Fernand.....
Quiero invitar a Danna a cenar, tengo una sorpresa para ella, pues lo mío con Danna va muy en serio, la amo, y me doy cuenta de ello cada vez más, esta noche la llevaré a cenar a un lugar delicioso, con un ambiente tan romántico que se le va a fascinar.
Cuando llego por ella a la clínica sé que mi madre ya no esta aquí, pues salió un poco antes porque tenía cosas que hacer, Danna me lo confirma.
- Iremos a un lugar muy bonito..
Pero Danna me observa algo incómoda al parecer.
- ¿Sucede algo?
Le pregunto, ella me observa y parece dudar si decirme.
- Es solo que... No sé si estoy vestida para ir a un lugar así, es que...
Y comprendo a lo que se refiere, ella viene con ropa cómoda pues lleva aún la bata de la clínica, comprendo a lo que se refiere.
- Si, quizá deberíamos hacer algo.
Aparco en una hermosa tienda de ropa, hay preciosos vestidos.
- ¿Qué hacemos aquí?
La observo y tomo su mano.
- Toma, yo esperare aquí afuera pues necesito hacer una llamada, entra y compra un bonito vestido, esta es mi tarjeta black, no tiene límite, compra lo que te haga sentir hermosa, aun que para mí lo eres con cualquier cosa, deseo que disfrutes...
Danna me observa y no parece convencida, pero le pido que lo haga, que esta noche quiero llevarla a un lugar especial, quiero que se sienta como lo que es para mí, una princesa, la más hermosa que hay.
Ella al final y después de suplicar acepta, camina dentro de la tienda de enormes cristales, puedo verla desde aquí, hago una llamada y me doy cuenta de algo.
Danna parece incómoda ante la mirada despectiva de la dependienta, me pregunto ¿Qué sucede?
Camino hacia la puerta y la dependienta que atiende a Danna le dice de manera tan grosera.
- Mira, hay una tienda con vestidos más a tu nivel muchacha, aquí vendemos solo alta costura, no podrías pagar ni el cinturón que llevan algunos de ellos.
Danna baja la mirada incómoda ante la atenta mirada de las mujeres que parecen burlarse, pero me doy cuenta de que estas personas necesitan una lección.
Ellas al entrar me observan y caminan a toda prisa hacia mí.
- ¿Qué sucede hermosa? ¿Por qué tardas? ¿A caso ninguno de estos vestidos te gusto? ¿O es que a caso quieres vaciar la tienda como la última vez? Sabes que el dinero no es un problema hermosa, anda...
Danna me observa como si no comprendiera de lo que hablo, pero enseguida toma el hilo de la situación.
- Es que la señorita me comento que aquí no hay...
Pero la mujer abre muy grandes los ojos y se apresura a llegar a donde Danna.
- Ahora mismo champagne para la señorita, venga conmigo, le traeré el vestido que me pidió, ¿Talla S verdad?
Danna la observa y asiente, entra a los probadores no sin antes observarme con una sonrisa, sabiendo lo que acabo de hacer.
Las 3 mujeres dejan lo que harían y se concentran en Danna, le llevan vestidos e incluso a mí me preguntan por colores, zapatillas, pero yo les digo que si a mi novia le gustan nos los llevaremos, que le preparen varios vestidos, zapatillas, joyas, prendedores...
Cuando Danna esta lista una de las mujeres me dice que ahora viene, una de ellas la maquilla y arregla su cabello, Danna camina con un precioso vestido ajustado a su cuerpo, elegante y color Dorado, es precioso, hace que su figura y su belleza se realce, no lleva una mangas, el corte en definitiva le sienta de maravilla, Danna me observa con una sonrisa y yo me quedo como un imbécil observándola con la boca abierta.
- ¿Qué le parece señor? ¿A caso la señorita no se ve hermosa?
Yo no puedo dejar de disfrutar la vista, la preciosa mujer frente a mí.
- Es una diosa, eres perfecta hermosa...
Me acerco a ella y acaricio su mejilla.
Las mujeres nos observan y le ofrecen una y otra cosa a Danna, yo les digo que nos llevamos todo lo que a ella le guste.
