Deneb respondió con un escueto "mañana dímelo a la cara Harry" y posteriormente se dispuso a dormir. Estaba agotada, necesitaba descansar y estar radiante a la mañana siguiente para recibir a su esposo en casa. Mientras que Harry releía incrédulo aquellas palabras, sintiendo una intensa punzada de excitación y la incomodidad entre sus pantalones de pijama. Aquella noche por primera vez en su vida desfogó todo su deseo contenido en su novia. Mientras tomaba a Gine, pensaba en la rubia y jamás en su vida había experimentado un orgasmo tan intenso como ese.
A la mañana siguiente se levantó temprano, se dio una prolongada y relajante ducha para luego ponerse cómoda ropa deportiva. Los trajes y ropa formal nunca fueron lo de él, solo se utilizaba cuando había alguna junta importante o algún ci
