Por una niña

1376 Words
Narra Elizabeth Escuché que abrían la puerta y cerraban la puerta, cuando encontré los papeles que me faltaban me di la vuelta para ver al Señor Sharpe, pero lleve una gran sorpresa, era el señor que había chocado accidentalmente ayer y por lo que veo el también estaba sorprendido. -¿Usted?-dijo con el ceño fruncido. -Buenos días Señor, me parece que hay una equivocación. -Yo creo que sí, soy Thomas Sharpe y tengo una reunión con Elizabeth Goldstein. -Entonces no hay ninguna equivocación, mucho gusto Elizabeth Goldstein. -Un gusto pero no creo que sea usted, es apenas una...una niña. -¿Disculpe? —Dije con una ceja arqueada. -No se ofenda, pero no creo que una niña como usted sepa o entienda de este tipo de negocios dónde se maneja mucho dinero y es una responsabilidad muy grande-dijo con una sonrisa bastante arrogante, misma sonrisa que conocí ayer y la odio. Yo me enderecé en mi lugar y me crucé de brazos. -¿Cuál de toda esa oración tan arrogante no debería ofenderme?, Usted señor Shape no me conoce ni siquiera sabe quién soy, solo tengo una pregunta y dos decisiones según su respuesta así que... ¿usted va a seguir con esta reunión para cerrar el trato? Dije muy firmemente y me senté en mi silla esperando una respuesta. -Es obvio que no, no pienso seguir adelante con una niña al mando de este contrato. -Ok, no lo haga pero después de que usted le diga a sus próximos inversionistas que rechazó mi propuesta le aseguro que nadie pero nadie va a firmar con usted. -Sí cómo no, usted niña no me conoce y no creo que sea tan especial para que nadie quiera firmar conmigo si la rechazo. -Hágalo y va a ver qué no me equivoco y jamás lo hago y usted señor es Thomas Sharpe, un hombre de 37 años, propietario... bueno mejor dicho su padre le heredó la empresa a usted hace 5 años, tiene sucursales en New York, Chicago y acá en Londres. Tiene más de cinco proyectos en ejecución, y está por abrir otra sucursal en París, tiene 2 hermanas y está comprometido con Jessica Wood. Creo que sé bastante más de usted que usted de mí-dije con una sonrisa. El volvió a arquear una ceja y se cruzó de brazos. -No necesito saber sobre una niña, que se que no es lo suficientemente responsable para llevar a cabo un proyecto de millones de libras. -Como usted desee, que tenga un buen día. Dije con una sonrisa y me di vuelta con mi silla mirando hacia la ventana, después de unos segundo escuché como se abría y se volvía a cerrar. No sabe con quién se ha metido el señor Shape pero se va a arrepentir y va a volver yo nunca me equivoco. Narra Tom. ¡Maldita niña!, ¿quien se cree que es para decirme todas esas malditas cosas?, si hubiera sabido que desde el principio la principal inversionista sería esa niña no hubiera acordado nada, cuando volví a mi empresa y entre a mi oficina a la primera en ver fue a Scarlet, al verme lo primero que hizo fue sonreír. -Que bien te fue. -No estoy para tus burlas-dije mientras me sentaba en mi silla. -¿Qué sucedió? Creí que estaba casi cerrado el acuerdo. -Paso que nunca creí que fuera una niña la que tendría el 70 por ciento de este proyecto- le respondí mal, realmente estaba muy fastidiado por culpa de esa niña. Nunca creí que sería la misma que me chocó ayer en la cafetería, aunque desde el primer momento en que la vi me pareció realmente hermosa, aún así jamás pensé que sería mi inversionista. -No entiendo a lo que te refieres. -La inversionista que tiene que firmar el proyecto no tiene más de 25 años. -¿Y cuál es el problema?--Dijo cruzados de brazos y con una sonrisa.