Mi día paso sin novedad alguna, mis compañeros me recibieron muy y sabía que nos llevaríamos bien, aprendí muchas cosas nuevas aun siendo el primer día, me sentía totalmente agotada pero muy feliz.
Iba saliendo ya de la compañía, cuando de repente vi otra vez esa moto… ¿Estaré alucinando otra vez? No quise darle mucha importancia, pero cuando vi que el hombre que estaba en la moto era él quise desaparecer en ese instante. No sabía donde esconderme.
Por suerte no me vio, pero ¿Qué hacia él aquí? ¿Por qué de todas las compañías tenía que estar aquí? Sabía que muchas veces cuando veía esas motos deseaba que fuera él, pero a la vez no quería volver a encontrarlo, no quería que pensara que yo era fácil y que por eso me entregue de esa manera.
¿en qué pienso? Nuevamente en esa noche, ¿Por qué sigo pensando en lo mismo? Debería superarlo, seguir con mi vida y dejar esa noche atrás… cuando nos conocimos sentí muchas cosas dentro de mi… aunque al principio no nos llevamos bien, después todo fue cambiando.
Muchas veces quise tratar de buscarlo, pero no sabía dónde encontrarlo, así que simplemente lo dejé en mi memoria como un bonito recuerdo.
…
Por fin estaba ya en mi apartamento, di una ducha, me puse ropa cómoda y quise salir a dar un paseo, quería despejar un poco mi mente.
No se cuánto camine, pero ya me había alejado mucho de casa, iba tan distraída que no note que iba cruzando una calle y por poco un carro me lleva por delante, caí al suelo de la impresión y alguien se me acerco.
-¿Te encuentras bien? ¿Te paso algo? ¿Quieres que te lleve a un hospital?
-No, no estoy bien.
-¡lo siento! No te vi.
-No, la culpa es mía, venia tan distraída que no me di cuenta de que estaba cruzando una calle y que venía un carro.
-¡Por lo menos déjame llevarte a dónde vas! Me sentiré más tranquilo… Por cierto, me llamo Marcus ¿Y tú?
-Me llamo Brii – Realmente era demasiado guapo, tenía los ojos azules como el cielo y sonrisa que podría enamorar a cualquiera.
-¿Me dejaras llevarte?
-Si, está bien- No sabía porque no me pude negar, pero dejé que me llevara a mi apartamento.
Me dio una tarjeta para que lo contactara por si necesitaba algo, y se fue, no podía creer que por ir distraída casi pierdo la vida.
…
Otro día más en mi vida… después de lo que paso anoche debía tener más cuidado por donde caminaba y tenía que sacármelo a él de la cabeza, me alisté lo más rápido que pude y Sali a trabajar.
Llegando a la compañía venia como siempre distraída y me tropecé con alguien.
-¡Oh, lo siento! No me di cuenta de que estaba ahí… - Cuando alzo la mira era él, el tipo que ayer casi me atropella.
-¡Oh! ¿Eres tú otra vez? Qué casualidad… nos encontramos de nuevo
-Si, yo trabajo aquí.
-¿De verdad? Esta es la compañía de mi tío y mi primo es el director…
-¡Que coincidencia!
-¿Te puedo invitar a tomar algo cuando salgas del trabajo?
-¡Eh! No se…
-¡Por favor! Es solo un café, para compensar que casi te atropello anoche…
-¡Esta bien! Salgo a las 7 p.m.
-Aquí estaré muy puntual.
¿Tenía que tomar esto como una cita? No sabía que pensar… pero lo único que sabia era que Marcus era muy guapo, y que nada iba a perder si salía a tomar un café con él.
Tenía que dejar mi pasado atrás, sobre todo tenía que dejar esa noche atrás, no podía vivir toda mi vida atrapada en ese momento.
Iba camino a la cafetería así que tome el ascensor, a esta hora siempre hay mucha gente, pero cuando iba a cerrarse las puertas se me dio por mirar al frente y no podía creer lo que veía… ¿Otra vez él? ¿Estaba alucinando? ¿Qué podría estar haciendo ahí y solo era un camarero?
…
Era la hora de comenzar a recibir a los comensales a esta hora comenzaba el trabajo fuerte, así que decidí salir ayudar un poco en el comedor y otra vez no podía creer lo que veía… era el sentado en unas de las mesas con unos señores a su alrededor.
-¡es hermoso! ¿Verdad? - Adry me sacó de mis pensamientos.
