NARRA SARKA.
Para serles sincera, la vida no me ha tratado bien, muchas personas piensan que por ser de la alta sociedad no tengo ningún problema, pero es todo lo contrario. La vida da tantas sorpresas, entre esas algunas buenas y otras malas.
Mi nombre es Sarka Motkaevna Sokolova, la albina de la familia y también la penúltima hija. Al igual que todos mis hermanos tenemos que sufrir por el maltrato de nuestros padres, la injusticia es una de las cosas que abundan en este hogar, nuestro hermano mayor Mikhail ha hecho cosas inimaginables con tal de protegernos.
Cuando tenía seis años era tan feliz, todo era tan distinto, mis padres parecían sacados de un sueño, de los sueños más bellos, pero de los sueños más bellos se convirtieron en la peor pesadilla que se puede tener. Mis padres comenzaron con sus maltratos, comenzaron a ser estrictos, no querían ni que los miremos, y mi madre comenzó con la idea de tener a las hijas perfectas.
Mi madre era una mujer que se preocupaba por mí, siempre estaba conmigo, pero cuando cumplí los seis años todo eso cambio. Ella me hacía hacer cosas inhumanas, dietas estrictas, cansados entrenamientos, y muchas otras cosas más. Comenzó con su idea de tener hijas perfectas que fueran también esposas perfectas, cuando nuestra hermana mayor Marisha se comprometió.
Cada día me escondía de ella, para que ella no me viera y me llevara a esas clases infernales, escapaba de casa sin que nadie se diera cuenta, incluso mi padre no pudo encontrarme y tampoco sabía en donde estaba. Marisha me llevaba a su escondite junto con Sasha, nos escondíamos en el bosque, en una pequeña casa del árbol que Mikhail y Makari hicieron para ellos, pero al ver lo que nos pasaba decidieron llevarnos también.
Mikhail y Makari sabían lo que nuestra madre nos hacía y luego mi hermano gemelo Sergei se enteró y decidimos escondernos en esa casa en el árbol. Nadie sabe la existencia de esta casa, por eso es que siempre estamos aquí y le enseñamos la casa a Sophie porque no queremos que ella sufra lo que sufrimos nosotros.
A Maksim y Melanka nuestros padres les lavaron el cerebro, una vez casi nos delatan con el escondite, pero logramos desviarlos. Cada vez que venimos aquí tenemos que vigilar que nadie nos siga, si alguien nos descubre todo sería un gran caos, destruirían nuestra casa del árbol y Mikhail y Makari se sentirían mal por la destrucción de la casa que no se cuánto tiempo tardaron en construir.
En estos momentos me encuentro con mis hermanos en la casa del árbol, menos Maksim y Melanka, ellos están en sus clases o más bien en su tortura. Me encuentro leyendo un periódico y mis hermanos unos libros, menos Mikhail porque el también esta leyendo un periódico, y Sasha está bordando, ella quería aprender y para serles sincera es muy fácil bordar.
Doy vuelta la página que estoy leyendo y leo una noticia la cual me impacta.
-Hermanos- digo y todos me miran- aquí dice que una mafia está aquí en el Zarato Ruso- digo un tanto asustada y todos me miran impactados.
- ¿Que es una mafia? - pregunta Sophie confundida.
-Una mafia sería ...- dice Sergei tratando de recordar lo que era una mafia.
-Una mafia es una organización de criminales, ellos obtienen dinero a cambio de hacer trabajos sucios- dice Mikhail con la mirada perdida- según leí ellos están en Siberia y no en la capital en donde estamos, no tenemos del porque preocuparnos- vuelve a decir con simpleza.
Con lo que llegué a leer sobre las mafias, son organizaciones peligrosas, con personas peligrosas, gente peligrosa que no teme a matar. Aunque se les debe de temer ¿Pero qué haremos nosotros? Nada, absolutamente nada; como si pudiésemos hacer algo para detenerlo.
