Jon se aproximó a mí, rodeándome con sus brazos. Al ser tan alto me cubrió con facilidad, seguí meditativa incluso cuando me tenía así tan cerca de su pecho. Percibí el suave aroma que emanaba de él, respiré hondo alzando la cabeza para verlo. Él se mostraba serio muy serio; incluso más de la seriedad acostumbrada de apreciarse en él. —Me siento muy apenada, Jon. No debimos venir así, este ya no es mi… Alargué la mirada, por detrás suyo, Nigromante ya conversaba con Inés y Esteban. Pero Esteban no me quitaba la mirada de encima, ambos tenían batas oscuras puestas. —Siendo así igualmente, deben ser ellos más cuidadosos con la privacidad. —Explicó, movió la cabeza para moverse y así que mis ojos se volvieron a fijar en él. Todavía había cierta incomodidad reflejándose en sus ojos profun

