Helena Rossi
2 semanas después
llevo casi dos semanas castigada con el, lo bueno es que casi no discutimos empezamos a hablar de nuestras vidas no somos tan diferentes el también solo tiene a uno de sus padres pues su papa los abandono muy pequeño y jamás lo ha vuelto a ver, no volvimos a besarnos pero extrañaba sentir sus labios carnoso en los míos, pero no iba a aceptar que me gusto, por una parte no quería dejar de ver a ese chico con cabellera rubia y ojos azules pero por otra parte mi orgullo era muy grande para poder aceptar lo que sentía.
Ya estábamos acabando de acomodar los últimos libros para poder salir de nuestro castigo habíamos acabado 1 hora antes estaba muy feliz.
-te puedo preguntar algo- me dijo el rubio con un cierto brillo en sus ojos
-claro dime
-te gustaría ir a ver el atardecer conmigo, encontré un lugar donde nos podemos relajar un rato- sabia que mi papa estaba fuera de la ciudad uno de sus "negocios" podía aprovechar.
-si me gustaría, además no tengo nada que hacer mas tarde, pero déjame voy a mi casa y me cabio mándame la ubicación del lugar y llego dentro de 1 hora.
El acepto y nos despedimos, al llegar a mi casa todo estaba el silencio subí rápidamente a mi habitación me duche y decidí colorarme uno short y una blusa morada con un escote en mi busto, me maquille muy sencilla y salí rápidamente de mi casa rumbo a la ubicación que el me había mandado, el camino era un poco difícil para mi carro pero logre llegar sin ningún problema, cuando baje de mi auto lo vi debajo de un árbol con un tela en el suelo y unos refrigerios.
-hola- lo salude sintiendo mis mejillas rojas-¿llegue muy tarde?
-hola, no acabe de llegar espero no te moleste que allá traído comida- negué con mi cabeza y me senté al lado de el, se veía tan guapo con una camisa branca pegada a su cuerpo y una sudadera que apretaba su entre pierna, sentí como mis bragas se mojaban solo con verlo.
estuvimos hablando de todo un poco y comiendo la verdad todo estaba delicioso, ya estaba empezando a atardecer.
- es hermoso, jamás había visto un atardecer tan hermoso- sentía su mirada fija en mi, no era capaz de mirarlo sabia que se podría dar cuenta lo que el me hace sentir.
- no tan hermoso como tu-quede sin aliento con esas palabras- la verdad me encanta tu carácter te hace diferente, no eres como esas mujeres que hay que cuidarlas como una porcelana tu eres capaz de cuidarte sola y eso me gusta- no sabia como actuar después de esa declaración solo me quede callada por unos segundos hasta que tuve el valor de hablar mirándolo a los ojos.
- la verdad al principio de odie y mucho- vi como su cara se contraía y su mirada bajaba- pero ahora me siento feliz a tu lado no puedo creer lo que voy a decir pero me gustas y mucho- su miraba se volvió a levantar pude ver ese brillo en sus ojos y el solo miraba mis labios.
-a la mierda no aguanto mas- dijo el
uniendo nuestros labios es un beso muy suave pero este se volvió mas caliente, el empezó a meter su lengua dentro de mi boca como si hubiera una danza entre nuestras lenguas sus manos empezaron a viajan por mi espalda mientras el me empujaba mas contra su cuerpo, estábamos tan cerca que podía sentir su erección, mis manos masajeaban su cabellera rubia, estaba tan excitada que podía sentir lo mojada que estaba, el me recostó contra la tela botando todo lo que estaba sobre esta, sus manos me agarraron mi cola con mucha fuerza que de mi boca salió un gemido fuerte y lleno del deseo.