Enséñame a Amarte

? Hola mis bellas lectoras: estamos de vuelta con una nueva historia cargada, de misterios, secretos, odio, lucha por el dominio, amor, pasión y mucho más. Venimos con la mejor actitud y mucho esfuerzo para ofrecerles una placentera lectura. Espero que la disfruten... esta historia es originalmente producto de mi amplia imaginación, así que espero respeto y no plagio... gracias.❤❤ Capítulo 1.                    Hemos abordado el vuelo de París a Baja California de las 23:30, llevamos al menos 3 horas de viaje y nos faltan muchas horas más, que se me hacen eternas. Mientras observo las nubes pasar a través de mi ventana, sin poder conciliar el sueño, no dejo de pensar en todo lo que me espera al estar de vuelta. Mis miedos están a flor de piel, siento que estoy nadando en un sinfín de emociones que me tienen al borde del colapso, de la ansiedad. He vivido ocho años lejos de mi familia, lejos de todo. Las razones son algo complicadas que sé perfectamente, ellos no entenderían claramente, por lo cual hubiera preferido nunca volver y seguir mi vida desde lejos, aunque los extrañara. Pero hoy el motivo que trae de vuelta, es el más triste de toda mi vida, el dolor en mi pecho punza como dagas afiladas que han arrancado una parte de mi alma. Mi hermano, el mayor de tres hermanos, el ser más gentil y admirable que he conocido… ha muerto, la noticia de su descenso, me cayó como un balde de agua fría, sentí que me faltaba el aire, me sentí devastada.                 Mi amado hermano, era una de las personas más importantes de mi vida, además, de mis padres y mi pequeña hermana, él era un segundo padre para mí; mi guía, mi mentor, mi protector. Era mi modelo a seguir, mi inspiración y mi más grande apoyo, pero ahora se ha ido y aunque quisiera derrumbarme a llorar por su muerte, no puedo. Soy la segunda hija mayor en edad, así que debo ser fuerte, pues cae sobre mí la responsabilidad de cuidar y proteger de mi madre, mi hermana, mis sobrinos y el legado que construyo mi familia a través de los años. Mis lágrimas escurren sin poderlo evitar, solo tengo unas horas para desahogar mis penas, es tan doloroso saber que llegaré y él ya no va a estar, esperando por mí, para recibirme con los brazos y decirme lo mucho que me ama.                  Los años que he pasado lejos, en especial lejos de mi familia, han sido una gran tortura, pues los extraño, son mi todo. Pero, tuve que hacerlo, tuve que huir y todo gracias a la horrible experiencia que viví en mi juventud, a los 19 años, cuando fui tomada a fuerza por la persona amaba como aun hermano. Ese episodio tan horrible de mi vida me dejó tantas marcas internas, como externas, que para evitar la vergüenza de ser señala por mi entorno. Tuve que huir e irme lejos de todo, de no ser así mis padres me habrían obligado a casarme con él, a pesar de su falta. En esta sociedad el honor vale más que los sentimientos, el sentido de la justicia se soluciona con una cadena de responsabilidad absurda.                 Cuando decidí irme de casa, lo hice porque lo necesitaba y quería dejar mi pasado atrás para sanar mis heridas y curar mi corazón roto. Sabía que cerca de ellos jamás o lograría, pues corría el riesgo de que supieran la verdad, por eso tuvo que ser lejos de ellos. Quedarme significaba estar a su alcance, sabía que él no me dejaría en paz e intentaría acercarse a mí de nuevo, lo que me orillaría a contarle a mi familia que me había pasado y quien era el culpable.                En el lugar donde vivimos la gente está muy acostumbrada a guardar las apariencias, la reputación de la familia es lo primordial, por lo que están apegados a las tradiciones. Mis padres no se quedaban atrás, ellos eran tan chapados a la antigua, que, al enterarse de mi desafortunada situación, me habrían sometido a un matrimonio obligado y sin amor. Pues es así como los adultos suelen solucionar este tipo de situaciones, todo lo arreglan con un matrimonio para hacer que la persona afectada no sufra las consecuencias y ambas familias conserven su reputación. Denunciar este tipo de actos, significa escándalo y vergüenza, para una familia respetable como la mía, eso jamás pasaría. Así que me negué a pasar por eso y decidí irme lejos de todo.            