Love Yourself

-Uno, dos , tres-…-La canción “Gara Gara” de Big bang resonaba por toda la mansión Kim y con ello, un pelinegro muy joven y con enérgicos movimientos danzaba a gusto por todo el living de su espaciosa mansión- Cada vez que una música sonaba en cualquier lugar cerca de Kim Alex, un chico de catorce años bajo en estatura, cuerpo bien cuidado y marcado a pesar de su corta edad él bailaba… sencillamente bailaba y era algo inexplicable, el solo hacia lo que su cuerpo le pedía a gritos. El ritmo fuera cual fuera se apoderaba de él haciéndolo olvidar de los problema y disgustos que tuviera y podríamos pensar ¿Qué tipo de problemas podía tener un jovencito a esa edad? Pues les sorprendería saberlos y más que todo la frustración debido a como se oponen a sus sueños. Él creía plenamente que podía transmitir lo que sentía por medio del baile. -¡Apaga esa música!-…-Su padre hizo presencia-…-Ya deja de bailar Alex, todo el día en esa mierda-…-El menor fue corriendo a apagar la música pero su padre fue mas rápido y sacó el disco del equipo-…-¿Crees que esto te servirá de algo?- Los ojos de Álex se cristalizaron por los gritos severos de su padre haciendo que de estos empezaran a brotar lagrimas cuando su padre partió en dos el disco de su grupo favorito. Había sido muy difícil comprarlo sin que su progenitor lo notara y ahora ya no quedaba nada más que un par de pedazos. -Ya te he dicho que no me gusta que bailes-…-El señor Kim suspiró pesado-…--Ya no sé cómo hacértelo entender, ya estás grande, ya comprendes lo que te digo y aún así haces todo lo contrario ¿Cuál es la manía tuya de desobedecerme?- ¿manía? No había ninguna, solo un inocente y puro sentimiento de plenitud cuando su cuerpo danza. A Kim Jung Hwa le dolía ver que su hijo lloraba pero es que debía entender que eso del baile está mal, eso no le ayudaría en nada para su futuro. Su hijo debía ser un abogado exitoso como así lo quiere el. -Pe-pero yo quiero ser bailarín, papá-…-Dijo secándose las lagrimas con el borde de su camisa- -¡He dicho que No Alex!-…-Elevó mas la voz y Alex dio un salto-…-Y es mi ultima palabra, No quiero enterarme que has bailado de nuevo. Sécate las lagrimas y deja la sala como estaba- El living tenia todos los sillones y muebles a un lado. Alex hacia eso cuando bailaba porque necesitaba espacio. -¡¿Entendido?! -Si-…--Asiente con un dolorosa opresión en su pecho.- -Bueno, debo irme al trabajo ahora.- -Pero hoy es sábado-…--Y los sábados su padre no debería estar yendo a trabajar, al menos no en las tardes.- -Debo atender un cliente.-- -Ahm.-…-Entendió la situación cabizbajo.- -Nos vemos mas tarde y recuerda en lo que quedamos- Alex asintió triste. -Buenas noches hijo-…-El señor Kim se despidió de su único hijo y se fue a su habitación dejando a Alex “dormido” Alex se había hecho el dormido, luego agarro su teléfono y audífonos para salir de su cuarto por la ventana. Agradecía el que la ventana no estuviera muy lejos del suelo, de otra forma, la caída seria catastrófica y extremadamente dolorosa. Fue como si fuera el agente 007 hasta su meta: El garaje. Desde que su padre no lo dejaba bailar Alex lo hace a escondidas en el garaje todas las noches. No tenia movimientos perfectos, ni unas líneas limpias pero para ser el solo, viendo tutoriales en Internet, y sin profesor estaba muy bien, más que bien a decir verdad. -Cadera, brazo, pierna.-…-Contaba para poner en marcha su ejercicio de coordinación mientras se miraba en un pequeño espejo que tenían allí desde hace tiempo.