Tony se agachó y apretó el eje de su vara de carne con ambas manos. "¿Te gusta lo que ves?" bromeó Louise. "Sí", susurró Tony con los dientes apretados, mientras Louise aumentaba el paso. Ver al chico bombeando furiosamente su m*****o pareció ayudar. Ver cómo lo hacía, cómo apretaba con cada embestida, fascinaba a Louise. Y la excitaba aún más, sobre todo cuando usaba la otra mano para frotarse sus enormes testículos. Vio cómo sus ojos recorrían su cuerpo, prestándole la atención hambrienta que ansiaba, pero quería oírlo decirlo. "¿Estás pensando en mi coño apretado y húmedo, Tony?", jadeó Louise. Normalmente no le gustaba hablar así, pero sabía exactamente qué enloquecía a los chicos, sobre todo a Tony. "¿O en disfrutar de la vista de estas grandes tetas?" "Joder", gimió mientras se

