STEFANO Desperté abruptamente de aquel sueño espantan con mis compañeros de vuelo, acabamos de aterrizar en Roma, salí del aeropuerto para cenar en una pequeña cafetería unas cuantas calles del centro decidí buscar un hostal donde pasar la noche, no quería que se volviera a repetir la historia y me encontrara Minerva. Cuando por fin me contestó un hostal con habitaciones disponibles, pues era vísperas de Navidad todo estaba saturado, y porque si llegaba a algún hotel al igual que aquella vez Minerva me encontraría muy fácil. Rápidamente me di cuenta que no tenía mucho efectivo pues no retiré nada de dinero para que nadie sospechara nada, más el gasto de la maleta, además de que salí corriendo, así que agradecí haber traído el violín conmigo. Terminé tocando cerca de la cafeterí