Junté toda la dignidad que me quedaba y tomé una enorme bocanada de aire antes de entrar al estudio fotográfico. Mi hermano intentó consolarme lo más que pudo, y el resultado fue desastroso. Aún tenía los ojos hinchados por las lágrimas y mis ánimos estaban por el suelo. No sabía qué pasaba conmigo. Yo no era de las chicas que rogaban por la atención de nadie, porque todos siempre rogaban por estar cerca de mí. Todos querían ser mis amigos, los chicos peleaban para salir conmigo y ahora ahí estaba yo, llorando porque Hans me había ignorado luego de besarme, como si las cosas hubieran cambiado de lugar, ¿Ahora era yo quien quería atención de alguien más? ¡Eso no pasaba! Harry y Josh estaban acomodando sus cámaras, y Hans estaba arreglando las farolas que usaríamos en la sesión. Las chic