— Amaba bailar desde que tenía uso de razón pero su padre no se lo permitía. Él creía que era una perdida de tiempo que Alex tenía que hacer cosas provechosas para su edad, su crecimiento y futuro. Pero a Alex le hacía feliz bailar ¿Qué si se lo explicó a su padre? ¡Ufs! Muchas veces, de hecho ha perdido la cuenta de todas las veces que le expresó su amor por la danza y este simplemente lo ignoraba. También había perdido la cuenta de la veces que lo ha encontrado bailando escondido y pues … todo terminaba con gritos y un Alex castigado. Ha sido muy difícil para él bailar y mantener la situación dónde tiene que esconderse para que no le prohíban sentirse libre. -Otra vez, cadera, brazo, pierna.-…-Lo repite porque no le estaba saliendo bien un simple ejercicio de coordinación.— La cuestión aquí era que no podía concentrarse debido a que las palabras de su padre seguían resonando en su cabeza. “Es una perdida de tiempo” “esa estupidez del baile no te servirá para nada ¡Despierta de una vez hijo! Ya no eres un niño al que le tengo que explicar las cosas con dibujitos. Eres un adolescente” “Esa cosa del baile es para vagos buenos para nada. Tu no eres así, eres mejor que eso” “Olvídate de toda esa mierda de bailar” --No lo haré, no lo haré.-…-Repite mirándose en el espejo- Tal vez no crea que es brillante ni destaque mucho, tampoco es como que se considere bonito y menos atractivo pero eso nunca fue importante cuando su meta y motor era bailar. Aún si su severo padre se lo prohibía Alex debía seguir haciendo lo que le apasionaba. ¿Amores de niñez o juventud? Nada que ver ¿Salidas con amigos? Tampoco; su vida se resumía en sacar buenas notas y esconderse para bailar, nada más. A pesar de poner todo su empeño en hacerlo y saber que no es un asco con dos pies izquierdos, Alex sabe que podría hacerlo mejor, sin embargo no puede hacerlo porque tiene a su padre todo el día marcando presión encima suyo, vigilándolo y sin dejarlo que se relacione con más personas porque según el pueden ser una “mala influencia” Alex sabe que puede ser mejor en el baile pero sin un guía no puede avanzar como debería. Pero lo que el pequeño Alex no sabía es que dentro de un tiempo tendría al mejor profesor de todos. . . . 3 años mas tarde…. -¡Alex, ya se te hace tarde!- -¡Voy!-...-El joven pelinegro baja las escaleras uniformado, con su mochila en su espalda como cuan típico estudiante de secundaria.--…--Estaba arreglando mis libros dentro de la mochila pero ya estoy listo.-- -Lo siento hijo, ya es muy tarde para llevarte-…-No es como si su padre se interesara en llevarlo a clases, pero como padre que era debe encarar el rol-…-Salomón te llevara. Estudia mucho para que algún día seas un gran abogado. Adiós- Se fue dejando al menor parado en el pasillo sin ni siquiera darle tiempo para hablar. El joven cogió una manzana y la colocó en su boca mordiendo una pequeña parte de la misma, no le iba a dar tiempo de desayunar unas ricas tostadas con huevos revueltos y tocino pero la manzana no estaba tan mal después de todo ¿Desayuno de campeones verdad? Cerró la puerta saliendo de la casa. O “Cárcel” como él le decía. Salomón Ascanio, chofer de los Kim esperaba al menor de la familia en el auto, completamente acicalado y preparado para echar el auto a andar. -¡Buenos días joven Kim!-…-Saludó el chófer haciendo una leve reverencia- -El joven está de más, Salomón-…-Habló sacándose la manzana de su boca dejando solo un pedazo degustando el jugo dulce de la fruta en su paladar-…-Solo Alex- -Eres mi jefe después de todo, debo tratarte como tal-…-Abrió la puerta de atrás para que Alex se montara- Pero Alex ignoró su movimiento abriendo por si mismo la puerta del copiloto adentrándose en la camioneta color n***o. -Quedamos en que dejarías tanta formalidad a un lado- -Pero si tu padre me escuchara llamándote así me… -Mi padre no esta-…-Dijo serio-…-Somos amigos, hablar así es hostigoso, cuando eres formal pareces un robot-…-Dio otra mordida a la manzana-…-Ño mi trates como shi no mi conoshieras-…-habló con la boca llena- -No hables con la boca llena-…-intento ponerse serio, pero sentía unas enormes ganas de soltar una carcajada por las mejillas de su amigo-…-Pareces ardilla- Alex mordió más y más la manzana hasta casi terminarla, la mastico un poco y abrió la boca burlón hacia el mayor dejando ver los añicos de manzana con saliva que estaban en su boca, dándole a saber que no le importaba lo que piense. -Que asco-…-Salomón puso su mano en la cara de Alex alejándola con pavor-…-Mejor vámonos o vas a llegar tarde a clases y me dieron órdenes estrictas de hacerte llegar temprano.- Salomón encendió el motor del auto y echó el auto a andar. Salomón Ascanio tenía dos años siendo el chófer de la familia Kim; es alto, cabello castaño que siempre lo lleva muy corto, ojos cafés, nariz gruesa y boca mediana, por supuesto que al ser un chófer y tener experiencia como guardaespaldas Salomón tiene un cuerpo fornido, muy musculoso que con solo mirarlo los malhechores correrían de miedo. Pero su apariencia de matón eran todo lo contrario a lo que era en su interior porque es un tipo muy genial y a Alex se le hizo muy fácil hacerse amigo de ese hombre. Al menos tiene un amigo en casa. Alex sacó de su mochila su cuaderno de apuntes para asegurarse de que no se había olvidado de algo. --Siempre tienes esa manía.— --¿Cuál manía?--…--Pregunta con el cuaderno en sus manos.- --De que una vez dentro del auto comienzas a revisar tu cuaderno . Pero siempre es en vano porque te das cuenta de que traes todo, no se te quedó nada en casa y terminas guardándolo.— -¿Eres muy observador eh? Ni yo mismo me había dado cuenta.- -Pues son las ventajas de un chófer.- Al terminar de decir eso Alex sonríe y de verdad se da cuenta de que no le falta nada y es ahí cuando guarda su cuaderno se da cuenta de que Salomón tenía razón. Bueno, solo le gusta ser precavido y tener todo bajo control, si tiene un mala nota por no entregar algún trabajo su padre se molestaría mucho y no quiere hacerlo enojar. El auto se detiene frente un semáforo y Alex mira por la ventana a los artistas callejeros. -Bailan bien ¿no crees?-…-Dijo Salomón mientras el semáforo estaba en rojo- -Si-…-Alex miraba hipnotizado como aquellos chicos que bailaban en el paso peatonal, un estilo que estaba seguro era Hip-hop.- La luz cambio a verde y con ello, el transcurso de Salomón y Alex al instituto siguió su curso. Alex al arrancar el auto quedo apegado a la ventana viendo todo pasar ante sus ojos. Al igual que un chico con calentador n***o, franela blanca y gorra del mismo color. Haciendo contacto visual al poner en marcha el auto, es como si el tiempo hubiera transcurrido en cámara lenta cuando ambos se miraron desde la lejanía Alex estaba seguro que el tiempo se había detenido en total contacto visual con el bailarín callejero del paso peatonal Día siguiente: Alex como todos los días alisto sus cosas aunque no tenia intención de ir al instituto. No había desayunado y su padre había salido temprano. No guardo libros ni cuadernos, su mochila estaba completamente vacía (solo con otro tipo de ropa que había guardado). Era ligera, completamente deportiva que constaba de: Una pantaloneta negra hasta un poco mas arriba de las rodillas, una camisa negra manga corta con detalles celeste, una gorra blanca y sus tenis negros con cordones blancos. Salió de casa (vestido con su respectivo uniforme), divisando a lo lejos a Salomón (Como todos los días). ¿Acaso no tenia vida propia? ¿novia? ¿familia? ¿amigos? (aparte de él) ¿perro? ¿vecinos? ¿Ex? ¿algún tipo de pasatiempo? ¿Nada? Al parecer no, pues nunca abandonaba su puesto de trabajo ni siquiera los fines de semana o días feriados puesto a que si su padre necesitaba salir o algo parecido… Lo llamaba y fuera donde fuera que estuviera el venia de inmediato sin quejarse si era día libre. ¿No se cansaba o que? Alex no entendía la ideología de Salomón pero no le comentaba nada puesto que, al mayor parecía gustarle su trabajo. Pero no lo negaría; le gustaba tenerlo cerca ya que era su único amigo. Salomón estaba recostado de la camioneta leyendo el periódico. -Oh, Alex-…-El nombrado sonrió, No le había dicho “joven”-…-¿Ya nos vamos?- El menor asintió. -Si, vamos-. Salomón no se digno tan siquiera en abrirle la puerta porque Alex siempre lo hacía por si solo. (…) -¡Para el auto!-…-Alex interrumpió el transcurso- -Pero estamos lejos del instituto- -Solo déjame aquí- -Debes ir a estudiar-…-El auto paró y tras ello Alex ya estaba fuera con la mochila puesta en un su hombro derecho- -Nada de esto a mi padre, es una orden-…-Le dedico una mirada amenazante- **Con estos amigos ¿para que quiero enemigos?**. Pensó Salomón. Alex camino dos cuadras antes de llegar al paso peatonal donde había visto bailar esos chicos ayer pero debía quitarse ese ridículo uniforme de instituto. Entró a un restaurante para cambiarse la ropa. Al estar listo salió yendo a la acera izquierda donde estaba el paso peatonal. Vio a los mismos chicos bailar justamente como los había visto ayer. Eran asombrosos. Se recostó de la pared de una tienda (que estaba cerrada) y miro con mas atención pero de pronto llagaron otro grupo de chicos y todos comenzaron a discutir y darse empujones muy salvajes unos con otros. De repente escucho una patrulla y todos corrieron desbocados por todos lados. Hasta Alex. De repente choco con otro chico mas alto y fuerte que lo hizo caer de nalgas al suelo. Sobo su cabeza con la gorra aún puesta. Aquel causante de su caída lo agarro del brazo levantándolo de un jalón bruscamente. -¡Corre!-…-El pelinegro corría al ritmo de aquel contrario- Lograron esconderse en un callejón, ambos se pusieron tras un tanque de basura. -Shhhhh-…-El mas alto de los dos tapo la boca del pelinegro con la palma de su mano- Alex estaba nervioso, preocupado, angustiado… No había ido al colegio ¿Y si lo agarraba la policía? Su padre no estaría para nada feliz de encontrarlo encerrado en una estación de policía cuando debería estar en clases. Ya todo estaba mas calmado, no se escuchaba alboroto ni nada de escandalo. Se pusieron de pie sacudiendo sus prendas. -Disculpa por eso-…-Movió su gorro verde pasándolo por detrás de sus orejas-…-Me llamo Jung Min-ki pero puedes decirme Maki.-- Ohhh con diminutivos y todo. -Alex, pero dime Alex- El mas alto coloco cara de póker. Peñisco una de las gorditas mejillas de Alex. -¡Auchs!-…--Se quejó-…-No hagas eso, somos desconocidos.- -Mejor vámonos, creo que ya no están-…-Se refería a los policías- Alex se mantenía detrás de aquel chico. El de gorro verde se asomo y cuando se dio cuenta que no habían moros en la costa… Salió estirando su cuerpo por completo descargando la pereza. -¡Alto ahí!-…-Dos chicas aparecieron apuntándolos con sus armas sorprendiéndolos- **Es mi fin**…Pensó Alex. Ambos chicos alzaron las manos. -¡Usted!-…-Se refirió a Alex-…-Manos sobre la pared-…-Al pelinegro no le quedo de otra que obedecer melancólicamente. Por su cabeza ya pasaban todos los escenarios donde su padre lo encerraba de por vida en su habitación. No era nada bonito.