- yo fui tu socia cuando tenia 27 años, no me parece justo que le digas asi - Odio cuando hace eso, según ella después de esa pose siempre tiene la razón. -¿Y que tiene que tenga esa edad? Puede que parezca una niña pero puede ser muy responsable, ningúna persona con dos dedos de frente la dejaría a cargo de una empresa si no estuviera capacitada. -No me voy a arriesgar a invertir millones de libras para que ella lo arruine, prefiero hacer el trato con Samuels. -Como quieras, sabes que siempre voy a apoyarte, bueno me voy a mi oficina tengo cosas que hacer. -Está bien, te veo más tarde, en una hora tengo una reunión con Samuels. -Bueno, te deseo suerte. -Gracias. Le dije con una sonrisa y ella se fue, es increíble que una niña de solo 25 años este a cargo de esa empresa, pero debo de admitir que es muy hermosa, esos ojos marrones son tan hipnotizantes, esas piernas de tan solo pensarla hace que mi sangre hierva pero no precisamente de coraje. Estaba tan concentrado pensando en esa niña que no me di cuenta cuando Jessica entró hasta que tocó mi mano. -Mi amor te estoy hablando, ¿qué sucede? -Nada solo pensando en el trabajo-Dije mintiendo si supiera que mis pensamientos estaban en una hermosura de ojos marrones sus celos volarian hasta la luna y no tengo ganas de soportar eso en estos momentos. -Entiendo, venía a verte por el tema de la boda. -Jessica ya hablamos de eso, te propuse casamiento pero acordamos que eso te encargarías vos cuando tengamos la fecha y aún no la tenemos. -Pero si no la tenemos es porque vos no querés ponerla, llevamos comprometidos dos años. Justo cuando iba a hablar sonó el teléfono de mi oficina. Llamada. -Dime Amelia, ¿qué sucede? -Perdon Señor que lo moleste, pero acaba de llegar el Señor Samuels. -Está bien, hazlo pasar por favor. -Como diga. Colgué la llamada y miré a Jessica que seguía cruzada de brazos y enojada. -Lo lamento, seguimos hablando en casa, tengo una reunión. Ella iba a responder pero en ese momento golpearon la puerta. -Adelante. Ella agarró su bolso y salió enojada cuando Sebastian Samuels abrió la puerta para ingresar. -Buenas tardes señor Shape. -Buenas tardes señor Samuels, dígame Tom por favor. -Bueno en ese caso me puede decir Sebastian. -De acuerdo, tomé asiento por favor. -Muchas gracias. -Aquí tiene el contrato del que habíamos hablado. -Si ya veo. Se lo di y lo empezó a leer pero se ceño sé función un poco y ya se lo que le va a decir. -Si el porcentaje no le convence podemos...-Dije pero él al instante me interrumpió. -No, no es el porcentaje ni las cláusulas, acá dice que llevó este mismo proyecto a la señorita Elizabeth Golstain, quisiera saber por qué no está su firma. -Sinceramente no creo que una niña esté capacitada para este proyecto. -¿Es lo que ella dijo o lo que usted opina? -Es mi opinión y sinceramente creo que es mejor hacerlo con usted. Cerró la carpeta, se levantó de su asiento y empezó a acomodar su saco, era la primera vez que me sucedía una cosa así. -Lo siento señor Sharpe, es un lástima que no se haya tomado la molestia de conocer a la señorita Goldstein ni un poco y si ella no ha firmado o no ha insistido en este proyecto es por qué tiene sus motivos y como veo que ella no está interesada yo tampoco lo estoy si me disculpa tengo una cena importante con permiso. Dejo la carpeta en la mesa y salió de mi oficina. Maldita niña pero no voy a dejar de insistir en otros inversionistas. Unas semanas después. No puede ser, maldita niña, me niego a que ella tenga razón, me niego a que ir a pedirle disculpas, nadie pero nadie ha querido firmar conmigo este maldito proyecto, ninguno de los mejores empresarios más respetables y poderosos y todo porque no está la firma de esa niña, estas últimas semanas he estado del peor humor no solo por que nadie ha querido firmar mi proyecto sino que las palabras de esa niña se me repiten una y otra y otra vez en mi cabeza.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD