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1344 Words
Parker Quería salir y sacudir a esa Belladonna, exigirle que le gritara y le vociferara, armar un gran escándalo. Destruir muebles o lanzar cosas por el vestíbulo para que todos lo vieran, incluso lanzárselos a él; por haber perdido su lugar aquí en la manada, como su Compañera y Luna. Porque parecía, desde donde él estaba, que Belladonna iba a dejar esta manada tan silenciosamente como había llegado. Ni siquiera pensó en pelear o discutir con él al respecto. No, simplemente emitió su rechazo, lo hizo aceptarlo y ahora se iba sin siquiera un adiós. Una parte de él sabía que ella estaba siguiendo su alianza de emparejamiento al pie de la letra. Decía que tenía que irse en silencio y de manera voluntaria, pero él no quería que hiciera eso. Observó a Shannon cerrar la puerta sobre su espalda en retirada; ella se había alejado de su oficina como cualquier otra vez que había salido de ella. Shannon suspiró mientras se giraba y miraba a Parker. —¿Qué obtuviste de ella; qué siente, Shannon? — le preguntó Parker. Le quedó claro que su Gamma la entendía en ese momento. Por eso el ligero movimiento de su cabeza, y parecía un poco consternado en este momento. —No mucho, dolor por la separación, lo cual es de esperar —Shannon se encogió de hombros. Incluso Parker había visto su dolor cuando expresó ese rechazo, y sabía que le había dolido tanto como a él. Había ardido como si su piel estuviera en llamas, ya que esa filigrana que ella le había adornado con su marca se había desprendido de su cuello. —Luego hubo alivio, cuando se levantó del suelo. No estoy seguro si fue porque el dolor finalmente comenzaba a dejarla o si estaba feliz de ser rechazada —Shannon suspiró—. Eso me confundió incluso, tal vez un poco de ambos; todavía había dolor también y eso me distrae, lo siento. Podría haber sido ambos, supuso, pero esperaba que solo fuera alivio que el dolor de su vínculo roto la estuviera dejando. No le gustaba la idea de que ella se sintiera aliviada de que todo hubiera terminado. Aunque le quedó claro que ella había entrado en su oficina sin ningún problema respecto a ese rechazo, sabía que venía y, porque él no lo había dicho de inmediato, ella lo había hecho, lo rechazó en solo un m*****o minuto, así que quién demonios sabía para qué era ese alivio. —Luego hubo tristeza por dejar la manada, pero… —¿Pero? — Parker interrumpió. Si ella estaba triste porque todo hubiera terminado, aunque fuera solo un poquito, él iba a salir y traerla de vuelta a esta habitación. Encontraría la manera de convencerla de quedarse, de dejar que intentaran resolverlo y volver a estar juntos, y lo sabía. Enviaría a Carina a casa hoy, en este m*****o minuto, si Belladonna se quedaba aquí con él y quería ser su Luna. Shannon lo miró y sacudió la cabeza. —No está relacionado contigo, Parker, lo siento… le gusta estar aquí dentro de la manada, está triste por irse, eso es todo, piensa que es un buen lugar para vivir. Siempre lo ha sido, mejor que su hogar. —Entonces me odia en otras palabras —murmuró—. Por cómo estábamos apareados el uno con el otro. —No es odio, Parker —Shannon sacudió la cabeza—. Es indiferencia hacia ti, eso es todo, y sí, proviene de cómo los dos estaban unidos el uno al otro. Esa alianza de emparejamiento en la que ella no tuvo voz —Shannon asintió. No era la primera vez que lo escuchaba. —Está bien —murmuró. Así que no había sentido en ir tras ella, no iba a volver a él voluntariamente, sin importar lo que él le dijera, sin importar si salía y la agarraba y le decía que quería que se quedara, no lo iba a hacer, eso era lo que Shannon le estaba diciendo de manera indirecta. Parker se dirigió al comedor para sentarse a la mesa donde Axel estaba observando a Carina, ‘Ella intentó levantarse dos veces e ir a tu oficina. No apreció que la detuviera.’ Frunció el ceño ‘¿Tuviste que detenerla por la fuerza?’ murmuró Parker. ‘Una mano en su brazo cada vez y le dije que se sentara. La segunda vez le informé que tú saldrías aquí cuando las cosas estuvieran resueltas con Bella.’ ‘¿Y?’ ‘Ella me apartó la mano de su brazo y me dijo que no la tocara. Ella era la Luna.’ Parker frunció el ceño ante eso y volvió su mirada hacia Carina. Ella no era la Luna, él no la había Reclamado ni Marcado ni Apareado, no debería usar esa palabra, tampoco había anunciado aún la salida de Belladonna, ni que se habían rechazado mutuamente. Estaba mirando a su Compañera Regalo de la Diosa, a no más de tres pies de él y en este momento, no sentía que quisiera Marcarla y Aparearla, incluso si Belladonna le había dicho que lo hiciera. Todavía sentía dolor por haber sido separado de Belladonna. Vex se había retirado a la parte de atrás de su mente, infeliz y dolorido él mismo. Puede que nunca le hubieran permitido aparearse con Freya, pero tenía a Belladonna. Era algo que ambos habían disfrutado hacer durante los últimos ocho años; ahora eso ya no existía. Su nueva Compañera, incluso Regalo de la Diosa, no se parecía en absoluto a Belladonna, no se vestía ni hablaba tan suavemente como Belladonna, sus palabras eran cortantes y llenas de enojo, mostraba toda su impaciencia por lo que él había explicado, y necesitaba que sucediera con su actual Luna. Sus ojos lo miraron con ira y molestia más en los dos días que la había conocido que lo que Belladonna había hecho en los últimos ocho años. Estas dos mujeres no tenían nada en común. Los ojos de Carina se fijaron en su cuello, —Ya era hora de que te deshicieras de ella —Dijo con desdén. Miró su reloj; habían pasado solo nueve minutos desde que entró en su oficina, y eso era demasiado tiempo para esta chica, para que él terminara un vínculo de ocho años. No creía que fuera demasiado tiempo; de hecho, pensaba que era un tiempo demasiado corto para terminar algo que no quería terminar en absoluto. Pero eso había sido decisión de Belladonna, apenas había pasado un minuto antes de que ella expresara ese rechazo. Tres minutos para que se levantara del suelo y cinco minutos para que él necesitara distraerse de su propio dolor y saliera aquí. Podría haber tomado todo un día para decidirse, o simplemente no haber decidido aceptarlo todo. Ella no podía dejar esta manada hasta que se aceptara, y su vínculo estuviera oficialmente terminado. Solo había expresado las palabras de aceptación, porque ella le había dicho que le estaba doliendo, y no solo podía ver que era así, no quería verla sufrir tanto. De lo contrario, probablemente no lo habría expresado inmediatamente, habría permanecido en silencio el resto del día, tal vez incluso todo el día de mañana. Para ver si ella discutiría con él al respecto, realmente quería pelear con ella sobre una sola cosa. Gritar y chillar como lo haría una pareja real. O no era parte de su naturaleza hacer eso, o simplemente no le importaba discutir con él en absoluto, ni siquiera sobre esto; él eligiendo a otra persona para ocupar su lugar como su Luna. —¿Cuándo vas a anunciar mi llegada? — Carina interrumpió sus pensamientos—. Deberías hacerlo de inmediato, para que la manada se entere de quién soy —Le dijo. —Después de que Belladonna haya dejado la manada. Te he explicado esto, mi alianza de emparejamiento con Belladonna, y las reglas sobre nuestro rechazo mutuo. —No me importan esas reglas, y ahora la has rechazado. Soy tu prioridad. O al menos debería serlo —Ella lo miraba con expectación.
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