También leí que la mafia es del Reino Italiano, lamentablemente nadie ha podido identificar a nadie de esa organización, llevan antifaz y máscaras. Solo dejan las paredes pintadas las cuales dicen La Mafia Italiana está aquí...
No logro entender lo que quieren del Imperio Ruso, en estos lugares abunda los metales preciosos, oro, plata, diamantes, perlas, entre más cosas. Pero ellos no buscan eso, en todos los lugares en el que estuvieron no han robado nada de oro, diamantes, nada de eso, simplemente se encuentran cuerpos decapitados o cuerpos sin órganos.
Al parecer los soldados deberán de estar más alerta, después de todo son los encargados de proteger y que todo se cumpla; cosas del Zarato Ruso.
Pero también me deja pensando toda esta situación ¿Será esta la caída del gran Zarato? Bien se sabe que las personas de la baja sociedad cada día se están muriendo de hambre y eso hace que las personas recurran a tener dinero de una manera más fácil.
Decido que es mejor dejar de leer el periódico y es mejor agarrar un libro para despejar mi mente de esas cosas. Me percató que mi hermana mayor Sasha sigue bordando, por lo que veo está bordando el dibujo de un elefante, pero a ese elefante le falta algo...
- ¡TE VAS CLAVAR LA AGUJA EN EL DEDO! - grita eufórico mi hermano Makari.
-Lo lamento, ando distraída- dice apenada- pero está quedando hermoso- dice ella con una sonrisa.
Makari, Sergei y yo miramos el bordado el cuál ella está haciendo, nos miramos confundidos porque a ese elefante le falta algo...
- ¿En dónde está la cola de elefante? - dice Makari confundido, escucho que Mikhail aguanta una carcajada.
- ¿Los elefantes tienen cola? - pregunta Sasha confundida, aguanto la risa que quiere salir y Mikhail también.
-No querida hermana, los elefantes también tienen una oreja más pequeña en la parte trasera- Dice Mikhail estallando en carcajadas y el resto de mis hermanos también comienzan a reír.
-Hermana menor deberías leer más sobre los animales, tal vez y un día te encuentres con un león y lo confundas con una cebra- dice Marisha divertida y riéndose de la penosa situación.
-Tienes razón hermana mayor, leeré más sobre los animales- dice Sasha con una sonrisa.
La situación me da un poco de pena, por suerte Sasha comenzara a leer más sobre los animales. Ya casi está cayendo la noche, creo que ya nos regresaremos al palacio.
-Hermanos es hora de regresar al palacio, pronto oscurecerá y es mejor llegar antes- dice Mikhail cerrando su libro y levantándose.
Mis demás hermanos y yo imitamos su acción y dejamos todo lo que teníamos en mano. Mikhail es el primero en bajar, le sigue Makari y Sergei, después baja Sophie a ella la ayudamos a bajar, baja Sasha y después bajo yo, Marisha es la última en bajar. Al bajar ella se tropieza y cae al suelo, Mikhail la ayuda a levantarse y la alza en sus brazos, Marisha se ensucio y también se lastimo, por suerte no es tan grave.
Al llegar al palacio nos espera justo en la puerta nuestros padres y también Maksim y Melanka.
- ¿En dónde estaban? - pregunta nuestra madre con enojo.
-Estuvimos recorriendo los alrededores de este palacio- dice Mikhail serio- ¿Acaso no podemos recorrer los alrededores- finaliza Mikhail con voz gélida.
-Pueden recorrer al terminar sus lecciones- dice nuestro padre con la misma seriedad- Antes tendrán prohibido- también dice mi padre con su voz gélida.
-Sophie ven querida- dice nuestra madre- tienes que asistir a tus clases- dice con "ternura" esa mujer. Veo que Sophie está a un paso de ir y Marisha le agarra la mano.
-Pequeña ya es tarde y es mejor que nos vallamos a dormir- dice Marisha con una sonrisa a Sophie. En la mirada de Marisha está el más puro odio, no hacia Sophie, el odio es para nuestra madre.
