-Señorita Choi ¿Necesita algo? - Salvada por la campana pensé.
-Si, la cocinera jefa me pidió que le trajera esta merienda al director, porque no ha esto bien de salud y necesita alimentarse.
-¡Yo se lo entrego! Puede retirarse- Agradecí al cielo que hubiera aparecido en ese momento el secretario Gutiérrez…
-¡Con permiso me retiro! Muchas gracias secretario.
Respire profundo y me retire de ahí lo más rápido posible, agradecí que no me toco verlo cara a cara.
Sabia que estaba siendo demasiado cobarde, muchas veces pensé en él y ahora que lo había encontrado no tenia el valor de verlo directo a los ojos… pero realmente no quería perjudicar mi trabajo, quizás él ya había hecho su vida y yo era la única tonta que pensaba en esa noche.
Iba a aprovechar todas las oportunidades que se
