29. Una visita nocturna para el sargento Nilo. El silencio que se ha formado entre Joao y él se alarga, cuando Rex regresa de sus pensamientos y sus ojos van a parar a la cara de Joao, él lo observa con sospechas. —¿Te pasa algo? —pregunta Joao sin rodeos. Esa es la pregunta que Rex quiere hacerle a él. Pero teme escuchar la respuesta, respuesta que en ese preciso momento no puede permitirse escuchar de sus labios si quiere disfrutar de ese momento junto a él. —Solo… estoy cansado, nada más… —se excusa—. No te preocupes por mí —le dice como si fuera ese el caso, y le deja ver una sonrisa amorosa. Joao no dice nada al respecto, se acomoda para ver lo que hay en la televisión, pero cuando Rex hace lo mismo, el sonido claramente reconocible del chat del trabajo suena, se fija sin pensarl

