A pesar de cualquier incomodidad que pudiera haber sentido James al principio, cuando todos se sentaron a cenar, el sentimiento quedó rápidamente en el pasado. La calidez de la mesa, las risas y las bromas hicieron que la tensión se disipara. Incluso se sintió tranquilo al ver cómo Brandon abrazaba a Dafne y compartía momentos de complicidad sin ninguna doble intención. Los gestos entre ellos, aunque cariñosos, eran simplemente eso: amistosos.
Brandon se comportaba de igual manera con Pamela, y en ese momento, James se sintió aliviado. La atmósfera era alegre y familiar, algo que tanto él como Dafne necesitaban después de los recientes conflictos. Después del postre, Sael y la pequeña Cleo se despidieron, cansados y felices, y se fueron a la cama. Una vez que los niños estuvieron completa