-Padre, ninguno de ellos asistió hoy a sus clases ¿Lo dejaras pasar? - dice Maksim con burla.
Maldito se tus intenciones y no te va a salir como tú quieres.
-Padre sentimos faltar a nuestras clases de hoy, queríamos pasar tiempo juntos y mostrarle los alrededores a Sophie, después de todo ella no sale- digo con lamento. No me arrepiento de a ver faltado, pero será mejor poner una excusa.
-Por esta vez lo dejare pasar, mañana quiero a todos en sus clases y el que no este será mandado al calabozo- dice nuestro padre serio.
Al estar enfrente de todos mis hermanos, mi padre me agarra del mentón y hace que lo mire directamente a los ojos. Su mirada me aterra, quiero mirar en otro lugar, pero le sigo manteniendo la mirada para no demostrar debilidad. El me suelta y un sentimiento de alivio se instala en mi cuerpo.
-Todos irán a sus habitaciones, menos tu Sarka, te espero en mi despacho- dice con autoridad- arréglate primero y luego ve a mi oficina- termina de decir y se va.
Mi madre, Maksim y Melanka entran al palacio y yo estoy aquí, prácticamente congelada, la simple idea de imaginarme del porque me quiere en su despacho me da escalofríos.
-No te hará nada, solo quiere hablar contigo- me dice Marisha con una sonrisa.
Ni siquiera me di cuenta cuando ella se bajó de los brazos de Mikhail y llego a mi lado.
Solo espero que no sea nada malo.
Tiempo después...
Me miró por última vez en el espejo, llevo puesto un vestido pomposo de color dorado y una diadema de oro y diamantes. Marisha está conmigo ayudando me a prepararme.
-Sarka recuerda, no hables si él no te lo pide, no te levantes si él no te la autorización y si no es necesario no lo contradigas, compórtate y no hagas una tontería. Puede que sea nuestro padre, pero si a él no le gusta algo es capaz de encerrarte en el calabozo- termina de decir Marisha seria y poniéndome una cadena de perlas.
-Entiendo hermana mayor, no haré nada malo y me comportaré- digo haciendo una leve reverencia.
-Ya está lista, puedes irte- me dice Marisha y dos sirvientas me abren la puerta y me encamino al despacho.
Los pasillos destellan el resplandor y poder de la familia Sokolov, oro, diamantes, bronce y demás lujos. Al estar enfrente de la puerta toco tres veces y escucho un "pase" y decido entrar.
-Buenas noches padre- digo haciendo una reverencia en frente de él. Él está sentado en uno de los sillones de cuero de color n***o.
-Hija querida, siéntate al lado mío- me dice señalando un lugar a su lado, me siento en donde el me pide.
- ¿Para qué me necesitabas padre? - pregunto curiosa de lo que me pedirá.
-Hija ya tienes doce años y muy pronto cumplirás trece, he pensado en varios pretendientes para ti, pero ninguno me agrada- dice serio- es por eso que quiero que te comprometas con uno de los hijos de Vladimir- termina de decir y me mira.
Mi mirada refleja el más puro terror en estos momentos, ¿yo? ¿Casarme? Esto debe ser una broma de mal gusto, yo no quiero casarme.
-Padre respeto tus decisiones, pero aún es muy pronto para que me case. Además, pronto será la fiesta de compromiso de Mikhail y sería mejor que esperemos- digo tratando de sonar segura, pero el miedo me gana.
-Si tú lo decides así, entones así será- dice él y una sonrisa adorna mi rostro- pero después de la fiesta de compromiso de Mikhail te comprometerás con una de los hijos de Vladimir- dice el con seriedad.
-Como usted ordene padre- digo agradecida y esperando a que diga que puedo irme.
-Ya puedes retirarte- me dice eso, yo me levanto, hago una reverencia y me voy.
No fue tan malo como lo pensé.
SOFIA TORALES...
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