La última vez que estuve en casa, fue cuando mi padre murió a causa de un infarto, que llegó de manera inesperada, según los médicos, nos dijeron que mi padre tenía una falla cardiaca severa, que nuca fue tratada a tiempo y que supimos de ella hasta el momento de su muerte. Fue tan repentino, extraño y doloroso, que no tendría una explicación clara a lo que sucedió. Aun así, mi padre fue un gran hombre que, a pesar de tener muchos defectos, siempre nos amó, nos protegió y nos enseñó el valor de la familia, el trabajo y el esfuerzo. Su muerte fue tan extraña que hasta el día de hoy no hemos podido entender que fue lo que lo llevo a la muerte. En aquel entonces, solo pude permanecer tres días, pues la ansiedad de reencontrarme comí verdugo me consumía, así que luego del entierro de mi padre, regresé a Paris. Donde he vivido últimos años, pues me hace sentir tranquila, segura y me mantiene lejos de los recuerdos o al menos la mayor parte del tiempo.            Siento que mis entrañas colapsan al recordar los fantasmas de mi pasado, esos fantasmas que me persiguen día a día, sin poderlo evitar y aunque a veces logro olvidarlo por un tiempo. Los recuerdos siempre regresan y permanecen latentes en mi memoria. Esta situación me hace sentir una enorme ansiedad que me consume por dentro y es que solo de pensar en revivir todo aquello me pone muy mal. Siento pánico de solo con imaginar, que, al volver, existe la posibilidad de estar de frente a frente, con hombre que me hizo mucho daño, ese al que le tenía afecto y respeto, ese que me fallo.                Aunque ahora mismo las circunstancias que me hacen regresar, son totalmente diferentes. Sé que debo hacer a un lado mis miedos, debo ser fuerte, porque con la muerte de mi amado hermano y también la de su esposa, a mí me corresponde encargarme del cuidado y la protección de la familia. El inesperado accidente en el que Miguel y Andrea murieron es un completo misterio, o al menos eso fue lo que me contaron mi madre y mi hermana. Ese es otro motivo para volver, necesito investigar qué fue lo que realmente paso y si hay un culpable, como sospecho, debo encontrarlo para hacer justicia.                Después de llorar en silencio para desahogarme un poco, ya que en cuanto me entere de la terrible noticia, no lo dude ni un poco, tome mis maletas y preparé todo para salir lo antes posible. Ni siquiera tuve tiempo de asimilar la cruda realidad, pero el dolor está ahí, latente y sé jamás se irán. En cuanto bajé de este avión, mi vida se convertirá en un completo desafío, así que, debo ser fuerte, valiente y debo tener la mente fría, pues no sé a qué retos me voy a enfrentar. Pero algo si sé, y esos es que pase lo que pase, no me daré por vencida jamás, debo hacerlo por ellos, por mi familia. Suspiro e intento relajarme un poco, necesito fuerzas para soportar todo lo que vendrá de ahora en adelante, seco mis lágrimas, trato de dormir un poco, ya que aún nos faltan varias horas de vuelo. Me dispongo a descansar por lo menos un poco, cierro los ojos hasta que al fin logro conciliar el sueño, después de haber dado más de cien vueltas en mi asiento. Me entrego a los brazos de Morfeo y en cuanto me sumerjo en un profundo sueños, los recuerdos del pasado logran a entrar en mis sueños como una sobra que oscurece la poca luz que ilumina mi paz interior. (…) -       Eres mía, Kate – dijo él con una voz ronca y amenazante, mientras caminaba hacia mí desde la puerta, que ya estaba cerrada con llave, su mirada depredadora me hizo temblar de miedo.             Me quedé inmóvil temblando del miedo, mientras lo veía aproximarse a mí a paso lento, intenté buscar un punto de huida, pero él me asechaba con perversión, estudiaba cada uno de los movimientos de mi cuerpo. Puede ver oscuridad y lujuria en sus ojos que claramente me revelaban sus oscuras intenciones, mientras mojaba sus labios, mis lágrimas comenzaron a salir, estaba muy asustada. Por instinto intenté retroceder para alejarme de él y buscar algo para defenderme, pero todo movimiento fue inútil, ya que lo único que conseguí fue tropezar contra la cama y caer de ella. Acto seguido él se lanzó sobre mí, atrapó sobre mi cuerpo, intente moverme, pero él fue más rápido y logro inmovilizarme, tomo mis manos y las sujeto a la altura de mi cabeza. Comenzó a besar mi cuello, sentí asco al sentir el fuerte olor a licor que emanaba de su boca, olor que me provocaba pánico. Mientras tocaba cuerpo en contra de mi voluntad, forcejeé y mostré resistencia, grité, pero todo acto fue inútil, porque su agarre era fuerte y posesivo. -       No, no, por favor – supliqué una y otra vez, sin perder la esperanza de que él se apiadara de mí, después de todo él era alguien muy cercano a mí y a mi familia. Nunca me imaginé que me haría esto. – No hagas esto, yo – no pude terminar la frase porque él intentó besarme en los labios, pero logré mover la cabeza a un lado para evitarlo. -        Vamos, Kate, déjame probar esos hermosos y deliciosos labios, que he deseado probar desde hace mucho tiempo. – dijo antes de pegarse a mi boca nuevamente, forzando un beso.                