La vida había premiado al multimillonario con una familia unida, una bella esposa que lo adoraba y que lo hacía arder bajo las sábanas.
Henry D Niro no podía sentirse más dichoso rodeado de sus mayores riquezas, su esposa Aneli y sus hijos; Henry y Dilan y sus bellas princesas las gemelas Aneli y Estrella.
Su familia era el nodo de amor al que el sorbete volvía después de un viaje de negocios.
Y cada vez que el magnate volvía a su casa podían sentirse sus pisadas llegar hasta si esposa y besarla hasta robarle el aliento.
Veo que llego a casa con mucho apetito Señor D Niro -- Dijo Aneli con una sonrisa de oreja a oreja.
Esa noche su esposo había llegado del aeropuerto muy tarde, Henry la había llamado por teléfono desde el aeropuerto pidiéndole que lo esperara despierta, algo que hizo Aneli envuelta en seda y escote profundo.
Al verla Henry tan sensualidad al abrir la puerta de la habitación no hizo preguntas, solo dejó sentir su pasión a fuego lento.
Habían estado separados por dos semanas, él había viajado a Arabia Saudita por negocios, su amigo el jeque lo invitó a quedarse en su boda número diez, su nueva esposa era muy joven, pero lo suficientemente inteligente para saber complacer a su adulto marido.
La idea de que su amigo pasaria una noche de intensa pasión lo hizo desear vivir lo mismo. Y tomando un Jet privado Henry vivió con su esposa Aneli antes de lo esperado.
Con intensidad en sus manos Henry fue despojando cada pétalo del cuerpo de su bella esposa. Una a una las prendas caían a la alfombra.
Una vez sus pieles hallaron libertad, nada detuvo al magnate para saborear su miel hasta la última gota.
Después de sentirse dentro dijo: ¡Te extrañaba tanto Aneli, que no pude esperar un día más!
Eres mi vida Aneli, tú y nuestros hijos son lo más importante para mí..
Me alegra escuchar eso Henry, y estoy segura de que a nuestras hijas les gustará el regalo que les trajiste para su cumpleaños número dieciséis...
Saliendo de Aneli, Henry se dejó caer de espalda en la cama y con un profundo suspiro dijo: ¡Odio que hayan crecido tan rápido!
¿Porqué dices eso Henry? -- Preguntó extrañada Aneli incorporándose para recoger su bata de seda amarillo pastel y ponerse sobre su cuerpo.
Henry la miró y volviéndose de lado cubrió su cadera con la sábana blanca y le respondió: Cuando estuve en la boda de mi amigo, puede ver a dos jovencitas de la edad que nuestras hijas coqueteando con unos chicos mayores a ellas...
¿Y sabes lo que más me hizo sentir incómodo Aneli? Fue ver a hombres de mi edad tras ellas, y a que a esas chiquillas les hiciera felices mirar la lascivia en sus miradas...
En ese instante pensé en mis hijas y en lo que les haría a esos sujetos si se atrevieran a mirar a mis hijas de esa manera...
Acariciando el rostro de su esposo Aneli dijo: No puedes impedir que esas cosas sucedan Henry...
Nuestras hijas van a un colegio de señoritas porque tú no quisiste que tuvieran contacto con muchachos y yo lo aprobé...
Pero no siempre será así Henry...
Levantándose de la cama para ir al baño Henry dijo: Mientras yo viva, no dejaré que ningún patán, o estúpido sin nombre se acerque a mis hijas...
De la misma manera que aleje a esa caza fortunas que hizo hombre a mi hijo Henry...
Cariño, eso no fue precisamente una buena idea, debiste hablar primero con Henry antes de desaparecer a ella y a su familia enviándolos de regreso a Francia...
Aneli -- Dijo Henry con mirada seria.
Tú sabes que tipo de mujer era esa. ¿Habrías aceptado que Henry se involucrara con una chica que durmió con su profesor de biología para alcanzar la nota para pasar su semestre?
No, por supuesto que no Henry, pero aún así creo que debiste hablar primero con él antes de tomar esa decisión...
Me conoces bien Aneli, sabes que por ustedes seria capaz de lo que fuera, nadie va hacerles daño mientras yo tenga los pies en esta tierra...
Mi amor, no te enojes. Se que me equivoque al sacar este tema a colación en un momento como este, lo siento Henry...
Caminando hacia Aneli, Henry se inclinó para besarla y después de hacerlo Un par de veces más le dijo: No te preocupes mi amor, mañana en la mañana hablaré con Henry y le explicaré mis razones con hechos y pruebas...
Sonriendo la volvió a besar y se metió en el baño, dejando la puerta abierta. Entendiendo la invitación Aneli dejo en la cama la bata y entrando en el baño cerró la puerta.
Dentro de aquel recinto se escuchaban risas y besos mojados. La ausencia de su apasionado esposo también había hecho mella en ella.
Por la mañana Henry se levantó muy temprano justo antes de que Aneli se despertara y fue a la habitación de su hijo mayor Henry.
Él sabía que su hijo era tan intenso cono él y compendio su necesidad de mujer. Y no lo culpo por lo que había hecho con esa estudiante, lo que él desaprobo fue la forma en como esa mujer se metió en la cabeza de su hijo y luego en medio de sus piernas llevándolo a ocultarle su relación.
Cuando Henry vio a su padre en la puerta de su habitación no supo como actuar, no estaba molesto con su padre sino avergonzado con él por mentirle.
Su madre había menguado su enojo con su padre al confrontarlo con su mentira.
Aneli le había dicho: Le reprochas a tu padre lo que hizo con tu amante, pero, ¿y lo que hiciste tú? Dime Henry...
Abandonaste tus clases de piano, no fuiste al Club de golf con tus amigos. Tampoco con tu hermano a sus clases de esgrima...
¡Mentiste Henry! Le mentiste a toda tu familia y obligaste a tu hermano Dilana ocultar tu secreto con esa mujer...
Y lo peor de todo eso es que tú no eres ciego sabes que no te es fiel, y no te importó, lo único que deseaba era dejar a tus instintos desbordarse como un río...
¿Eso fue lo que tu padre y yo te hemos dado de ejemplo?
Su madre se había enojado mucho con él al escucharlo llamar a su padre, un tipo controlador y egoísta.
Al ver su padre frente a él, Henry se preguntó si su madre le había dicho a su papá todas las cosas que él había dicho contra él.
Bajando su cabeza Henry espero escuchar la descarga de furia de su padre, pero Henry se acercó a su hijo y lo abrazo diciendo: Te amo hijo, ¿lo sabes?
Yo nunca haría nada para lastimarte, lo que hice tal vez de manera incorrecta fue para protegerte...
Esa chica no solo dormía contigo sino con su profesor y eso me indignó, eres mi hijo, un D Niro. No necesitas de una mujer que comparta sus mieles con otros hombres...
Tú mereces una mujer que te sea fiel, con la que puedas disfrutar de momentos intensos sin que tengas que esconderte...
Yo nunca me opondría a que vivieras la vida de manera intensa, eres mi hijo y corre fuego por tus venas como en las mías y puedo entenderte...
Debí hablar contigo antes de tomar la decisión que tomé, pero cuando me enteré que te era infiel con el decrépito de su profesor, me llené de ira...
¿Cómo iba a permitir que una mujer como ella se burlara de mi hijo? Tenía que hacer algo...
Y cuando me enteré que le compraste un vehículo y que le darás regalos costosos por sus favores...
Favores que compartía con ese profesor, pues, desee que se desapareciera...
Te amo Henry, y aunque me equivoque al dejarme llevar por mi disgusto, todo lo hice por que te quiero hijo...
Si te hice sentir mal, lo siento Henry. En verdad lo siento. Espero que me perdones hijo...
Henry miró a su padre y se sintió mal, porque su padre suponía que él no estaba enterado de lo que hacía la francesa, él sólo se aprovechó de ella para sentirse hombre y aprender el arte de amar.
Su madre lo entendió bien, y se lo reprochó, pero su padre era inocente en sus verdaderas intenciones.
Y avergonzado de sus actos le dijo: No tengo nada que perdonarte papá, entiendo tus razones y aunque confieso que me molesté contigo, mamá me ayudó a ver mi error...
Soy yo el que debo pedirte perdón papá, y te prometo que la próxima vez que mantenga una relación con una mujer no voy a escondertelo...
Con un abrazo padre e hijo se marcharon juntos a desayunar. Al verlos venir juntos y bromeando y riendo, Aneli respiró aliviada.
Entre su esposo Henry y sus hijos existía una gran cercanía, respeto y cariño. Ella habría odiado que su unión se hubiera roto por causa de un error por parte de los dos Henry D Niro .