Capítulo 3

1590 Words
Me cerré el cordón de la bata antes de abrir la puerta, no solía recibir visitas a estas horas de la noche, aunque, en teoría yo nunca recibía visitas, me miré en el espejo antes de abrir, era cierto que no sentía nada por Ryan, pero lo que menos quería en la vida era que me viera mal arreglada. Y, justamente, él estaba del otro lado de la puerta, me sorprendió ver a Oliver todavía allí, si a esta hora ya era turno de Carlos, el chico que se quedaba durante la noche, pero que yo nunca veía. –Buenas noches, Alexa– su voz era bastante aguda para solo tener 26, pero que sonaba muy excitante por alguna extraña razón. –Buenas noches, Ryan– intenté sonar lo más educada posible. –¿Qué puedo hacer por ti?– él me miro de arriba abajo por unos segundos, para dejar sus ojos sobre los míos. Vale, que Ryan era guapo, el típico chico guapo porque el que cualquier mujer haría toda clase de cosas y sé que si mi corazón no le perteneciera a Oliver, me dejaría caer en los brazos de Ryan, tenía el cabello rubio claro, con unos ojos azules enormes y unos labios rosa pálida, su piel clara que solía sonrojarse con facilidad y se ponía rojo si pasaba el mínimo tiempo en bajo el sol y era tan alto, que a veces me enojaba porque tenía que levantar tanto la cabeza para mirarlo, le sacaba una cabeza a casi todos los hombres con los que me rodeaba, incluyendo a Oliver, pero este último tenía el cuerpo más tonificado. –Solo quería desearte buenas noches y saber si podemos comer juntos mañana, ya sabes, tenemos mucho de lo que hablar– abrí la boca indignada. –¿De qué tenemos que hablar exactamente?– me cruce de brazos bajo los pechos, cosa que atrajo su mirada a esa zona. –De nuestra boda. – me reí en su cara, a carcajadas y creo que era la primera vez que me reía de aquella forma, por lo menos, que yo recordaba no me reía así desde que mamá murió. –Ryan, nosotros no nos vamos a casar. –Creo que no escuchaste lo que dijo tu padre en tu cumpleaños. –Eso no se me consulto, así que, no doy mi aceptación para tal cosa. – deje caer los brazos e intente cerrar la puerta, pero él se interpuso, poniendo su pie. –¿Desde cuándo Bill toma tu palabra para algo?– abrí la boca para decirle unas cuantas cosas– Lo sé, es molesto, te entiendo. Pero, ¿sabes una cosa? Te vendría bien escuchar lo que tengo que decirte. –¿Por qué tenía que hacerte caso? –Porque te conviene… tú solo ven mañana– miré directamente a los ojos. Él me sonrío de lado– te prometo que te va a interesar. –Lo dudo– empujo la puerta lo suficiente para poder entrar a mi habitación– ¿Qué haces?– llevé mis ojos detrás de su espalda, Oliver dio un paso en nuestra dirección– No puedes entrar en mi habitación, Ryan. –Solo será un segundo– el pulso se me acelero cuando sus manos me tomaron por las mejillas y me planto un beso en los labios, me quede paralizada. –Ven mañana. Te lo prometo. – no dije nada, porque el pulso iba a mil en mi pecho. Me quedé parada unos segundos o minutos. Eso era lo que más me aterraba de acceder a casarme con él, que iba a tener que darle lo que quería y de solo pensarlo la piel se me ponía de gallina, me daba asco tener que desnudarme frente suyo. Unas manos me tomaron por los antebrazos. –¿Alex?– la voz de Oliver me volvió a la realidad, mis ojos encontraron los suyos. –¿Puedes sacarme de aquí?– no sé por qué dije esas palabras, pero era lo que quería, irme de allí en aquel momento y con él. –¿Qué? –Por favor, llévame lejos aunque sea por una noche– pude sentir como las mejillas se me llenaban de lágrimas. –¡Oh, Alex!– susurró, se quitó el auricular de su oreja derecha y lo apago, después miro a ambos lados en el pasillo, las cámaras de seguridad giraban y por 30 segundos teníamos toda la libertad del mundo. Él volvió a tomar mis antebrazos, sus palmas calientes me bullía la sangre debajo de mi piel. Era la diferencia entre ellos, que Ryan hacía que mi cuerpo se volviera hielo y Oliver… con él mi cuerpo se encendía como una fogata. Tomó una respiración profunda y cerré los ojos por unos segundos– Está bien… Vale… cámbiate– en esa ocasión, cuando él me miro de arriba abajo se sintió muy diferente de cuando Ryan lo hacía. –Ponte la ropa más cómoda que tengas y no salgas hasta que yo toque tu puerta– Una sonrisa se formó en mis labios, él estaba accediendo a hacer esto, a sacarme de casa. Asentí con la cabeza porque era lo que más quería en la vida, escaparme con él y tenía miedo de que si hablara se echara atrás. Cerró la puerta sin mirarme, me quede mirándola madera oscura por unos segundos, hasta que caí en cuenta que iba a fugarme con Oliver, fui corriendo hasta mi closet. El corazón se me iba a salir del pecho, estaba tan emocionada como cuando lo vi por primera vez, yo acabo de cumplir los 16 y él debía de tener 18, se veía tan joven, con su cabello totalmente rapado, como era costumbre en todo el personal de seguridad, sus labios siguen siendo tan expresivos como aquel día y esos ojos tan verdes como las hojas de los árboles en primavera, no era tan alto ni tan fuerte como lo es ahora. Me mordí el labio al recordar el cosquilleo que me subió por la palma de la mano en el momento que su padre nos presentó, no podía ser solo yo que sintió todo aquello. Me negaba a aceptarlo, porque en ese momento mi alma revivió del letargo en el que estaba desde que mi madre murió y sentí que también perdí a mi padre, que el hombre que tanto admiraba y amaba se murió junto con ella, porque ahora no era ni la sombra de ese padre que solía echar de menos. Negué con la cabeza y aparte todos esos pensamientos de mi cabeza, tenía que concentrarme en mi misión: encontrar una ropa cómoda. Aunque no tenía ni idea de lo que quería decir aquello. Tiré una y otra ropa al suelo, vestidos, vestidos y más vestidos, encontrando algo que se parezca cómodo, al final me puse un vestido y unos zapatos bajos, me deje el cabello suelto e intente maquillarme lo más sutilmente posible. Brinque del susto cuando tocaron la puerta. Vale, voy a hacer esto. Voy a hacerlo y será grandioso porque él es grandioso y sé que no me pasara nada estando a su lado. Corrí hasta la puerta y la abrí lo más tranquila que pude, Oliver me miro unos segundos, frunció el ceño. –¿Qué?– me miré. –¿No tienes unos jeans? ¿Tenis? –¿Jeans? –Pantalones– dijo él como si fuera obvio. –¡Oh! Yo… – me quede pensando– creo que no– él entró a mi habitación con mucha cautela y cerró la puerta a su espalda. –Está bien, creo que así servirá. Ponte un abrió, puede que haga frío– le sonreí y asentí, me gire sobre mis talones y regrese al closet, luego me encargaría de este reguero. Tome un jersey blanco y me lo puse por encima de la cabeza. Cuando regrese a su lado conservaba mi sonrisa. – Escucha, vamos a salir por la terraza, ¿sí?– asentí, esa noche él podía hacer lo que quisiera conmigo y yo no iba a poner resistencia porque seguía sintiendo sus labios sobre los míos y sus manos sobre mi cintura, abrazándome de esa forma tan posesiva, pero dulce a la vez, había pasado dos días desde que nos besamos, pero yo seguía repitiéndome la escena a cada momento. –Bajaremos por las escaleras de emergencia e iremos por el patio trasero. – volví a asentir, sabía que de aquella forma nadie nos vería. –Pero ¿qué pasará si alguien viene por el pasillo? –Es la noche libre de Carlos y nadie pasa por aquí hasta que me toca cambiar turno con él y como tu padre no está, todos están más tranquilos. Vamos a ponerle seguro a tu puerta– no sabía que daban días libres, porque Oliver está aquí todos los días. –¿Tú tienes días libres?– le pregunté cuando estábamos saliendo por la terraza de mi habitación, él me miro sobre su hombre y asintió. –Claro que sí. – Fruncí el ceño en su espalda. –¿Qué día? Siempre estás aquí. –Voy a bajar primero y te sostendré por si lo necesitas– no respondió mi pregunta, lo miré deslizarse fácilmente por la escalera, como si hiciera aquello todos los días, cuando llego al final fue mi turno, estaba tan nerviosa que resbale dos veces y al final puso sus manos en mi cadera y ayudo a bajar, intente no centrarme en eso, en él tocándome.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD