Lukas ha notado que su esposa ha mejorado mucho en cuanto a la sumisión, un mes ha transcurrido y ella es más obediente, pocas veces habla, la ha probado de todas las maneras posibles, en cuanto al acto s****l está satisfecho porque ella es más cooperativa. Ha decidido darle un poco de libertad en la casa.
—Señora, buenos días.
—Buenos días, Dionisia.
—Va a bajar, a desayunar, o se lo subo aquí.
—¿Puedo bajar?
—Si, el señor me dijo que le dijera que puede recorrer la casa si lo desea.
—Entonces me arreglo y bajo. —La sirvienta, sale del dormitorio. Natasha, por fin, está viendo frutos, eso de fingir no va con ella, pero en la situación que se encuentra no le ha quedado de otra que ser más tolerante. —Por fin tengo un poco más de libertad, tengo que revisar cada rincón de esta casa y
