A las nueve y media estamos entrando en Oak. Uno de los Night-clubs más exclusivos de Nueva York.
Éramos siete mujeres. Maddison, Victoria, Amatista, una amiga de estás llamada Natasha y Malena, la esposa de Ian, Fanny y yo.
Somos llevadas a la parte de reservados. Cada una luce bien esta noche. En definitiva, sacamos a la leona a pasear.
Mi vestido es plateado hasta la mitad de mis muslos, sin espalda y escote en V, se sostenía por un pequeño broche detrás de mi cuello, mis sandalias eran sencillas en n***o de multiplique correas y el cabello estaba suelto con un look aleonado.
Derek no estaba muy feliz al ver lo que traería al club.
Sonrió al recordar su expresión cuando me vio una vez termine de alistarme.
—Ya que no puedo tomar está noche, bailaré hasta que los pies me sangren
