*DIMITRI* Mi hermano regresó a su casino, al parecer había problemas con algunos clientes, estar solo y dolido no por mi brazo, sino porque dejé una parte de mí en Miami, siento una soledad en mi casa, Fausta lloraba cuando le conté que mi pequeña no vendría por un tiempo a casa. No tengo nada de hambre, me retiré al dormitorio, aún tengo cosas de ella aquí. Me tiro a la cama a meditar cuál será mi próximo movimiento. Mi celular suena, una notificación de mensaje. — Mi amor, ¿llegaste con bien? —pequeña, qué sorpresa. ¿Este es tu número? —Si, te extraño, me siento sola en la cama, extraño estar a tu lado y dormir juntos. —Yo también, extraño todo de ti, deseo besarte, y hacerte mía. — ¡Qué cosas escribes!, pero también te quiero besar y lo otro… — Muy pronto lo haremos pequeña, re

