El arcoíris, muchos después de los 15 siguen creyendo que si encuentras el final encontraras al pequeño gnomo con pésimo genio que te dará la olla de monedas de oro ¿Quién en su sano juicio puede creer que un gnomo con pésimo genio te daría su tesoro? Para mí lo único verdadero es que el arcoíris solo sirve para demostrar que después de ciertas tormentas aún se puede ver la claridad.
Como esa pareja de abuelitos que ven desde el sofá de su sala la lluvia caer mientras se dan amor y sé cuentan historias de sus vidas pasadas y es que esa es la verdadera belleza de la vida, vivirla al máximo, disfrutar cada instante porque un día estas y al otro solo eres polvo en una maldita caja bajo tres metros de tierra y concreto.
Es así como comienza todo, un roce, una caricia suave, el toque de la brisa en tu rostro, el murmullo de las aves a tú alrededor y el rugir del mar. El día soleado parece perfecto tanto que permites que el sol le dé vitamina D a tu piel alegrándote la vida y la existencia de estar de vuelta.
— ¡Estoy de vuelta!
Es aquí donde quiero estar, poder oler el aroma a la nada, quizás a brisa del mar o quizás el olor a tierra mojada.
A mis 18 años conozco el sabor de la traición a tal grado que puedo afirmar que duele más darle un abrazo a un amigo que mientras tú cierras tus ojos disfrutando el abrazo él solo te clava la puñalada por la espalda, sí, eso duele más que tener de frente a tu enemigo. Porque los enemigos se juran letalidad y lo cumplen en cambio la lealtad es algo tan venenoso que muchas veces puede jugar en tu contra.
Son tantas las cosas que aprendes volando alto en un callejón a media noche como corriendo a cien kilómetros por hora en una moto donde no ves si quieres adrenalina o solo buscas la muerte.
La muerte es otra idiota más, lleva rostro de ángel porque en todo caso siempre le dicen el ángel de la muerte el que viene por ti a quitarte el alma, no sé si sería un peso menos al mundo lo que ella le quita o un obsequio que le da al infierno solo sé que jamás debemos dejarnos engañar por su rostro tan perfecto tal cual un ángel porque por dentro sigue siendo un demonio igual o peor que el diablo.
En fin, el arcoíris es tan enigmático que a veces lo ves salir a mitad del rugir de la tormenta avivando los colores como si se pudiera estar feliz cuando te están acribillando los truenos, donde el frío cala tus huesos y sientes que te falta la respiración, ese instante donde ya todo se ve borroso y por fin comprendes que la vida si posee un arcoíris, pero uno que incluye el n***o.
Abres los ojos cuando el golpe de adrenalina te vuelve a invadir y quieres correr por todos lados dando a entender que has renacido, cuando minutos antes pedias a gritos un solo segundo más. Qué asco es llegar a la edad donde entiendes y por fin comprendes que rogar no significa que te darán otra oportunidad o que por el hecho de pedir piedad te perdonaran. O por decir un te amo este será de vuelto.
Duele, duele mucho ver la clase de m****a que te has convertido por dejarte llevar de las apariencias y los prejuicios, eso que te gritaban al odio que eras insignificante, gordo, mal hablado, feo, o por el hecho de ser huérfano de madre, duele aún más mirarte al espejo mientras tu padre es el principal motivo por el cual hoy en día usas sustancias ilegales para experimentar nuevas cosas porque ya conoces el dolor de en carne propia y es por eso que cuando estas a nada de quedarte sin esos efectos pides un segundo más y a lo lejos como si fuera magia lo que observas, la miras.
Es preciosa, la brisa del mar le mueve el cabello rubio el cual deja ver perfectamente sus ojos azules hipnóticos, se acerca con una sonrisa y se te planta un beso que te estremece el alma.
Eso sentí cuando bese por primera vez a Azul Sloan una pequeña testadura que jamás se rinde y lucha por lo que desea obtener.
— ¿Me quieres? — me pregunto convencida de mi respuesta
—No lo sé muerete a ver si lloro.
PAJARITAS DE MI ALMA.
Espero les guste tanto como a mí.
¿Que opinan?
Con Amor
Nessa