Capitulo 10

1024 Words
La vida. Si alguien me pregunta, la vida es una mierda. Un conjunto de sucesos catastróficos. Un conjunto de pequeñas desgracias que vuelven loco a cualquiera. La vida no es negra o blanca. Es un conjunto de grises. Una maldita locura. Si hay algo que odie en toda mi vida, era esperar, odio demasiado que las personas hagan cosas que no puedas controlar, creo que las personas hacen cosas impulsivamente sin darse cuenta de que las cosas eran demasiado complejas por los actos que hacía, la gente hace cosas demasiado complicadas, la gente actúa sin entender que esos actos por pequeños que sean tienen consecuencias, mi padre no se dio cuenta de que sacando dinero poco a poco le iba a llevar a cometer un delito, quizás no se daba cuenta de que estaba cometiendo un delito, pero un acto que parece inofensivo hizo que tres vidas se destruyera, quizás si estuviera solo, no le importaba lo que hiciera, pero está claro que no estaba solo, sino que tenía dos personas a su cargo a las cuales cambio la vida, por toda la locura que pasara. Zach me miro mientras su hermano intentaba arrancar la moto. Si algo me había quedado era que no todos los hermanos gemelos eran tan unidos como Alexandra y yo, aunque creo que eso es algo demasiado imposible, porque somos más amigas que hermanas. Y si, Zach y Antony son gemelos y pienso que por eso se interesó tanto porque Alexandra y yo fuéramos gemelas, no es muy común que unas gemelas y unos gemelos convivan en el mismo espacio, no éramos muy comunes, creo que había uno entre cada cinco millones, aunque quizás ese dato era demasiado loco. Alguien le había cortado el cable que daba gasolina al motor haciendo que fuera imposible que arrancara. Para ser sincera, si era un criminal no era algo que me sorprendiera, seguro se había ganado demasiado los enemigos que tuviera, aunque esperaba que las cosas, que sus enemigos no me afectaran demasiado a mí porqué ya tenía demasiado con mis problemas personales y familiares. —Pienso que voy a pedir un taxi—comente. Antony me miro. —¿Puedes esperar unos segundos?—me pregunto. Le miré. —Te han cortado un cable, eso no tiene buena pinta—le dije. Antony se acercó a mí. —¿No piensas que lo de vender drogas en el colegio puede darte enemigos?—le pregunte. —Uh—se burló Zach. Antony miro mal a su hermano. —No sabes si eran drogas—me quejo claro. Me crucé de brazos. —Es casi imposible que no sean drogas, es eso o exámenes, dudo mucho que un arma sea tan pequeña—le deje claro. El chico me miro demasiado atento. —Demasiado lista eres tú ¿no?—me pregunto bromeando. —Leo mucho, tengo instinto de investigación— dejé claro. El chico me miro analizando mi cara. No es algo que pueda ocultar, amo investigar y leer sobre misterios, amo cuando hay un caso no resuelto y puedo crear mis teorías, quizás no es demasiado sano sentarme por horas a leer sobre asesinos en serie, sobre personas que cometen crímenes atroces, pero es algo que no puedo evitar, amo intentar adivinar las cosas, intentar saber que es lo que pasaba en el mundo, intentar saber por qué el mundo es como es, no lo sé, me gusta entender la complejidad del mundo, no solo me gustaba investigar las cosas que pasaban en este país, sino en todo el mundo, era curioso ver como las personas cambiaban su forma de ser según el mundo, según el entorno en el que estaban pasando las cosas, las cosas eran demasiado diferentes si estábamos en el norte o en el sur, en el este o el oeste, no sé si era cuestión de sal en el agua u oxígeno que llegaba al lugar, quizás solo era cuestión de tonterías que pasaba en el mundo, o quizás simplemente estaba volviéndome loca. —Droga no sé si era, pero estoy seguro de que el dinero de hoy era parte de esa transacción—comento Zach. Le miré. —Creo que deberíais actuar con más cuidado si sois parte de una mafia, vuestros jefes os pueden matar—comente. Los dos chicos rieron. —En el caso de que sea parte de una mafia, sería el jefe—comento Zach. Mire al chico. —No digas tonterías—le dejo claro Antony a su hermano, le miré demasiado sorprendida. —Bueno, el jefe sería Antony, yo el que pierde el dinero—se corrigió Zach. Le miré demasiado sorprendido. —Bueno, un jefe de la mafia siempre es mejor que un delincuente cualquiera— deje claro. Los dos hermanos me miraron demasiado sorprendidos, no sé si esperaban que estuvieran de broma o deseaban que estuviera en serio, pienso que ni yo estaba demasiado segura de que sentir al lado de estos chicos o en esta situación en general, no creo que las personas puedan cambiar demasiado a los que les rodea o si lo hacen, no creo que sea de forma que sea demasiado significativa, creo que son las reflexiones lo que hacen que cambiemos la vida, tu mundo. Aunque quizás, el significado de que la gente viniera y se fuera de nuestra vida era eso, que la cambiaran. —Dame tu moto—ordeno Antony a su hermano. Zach le miro demasiado sorprendido. —¿Y como voy yo a casa?—pregunto el chico quejándose. —Te pides un taxi—dejo claro Antony. Zach le miro. —Yo tengo una cita—dejo claro el chico. —Una que se aburre—deje bastante claro. Zach me miro pensativo, analizando la situación, pero sin decir mucho, le lanzo las llaves a su hermano que agarro mi mano para llevarme a la moto de su hermano, no puedo decir mucho, me siento demasiado rara por todo lo que estaba pasando, no sabía como me había ganado el interés de Antony, no sabía como las cosas eran tan complicadas pero al mismo tiempo tan excitantes.
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