LUKAS Estoy harto de todo este teatro, esa maldita mocosa se atrevió a tirarme como carne de cañón a su amiga, esto es demasiado para mí, creo que dejaré pasar esta oportunidad y buscaré otra opción, esta chica no es para mí. Al llegar al hotel me sentí frustrado y de muy mal humor, porque me imaginé que iba prosperando en la relación con ella, pero al parecer no es como yo pensaba. —Señor, tiene una llamada. —No estoy para nadie en este momento. —Me quito la camisa y la tiro al suelo. —Es el señor, Naranjo. —¿Qué? ¡Pásamelo! —Me entrega el teléfono— ¡Halo! —Buenas noches, señor, Weber. —En que le puedo ayudar. —Solamente agradecerle los detalles que ha tenido para con mi hija. Ella empieza a tener sentimientos por usted. —¿Qué dice? —Al menos tengo la tranquilidad de que ella

