Leithan Malraux siempre fue un hombre inteligente y astuto, pero su inteligencia era una doble espada que cortaba en direcciones insospechadas. Nacido en una cuna de oro, su infancia estuvo marcada por lujos y opulencias. Sus padres, siempre ansiosos por complacerlo, le dieron todo lo que deseaba, sin cuestionar sus caprichos. Desde muy joven, Leithan aprendió a manipular a su entorno, disfrutando de ejercer control sobre sus amigos, familiares y cualquier persona que se cruzara en su camino. Era un niño demandante y autoritario, un maestro en el arte de fingir para ganar la simpatía de quienes lo rodeaban. La primera vez que le arrebató la vida a un ser vivo fue con el gato de su madre. Leithan había estado jugando con el animal de manera cruel, y cuando el pequeño ser dejó de moverse, e

