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1182 Words
Parker Parker estaba allí en esa mesa mirando fijamente a su Regalo de la Diosa. Sabía que debería estar completamente interesado en ella, o al menos desear estarlo. Podía olerla, y sabía que tocarla también generaría esas chispas del vínculo de pareja, lo que ayudaría a crear una necesidad desenfrenada en él. Pero en realidad estaba descontento con su actitud en ese momento, las mismas palabras que ella acababa de decir, ‘No me importan esas reglas.’ Eso le incomodaba mucho. Él era de los que seguían todas las reglas, hacerlo mantenía la paz. Mantenía a él y a sus manadas fuera de problemas, y hacerlo incluso podría prevenir guerras. Esta loba que era su Compañera Regalo de la Diosa, ahora sabía, no parecía compartir los mismos valores que él, lo cual podría ser un gran problema. Podía ver que iban a pelear por ello en algún momento. Demonios, prácticamente estaban discutiendo en este mismo instante, aquí en el comedor de la manada frente a los miembros de su manada que estaban allí almorzando, probablemente escuchando todo lo que se decía. Podía verlos a todos mirándolo a él y ahora a ella, porque ella estaba siendo muy vocal sobre quién era para él, y no le importaban para nada las reglas, ni las cláusulas de salida de su alianza de emparejamiento con su antigua Luna. No le importaba cómo se sentía, a pesar de que sabía que él acababa de sufrir un rechazo. Ella, en este mismo instante, le estaba mostrando que solo sus sentimientos parecían importar. ¿Dónde estaba la compasión por la pareja de uno? Ella no parecía tener ninguna en absoluto, y él entendía que debía ser difícil para ella saber que tenía una Luna. Pero ella también era loba y debería entender que los Alfas a veces toman Compañeras Elegidas, para prevenir guerras; que es lo que él le había dicho. Su vínculo de pareja con Belladonna era un acuerdo de manada para prevenir una guerra entre él y otra manada. Parker pensó que ella estaba molesta porque cuando lo había olfateado, él ya tenía una Compañera, y ella no había entendido cómo era eso posible, porque ella era su Regalo de la Diosa, así que en su mente él debería seguir sin a******s. No había sido bien recibido en su manada. No con ella ni con su padre, para el caso, ambos habían exigido saber qué demonios estaba pasando. Él simplemente declaró “Tengo una Compañera por una alianza de emparejamiento” había sido la verdad. Cuando pidió ese acuerdo básico de conocernos, no una alianza de emparejamiento con Carina, eso tampoco había sido bien recibido. Aunque había sido honesto sobre por qué, declaró de manera directa que por lo que había visto de Carina en ese baile de emparejamiento. Ella no parecía tener las cualidades de Luna que él estaba buscando. Su padre le había gruñido y Carina lo había mirado incrédula, y le había gritado —No me conoces. A lo que él simplemente asintió y respondió, —De ahí el acuerdo de conocernos —Era un trato básico donde ella viviría dentro de la manada durante un mes, para ver si podían llevarse bien, para ver si iba a ser una buena Luna, aunque él lo había expresado como “Si ella tratará a todos los miembros de mi manada con respeto, incluidos los omegas.” Tenía que ser cauteloso. Era un Alfa de un conglomerado de manadas de lobos, no solo una manada, sino muchas bajo su mando esparcidas por el estado, y la mayoría sabía de él y de cuán rico era. Así que, la paciencia y la observación eran clave para él. Esas mismas palabras que había elegido con pleno propósito habían hecho que Carina lo mirara con desdén. Tenía muchas dudas, pero estaba dispuesto a darle el beneficio de la duda al mismo tiempo, ya que ella era su Regalo de la Diosa, y un Alfa no debería rechazar a alguien sin una causa justificada. Su padre había declarado después de verla salir de la oficina: —Alfa Parker, admito que he malcriado a mi niña, probablemente demasiado. Es mi única hija. Es una buena chica, solo criada por mí. Su madre murió cuando ella era muy pequeña. —Por favor, dale una oportunidad. Es fuerte y hermosa, y te hará una buena Luna, estoy seguro de ello. Solo… —el hombre había suspirado un poco y se había encogido de hombros—. Necesita ser sometida a ti, diría que es muy d*******e y, debido a que la he malcriado, está muy acostumbrada a obtener todo lo que quiere. Eso es culpa mía. Él había visto casi de todo en la vida en cuanto a miembros de rango malcriados y rebeldes, hombres y mujeres, incluso había visto que un Regalo de la Diosa podría cambiar sus vidas por completo. Así que, era posible que Carina pudiera cambiar, una vez que él la marcara y apareara. —Muéstrame el lugar —dijo Carina y se levantó. —¿Por qué no me lo pides amablemente? Soy el Alfa, Carina. No tienes derecho a hacerme demandas. —Soy tu pareja y tu igual. Puedo decirte… —le estaba diciendo con tono áspero. Parker la interrumpió levantándose abruptamente, su silla volcando y chocando contra el suelo. —No eres mi igual a menos que te reclame, y hasta ahora, no veo nada en ti que me haga reclamarte. No eres diferente a como eras en el baile de emparejamiento. —No te reclamaré ni marcaré, ni te haré mi Luna en esta manada si no creo que seas amable con mis miembros de la manada —dijo—. Deberías revisar tu actitud —Y luego la dejó allí, se alejó de ella, no podía lidiar con ella en ese momento. Todo lo que realmente quería era estar solo, y lo sabía, ella no estaba ayudando a aliviar su dolor, como debería hacerlo la presencia de una pareja. Solo le estaba mostrando que debería haber rechazado a su Diosa Regalada y nunca haberle dicho a Belladonna sobre encontrarla. Si hubiera hecho eso, Belladonna seguiría siendo su compañera y Luna en este momento. Vaya, estarían en su suite completamente desnudos, y él sería increíblemente feliz, haciéndole el amor a la mujer que realmente amaba. Tenía que sacudirse eso, eso ya no pasará, Belladonna ya no era suya. Ella era libre de estar con quien quisiera a partir de ahora, iba a dejar esta manada en 24 horas, y ni siquiera podía preguntarle a dónde iba. Ni siquiera sabía si ella sabía a dónde iba. ¿Tenía un plan o simplemente iba a irse y regresar a su manada de origen? Pensó en eso. Su alianza decía que nunca debía regresar a esa manada, y que ellos nunca vendrían aquí. Que Belladonna encontraría otra manada a la que ir después de que se emitiera el rechazo. No regresar a casa con su padre. Eso era extraño, no había pensado en eso antes. Solo lo hacía ahora porque quería saber que ella estaría a salvo.
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