- Aquella chica bajó su arma procediendo a revisar el cuerpo del menor. -Oh vamos, solo pasábamos por aquí, no creo que esté prohibido caminar-…-Seguía con sus manos levantadas- Ninguna de ellas respondió. -Identificación-…-Min-ki rebusco entre uno de los bolsillos de su pantalón sacando la suya entregándosela- Maki miraba de reojo a aquella chica como “revisaba” al otro chico pero mas que revisar estaba era ¡toqueteándolo! **Pervertida**. La otra termino de revisar su identificación asegurándose que estaba todo bien para devolvérsela. Después fue donde estaba Alex. -Identificación-…-Alex trago duro- Maki noto su nerviosismo. -Señorita policía…-…-Le llama con cautela- -No estoy hablando con usted- -Ufffffsssss que genio-…-Rechino sus labios-…-Solo quería decirle que a mi chico le robaron su billetera hace un rato donde tenia su documentación- **¿Su chico? .. espera ¿Qué acaba de decir?** -¿Es eso cierto, joven?- Alex asintió mas rápido que perrito de camioneta. -Si, es así, y como veo que no tienen ningún material ilícito… pueden irse pero con una condición-. --¿C-cual?- -Si no se besan no creeré que son novios, de la forma contraria me llevare al chico con nosotras hasta que contactemos a sus padres- A Alex casi se le escapa el alma. -Eso es abuso de autoridad-…-Interfirió Alex- -Y no traer identificación contigo ¿es algo que debo dejar pasar por alto?- Alex iba a seguir hablando pero se metió Maki -Ya, ya .. esta bien-…-El castaño fue hasta donde estaba el pelinegro colocando su mano en la nuca de este haciéndolo hacia adelante pegando sus labios con los de Alex- Alex abrió sus ojos a tope… ¿un chico lo estaba besando? ¡UN CHICO LO ESTABA BESANDO! Maki se separo del pelinegro dándole una mirada coqueta y una sonrisa ladina sexy. -¿Ya podemos irnos?- -Si-…-dijeron al unísono- Maki acomodo su gorro, estrecho una de sus manos con la de Alex y caminó con este asando por el lado de las policías. -Bye-…-Se despide de aquellas dos policías. Todavía seguía agarrado de la mano con Alex- Alex las miro y no pudo evitar sonrojarse. Estaban lo suficientemente lejos y de esa forma pudieron separar sus manos. -Ufffsss, eso estuvo cerca-…--Quitó una gota imaginaria de sudor de su frente- -Si-…-Dijo con una sonrisita avergonzada- -Bueno pequeño, debo irme-. -¡Espera!-…-Alex lo cogió del brazo-. -¿Qué ocurre?-…-Maki frunce el ceño- -Me ayudas, dices que soy tu novio, luego me besas ¿y te vas?- -Solo estábamos actuando para salir de apuros- *maldito estúpido* -Tu estabas con aquel grupo de chicos que bailaban en el semáforo ¿verdad?- -Eso no te incumbe- -Respóndeme por favor-…-Ahora Alex se comportaba tranquilo y sumiso- -Si- -¡Enserio!-…-Rio complacido- -Si y ya suéltame-…-Se zafo de su agarre para seguir su camino- -Quiero entrar-…-Alex lo seguía de cerca- -¿Adonde?-…-Pregunto irritado- -Donde sea que bailen, llévame- -Jjajajaajajaja si claro-…-Se burla- -No te burles, hablo enserio-…-Seguía siguiéndole los pasos- -No me burlo, solo que no te llevaré- Alex se detuvo. -¡Policías! ¡Policiassss!-…-Gritaba con fuerza- -Cállate-…-Tapo su boca-…-Esta bien, esta bien te llevaré pero te quiero advertir que no duraras ni un día ahí- Alex aparto la mano de Min-ki. -Eso dices- Se miraron tan de cerca, sus narices rosaban. Uno sentía el aliento del otro, sus respiraciones se mezclaban. -Eres un bebé-…--Dijo de repente con una sonrisa burlesca.- -Y tu viejo, ¿Qué edad tienes?- -Veinticuatro- A Alex casi le da un infarto . -¿Y tú, be-bé?-…-Apretó sus mejillas con la mayor confianza del mundo como si se conocieran de toda la vida ¿Este tipo es muy confianzudo no?- -Dieciocho- Alex tenia diecisiete. Había mentido. Esa mentira pueda que le cueste luego. Alex caminaba tras Min-ki. El menor nunca había circulado por esta zona de la ciudad. Todo era tenebroso y sombrío. Tenia miedo. -¿D-donde estamos?-...-El pelinegro se acercaba cada vez mas al mayor- -Solo sígueme y no te separes de mi- Alex obedeció.