El día siguiente 3:00 am… Los hombres de Ivan en horas de la madrugada, buscaban a Rosa María por todas las partes cercanas en donde estaba estacionado el auto de Amanda, pero no lograron dar con ella. Fueron hasta la estación de policías, pero para suerte de la pelinegra, el hombre no dio su brazo a torcer y no le dijo absolutamente nada a esos hombres a pesar de sus amenazas. —Caballeros, deben de respetarme un poco porque soy la autoridad. No entiendo la falta de respeto que tienen hacia mí. —Tenemos el presentimiento de que esa mujer vino para acá. Si usted nos miente se la verá con el jefe de policías y con nuestro señor Ivan. —Mmmm se que Ivan se cree el dueño de toda la ciudad pero… la verdad no he visto a ninguna mujer. Si ustedes son tan poderosos pues búsquenla ustedes a mi