Luche en contra de sus deseos, pero por mucho él era más grande y fuerte que yo, comenzó a besarme a la fuerza, pero me resistí hasta que logré morder su labio inferior y lo hice sangrar. Gritó ante el dolor. –      Ahh – se separó de mí, me tomo de la barbilla y me obligó a mirarlo a los ojos. –      Deja de luchar, porque lo próximo que va a pasar es inevitable, esta noche serás mía, solamente mía. – advirtió, pude ver el fuego en sus ojos, estaba muy tomado y no razonaba eso estaba claro.           Volvió a besar mis labios y luego regreso a mi cuello, esta vez lo hacía con poca delicadeza, sus besos me provocaban repulsión. Nunca deje de luchar, hice todo lo que mi fuerza me permitió hacer para detenerlo, pero todo parecía en vano, hasta que por un instante logre zafar mis manos de su agarre. Logre darle un golpe en la entrepierna que fue tan débil que lo único que hizo fue enfurecerlo y volver a sujetarme con brusquedad. -       No me hagas ser malo contigo hermosa, más te vale que cooperes conmigo, porque de lo contrario te puedo lastimar tanto que te aseguro que a ti no te gustara, pero yo, mmm, yo sí lo disfrutaré y mucho. – declaro en tono amenazante, pero aun así me negaba a complacerlos. -       Suéltame, por favor, no, no lo hagas. – grité una y otra vez. – Por favor te lo suplico, no hagas esto. – suplique sin parar de llorar.                 Él sujeto mis manos con una sola, mientras que la otra se movió entre nuestros cuerpos hasta llegar a su cinturón, con un poco de dificultad logro sacarlo y luego con el mismo me amarro las manos al respaldo de la cama. -       Ahora si a disfrutar, de lo que es mío. – dijo mientras recorría mi cuerpo con sus sucias manos.              Cuando al fin logro tenerme a su merced, tomo mi cuerpo, sacio sus más impuros y salvajes deseos, no pude hacer más cerrar los ojos y rogar que todo terminara rápido. Mientras mis lágrimas salían sin cesar, podía escuchar sus gemidos de satisfacción, mientras me desnudaba y besaba mi cuerpo con fervor. Luego de un par de minutos, se acomodó entre mis piernas y entró en mí de un solo golpe, haciéndome gritar, por el dolor tan intenso que me hizo sentir ante su embestida ruda y cruda. Se detuvo por un momento – relájate, pasará pronto – dijo con voz ronca. – Dios, esto es increíble... Kate eres única – dijo antes de comenzar con sus embestidas hasta saciarse con mi cuerpo. Yo solo me quedé en silencio, esperando el final, me tomo varias veces más hasta cansarse y quedarse dormido a mi lado.               Así fue como perdí mi virginidad, en manos de la persona que se supone que cuidaría de mí, de la persona que era un hermano para mí y juro protegerme en las buenas y en las malas. Yo confiaba ciegamente en él y le tenía mucho afecto. Pero me defraudo y no solo a mí, sino también mi familia y la suya. Él me destruyo y con su error me arrastro a la infelicidad, porque después de ese día, jamás volví a ser la misma. (…)            Un golpe en el asiento me despertó y me trajo de regreso a la realidad, abrí los ojos de golpe, mi respiración estaba tan agitada, que sentía que mi corazón latía tan fuerte que se saldría de mi pecho. Inhale y exhale varias veces con lentitud hasta lograr que mi ritmo cardiaco y mi respiración se estabilizaran. Ya habían pasado muchos años desde la última vez que tuve pesadillas de ese tipo, sin embargo, ese suceso marco mi vida para siempre.              Para muchas mujeres el recuerdo de su primera vez es especial, para otras no tanto, pero para mí fue la experiencia más traumatizante y desgarradora que jamás imaginé vivir a los 19 años. Después de eso mi vida se vivió miserable, mi baja autoestima, el miedo de salir al exterior y el terror de ser tocada por cualquier hombre, me mantuvieron aislada del mundo por un tiempo. Tuve que tomar terapia por muchos años para recuperar la confianza en mí misma y volver a tomar el control de mi cuerpo, después de recuperar un poco de confianza en mí misma, los únicos hombres que podría tener cerca eran; mi hermano y mi padre. Cabe mencionar que las únicas personas que saben sobre mi terrible experiencia son mi cuñada Andrea, a quien le debo mucho y también a mi mejor amiga Julia.