-¿Quién es él?- pregunte un poco nerviosa…
-¿No lo conoces? Es director de la compañía, rara vez viene a comer al comedor a menos que tengan reuniones para valorar como estamos sirviendo la comida.
-¿El director? - ¿Por qué mi suerte era tan mala? ¿Por qué de todas las compañías tenía que encontrármelo a él aquí y siendo el director? Le dije a Adry que no me sentía bien, y que no podía ayudarles, que me retiraba a mi oficina… no quería verlo y menos que se diera cuenta que yo era la nutricionista de la compañía que dirigía.
¿Cómo un mesero resulta siendo el director de una compañía? Esto era un sueño o una pesadilla, debía evitar a toda costa que nos encontráramos, no quería problemas en este nuevo trabajo y lo necesitaba mucho.
…
Por fin se había acabado mi jornada laboral, ya era la hora para que Marcus me recogiera, pero ahora no sabía si debía ir o cancelarle, recuerdo que me había dicho que era el sobrino del dueño y el primo del director, la verdad no quería problemas ni malentendidos.
-Hola, ¿Me demoré mucho?
-No, apenas Sali- demasiado tarde ya Marcus había llegado por mí, no sé, porque siempre soy tan lenta.
-Vamos, quiero llevarte a un restaurante muy bueno.
-¡Espera! ¿No íbamos a tomarnos solo un café?
-Cambie de opinión- Me dio una sonrisa toda coqueta, no se podía negar este hombre era un adonis, sus ojos azules, su cabellera rubia, alto, con unos labios carnudos, eso debía ser de familia porque Paul, aunque no era de ojos claros era alto, con unos ojos hermosos y una cabellera negra azabache.
Llegamos al lugar, era realmente hermoso, un ambiente tan tranquilo… todos los empleados lo recibieron como si ya lo conocieran.
-¿Vienes muy seguido a este lugar?
-Es mío
-¿De verdad?- No podía creer que tuviera un restaurante, me imagine que era un Ceo de alguna compañía también importante así como su familia.
-Si, soy el único de mi familia que no se inclinó por las grandes compañías, me gusta mucho cocinar, siento que es un estilo de vida, llevarle buena comida a la gente, así que decidí abrir este restaurante.
La velada fue muy agradable, hablamos de muchas cosas, y al parecer teníamos mucho en común, a ambos nos gustaba cocinar y todo sobre la buena alimentación, Marcus decidió llevarme a casa, y yo no pude negarme.
…
UNA SEMANA DESPUES
Han pasado una semana desde que vi a Paul en el comedor, así como dijo Adry no venía muy seguido y eso me tranquilizaba, pues me ponía nerviosa cada vez que llegaba a la compañía y cada vez que salía, tenía miedo de poder encontrármelo.
Marcus después de aquella cena, me llamaba constantemente y me venía a recoger, me daba mucha vergüenza con él, pero era demasiado terco y no me permitía negarle nada, en esta semana había tratado un poco más con él, y me parecía alguien super sencillo y humilde.
Nos habíamos comenzado a llevar muy bien, mi único amigo hombre era Lucas, por muchos años, no me gustaba mucho relacionarme con los hombres porque en la escuela se burlaban de mi por el trabajo de mi mamá, así que me volví demasiado tímida y retraída.
-Brii ¿Me puedes hacer un favor? - La cocinera en jefe me sacó de mis pensamientos.
-¡Claro, dígame!
-¿Puedes llevarle esta comida al director?, el secretario en jefe llamo y dijo que no ha tenido tiempo de comer y en estos días no se ha sentido bien, así que hay que alimentarlo bien.
-¿No hay otra persona que lo haga? Es que estoy un poco ocupada con los menús de esta semana- Estaba mintiendo, solo era que no quiero llevarle eso a su oficina, me había escondido tan bien para que no descubriera que estaba ahí.
-¡Lo siento, pero no hay más nadie!- Di un suspiro y mentalice que me iba a descubrir, en algún momento pasaría, no era como si pudiera ocultarme para siempre.
Me dispuse a ir a la oficina, iba demasiado lento, de esa manera podía retrasar el encuentro, y el posible despido, está hecha un manojo de nervios, sentía como las manos me temblaba, mi corazón comenzó a latir rápidamente…
Llegué a la puerta de su oficina di un golpe para anunciar mi llegada y del otro lado se escucho un…
-Siga…
El momento que tanto quise evitar había llegado… y no podría escapar de él…