ve, pasa y cierra la puerta, yo vuelvo a lo mío y noto a Kevin acercarse a la bañera, está completamente desnudo y realmente lo deseo y quiero que me tome aquí y ahora, pero mi dolor en el pasado puede más. Entra detrás de mí y comienza a quejarse. Creo que es porque está el agua fría o porque está toda rasguñada su espalda y le arde cuando el agua lo toca. - ¿Cómo estás? - Me pregunta Kevin abrazándome por detrás y lo único que hago es suspirar y quebrarme completamente en mil pedazos. Kevin me da la vuelta y me abraza. Lloro con fuerza, saco todo lo que hace tiempo había guardado y me abro con él porque con Kevin me siento segura, con él me siento como si mi torre estuviera completamente cubierta y recubierta por una fortaleza, él es mi ruta de escape, con él puedo llorar, puedo estar bien, puedo discutir y jamás se va a alejar de mí, jamás va a enojarse, Kevin es mi mayor protector y el miedo más grande que tengo. Si el día de mañana él o Liliana desaparecen sería mi fin, porque sería yo contra el mundo y estoy segura de que el mundo me comería, no soy tan fuerte como parezco ser... - Ya pequeña, todo estará bien, estoy para ti pase lo que pase - Me susurra y continúa acariciando mi pelo con una de sus manos. Con su otra mano traza círculos en toda mi espalda. Abro los ojos y me aparto de él, me mira y veo en sus ojos preocupación, veo dolor y rabia de no poder ayudarme, pero también veo una pizca de ¿Amor?. Lo sabe ocultar bien, lo oculta detrás de sus pupilas y como si fuera un delito pestañea y lo hace desaparecer. Frunzo las cejas y él nota mi incomodidad con respecto a eso y cierra los ojos un momento, suspira y abre los ojos. Sonrío porque ahora si veo ese sentimiento a flor de piel y me duele no poder sentir lo mismo que él. Kevin siempre me gusto, siempre admiré su belleza, su inteligencia, deseaba a este hombre, secretamente lo deseaba para mí y para nadie más, pero no siento amor por él, no siento amor por nadie, las veces que he llevado hombres a casa solo los uso por un rato y los desecho, no me interesa el amor, no quiero al amor en mi vida, después de aquella tragedia, el amor para mí se convirtió en un pequeño sentimiento que te destruye lentamente hasta que te consume completamente. No lo amo, lo deseo, lo quiero, pero no puedo amarlo a fuerza y como si me hubiera leído la mente suspira y me toma de las manos. - Sé que no me amas y sé bien que no quieres tener en tu corazón un espacio para el amor, pero permíteme quedarme a tu lado, puedo ayudarte en tus días malos, animarte y darte el mejor sexo que nadie pudo haberte dado jamás - Me dice y con esa última oración sonrío. Podría con el tiempo llegar a amarlo de verdad y formar algo serio con él, no dudo de que me ama, dudo de que yo pueda amar a alguien después de que yo misma me encargué por años de abrir una herida en aquel recuerdo del pasado, haciéndome creer que jamás iba a permitir que alguien llegara con amor otra vez, porque el amor lástima y mucho. Después de mirarlo por un buen rato sonrío y le contesto. - Kev, no quiero dañarte, ¿Estás seguro de lo que me estás pidiendo? - Pregunto y él asiente. - Sé en lo que me estoy metiendo. Además el día que encuentres a alguien que realmente te ame o tú a él yo me apartaré de tu camino, pero mientras déjame quedarme a mí - Responde y le hago muecas de asco, nunca voy a encontrar a alguien porque no quiero perder el tiempo en algo tonto que seguramente al final me lastime. - Cariño, nunca voy a encontrar a nadie, no quiero perder tempo en eso, es algo idiota enamorarse, el amor te arrebata todo y la vida también - Suspiro cansada de todo y agacho la cabeza. Aún no le he contestado lo que me dijo, lo miro y sonrío, él me observa confundido. - Está bien, mientras no haya nadie a quien yo "ame", y mientras no "encuentre" a nadie, puedes acompañarme en lo que resta de camino - Respondo y veo como su sonrisa se ensancha y me abraza fuerte. - Gracias, no te vas a arrepentir pequeña - Me susurra al oído y se separa para darme un beso, de esos que te dejan sin aliento y con ganas de más. - Kev, no hagas eso - Respondo y él me mira confundido. - ¿Qué hice? - Me suelta y me mira de arriba abajo. - Me tientas, me besas dejándome con ganas de más y sé que no me vas a dar más, así que no hagas eso - Respondo molesta y una sonrisa se asoma por sus labios. - ¿Quieres más? - Pregunta con un tono de voz más sexy y niego con mi cabeza repetidas veces. - Hoy está la fiesta de las lámparas aerostáticas y no quiero caminar como si estuviera coja - Respondo y larga la carcajada. - Si, lo supuse, me tienes miedo a mí y a mi amigo - Dice con altivez y lo miro seriamente. En un descuido tiro de su preciosa hombría y gime. - Miedo a las arañas, a ti jamás te tendría miedo - Respondo soltándolo y saliendo de la ducha. Tomo una toalla y me seco mientras escucho como Kevin maldice por lo bajo. - No puedes provocarme de esa manera, al menos haz algo con él, mira lo que hiciste - Me dice señalando a su m*****o erecto, solo sonrío y salgo del baño cerrando la puerta. Hoy le tocará usar su mano, tengo que llegar en óptimas condiciones a la fiesta.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD