El día anterior… Resulta y acontece, que la noche del cumpleaños número cien de la abuela, Gertrudis se acercó a ella y le dijo lo siguiente: —Mi señora, aquí tiene otro regalo, viene en esta caja pequeña. Y al parecer por el paquete creo que es de la niña Rosa. —¿Por qué? ¡a ver dame la caja! —comentó la abuela muy contenta. —Miré, la cajita trae una calcomanía de una Rosa, me pareció interesante y por eso aparté ese regalo de los demás, creo que ese es de Rosa. La abuela de inmediato, como una niña con juguete nuevo, muy emocionada abrió aquella caja y efectivamente pudo corroborar que era de ella. En aquella cajita decía el nombre de la nueva tienda de la morena y a su vez, tenía una pequeña carta con la letra de la morena deseándole feliz cumpleaños. La abuela se emocionó mucho,