Danna se niega, pero al final las dependientas empacan en cajas 5 vestidos, tanto de noche como casuales, zapatillas, sacos, pero ahora nada importa, solo que ella se sienta cómoda, feliz, hermosa como yo la veo.
- Me siento como una princesa...
La acaricio de los hombros y le digo.
- Lo eres, mi princesa, te daré el mundo Danna, todo lo que anheles lo tendrás.
Danna y yo salimos del lugar, les pido que envíen todo al apartamento de Danna, pues nosotros ahora tenemos cosas que hacer.
- No tenías porque comprar todo eso, fue demasiado...
Pero me gusta poder darle todo, quiero algo real con ella, así que lo mio será suyo también.
- Quiero que tengas todo, además esa mujer estaba pesada, quería que se comportara tan loca como lo hizo, viste como te cuidaba y te trataba una vez que supo que tenías para pagarle hasta la sonrisa, quizá debimos solo irnos, pero quería que se tragara sus palabras y te atendiera como mereces...
Llegamos al lugar donde cenaremos y él al entrar Danna roba las miradas de los presentes, los hombres no dejan de apreciar la belleza que llevo de mi brazo, Danna camina a mi lado observando el lugar, ella no es consciente de lo hermosa que se ve, lo afortunado que soy de tenerla a mi lado, mía, me repito una y otra vez, mi Danna hermosa, solo mía.
- Por aquí por favor.
Dice la joven que nos lleva a nuestra mesa, apartados de todos, en la terraza al aire libre.
Danna me observa y sonríe.
- No cabe duda que eres la mujer más bella que mis ojos hubiesen visto...
Su rostro se pone tan rojo y solo me dice que yo me veo muy apuesto.
- En cuanto te vieron entrar en esa tienda pude notar como las mujeres se abalanzaron contra ti, eres tan apuesto, no sé que puedes ver en alguien tan simple como yo...
Pero ella de verdad no sabe lo preciosa que es, como me hace sentir con solo verla.
- Pedimos algo para cenar, pero primero nos traen una copa de Champagne, Danna la toma y chocamos nuestras copas.
Charlamos tan cómodos, reímos, la pasamos tan bien, siento que ha llegado la hora, no quiero esperar más.
- Ven, mientras traen la cena quiero que veamos la vista.
Ella se coloca en la orilla de la terraza, vemos hacia abajo, Danna se queda ahí de pie con los ojos cerrados, sintiendo la brisa fresca que corre, yo me coloco tras ella y la abrazo rodeando su cintura, sintiendo su bello aroma, ese a frutos que siempre lleva encima.
Beso, su hombro, y ella reacciona con un cálido resoplido, coloco mi mano en su brazo, recorriéndolo con delicadeza, veo como su piel se eriza al contacto, ella altera mis sentidos sin siquiera ser consciente de ello.
Sintiéndome seguro, y al mismo tiempo nervioso me decido a hacerlo.
Tomo de mi saco una sortija que llevo preparando hace algunos días.
Me separo un poco y me inclino sobre el suelo en una de mis rodillas.
- Danna...
Le digo al tiempo que ella se gira a verme, baja la mirada y se queda boquiabierta, me observa y no dice nada, quizá se queda sin palabras.
- Sé que quizá para ti es rápido, pero he descubierto que no quiero pasar más tiempo sin ti a mi lado, no quiero que dejes tus sueños, quiero ser parte de cada uno de ellos, deseo ser el hombre que los haga realidad, que te apoye, que te ame y te motive a cumplir tus metas, Danna Gray, me harías el gran honor de convertirte en mi esposa, cuando quieras, el día que tú elijas, solo por favor... Sé mi esposa...
Le digo lleno de esperanza, Danna comienza a derramar lágrimas y en ese momento me preocupo, pero de pronto ella me dice que si con su cabeza, pues tiene un nudo en la garganta, me pongo de pie y le coloco el anillo, soy tan feliz y afortunado, ella aceptó, será mi esposa, Danna será mía para toda la vida, estoy tan feliz...