Al día siguiente antes de cualquier indicio de que falte poco para empezar las clases se paseaba verde por todos los alrededores de la secundaria un chico de ojos verdes y piel pálida. La actitud que denota en sus pasos es de seguridad y arrogancia como si el lugar fuera de su propiedad. Y para demostrárselo a cualquiera que se le dé la gana fulminaba con la mirada a cualquier presa fácil de jóvenes que encuentre por allí y al instante salían huyendo, los más escurridizos y miedosos son los de primer y segundo semestre ya que esto le daba fama y aprenden a tenerle respeto conforme avanzan de grado.
—jajaja como lo suponía —ríe al ver a los chicos huyendo. Vio que llegaba el chico de pelos puntiagudos observando todo desde la distancia caminando pausadamente con las manos puestas en los bolsillos — hey Santiago—chocó los puños con el—como va todo—
— hey Jackson—le apretó la mano igual de fuerte—¿intimidando al primer semestre de nuevo? —le pregunto, aunque ya sabía su respuesta.
—Que te puedo decir. estoy aburrido—se excusó—todos son unas miedosas gallinas, nadie diferente —se burló de ellos—el único que ha sido capaz de enfrentarme fue un tal rojito—
—¿rojito? Jajaja que apodo es ese. ¿el chico es de color rojo o que —se burló extrañado.
—Es un tipo que tropezó conmigo ayer—explico con desgano recordando lo del día anterior —se salvó de que la directora paso por allí en ese momento porque si no… tremendazos golpe que tendría marcado en su cara—
—tanto así hermano— se rio incrédulo del cambio de humor repentino en su semblante —cambiando de tema Jackson ¿crees que las chicas de ayer vuelvan a fastidiar al club? —
—Bah. no creo, a esas mocosas les debió de quedar bien claro—
El de pelo puntiagudo rodo los ojos no creyéndole —y si llegan a venir ¿Qué vas hacer? —pregunto en tono desafiante —duele decirlo. Pero no tienes motivo para no dejarla estar en equipo Jackson— se sinceró—ten en cuenta que puede hablar con el profesor de educación física y sabes… la actitud de esa chica me recuerda ha...—
—eso que importa—lo interrumpió de golpe bajando un poco la cabeza concentrándose en la cerámica del piso. cierto lo que le dice Santiago. No tenía apoyo de nada, y si ellas querían podrían ir con el profesor del equipo e igual lo obligaría a aceptarlo si no pensaba una buena excusa. Debía pensar en algo— bueno. si llegaran a venir, lo mismo. Veré como las intimido—
—lo mismo ¿en serio Jackson? —lo ve incrédulo —¿no tienes en mente dañarlas físicamente? —le vino a la mente la chica de voz chillona. Se rio para sí mismo — Esas chicas son muy tercas, pero sí creo que nos excedimos con tirarlas a la basura—
— no, ¿Cómo crees! No la dañare físicamente— aclaro de inmediato ¿Quién cree el que es él? — sé que soy mala conducta todavía sigo siendo un caballero con las damas Santiago—
El de pelo marrón dorado se carcajeo fuerte —si eso explica tu historial con las chicas—se paró enfrente de un filtro de agua para tomar un poco de este antes de entrar a su clase —deberías incluir también el daño emocional amigo, no eres muy hombre que digamos—
—no es culpa mía no querer lastimar a la chica que quieran salir conmigo. Después de todo hay mucho de mí para compartir —se pasa una mano por su cabello pasando un mecho detrás de su oreja — solo mírame — señaló su cara muy orgullosa— ¿Quién no quisiera comerse todo esto? —
El chico de ojos grises lo vio con una mueca rara en su rostro —¿tengo que responder a eso? —vio como el de ojos verdes lo miraba con reproche. —algún día vendrá alguien que te tenga contra el piso amigo—le dijo casual y sincero—creo que lo único que te salva es el amor—
—cállate Santiago—el vaso que este sostenía se lo quito para tirarlo directo a la basura. Ambos giraron la cabeza hacia el ruido de la ruidosa campana Indicativo de que empezaron las clases otra vez por dos horas hasta el siguiente receso que es el del almuerzo.
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Salón de arte. Edifico "c"
Había un grupo de siete alumnos alrededor de dos chicas escuchándolas con suma atención, ellas contaban lo que paso el día de ayer: Ambas mostraban un semblante de indignación y convicción los que le hace creer más rápido su historia, aunque ni siquiera habían terminado de contárselas a todas.
—¿es enserio? —se le acerco más a Kaori y Natalia Sophia quien también forma parte del grupo de chicas que está escuchando el relato—¡no pensé que Jackson y Santiago fuera capaz de hacerles eso! —
—No tienes idea de lo crueles que fueron—abrazo a Sophia la de pelo ondulado—¡esos dos no tienen ni un mínimo respeto por las mujeres! —
—esos ridículos no se salvarán de lo de ayer—se expresó frustrada la de pelo corto—¿Cómo es que se llamaba el malnacido? —intentaba recordar. Las chicas que estaban a su alrededor un murmuraron un Jackson —se llama Jackson… ¡jackson, no debiste meterte con nosotras! —dijo decidida. Aunque por dentro luchaba con pensamientos encontrados.
«¿Por qué tiene que esto Pasa justamente el segundo día de clases? Y yo que no quería meterme en problemas tan rápido» pensó mientras se cruzaba de brazos. le prometió a su padre evitar las peleas callejeras y eso iba hacer. lo tendría que resolver de una manera pacífica y deportiva.
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Escena retrospectiva del día de ayer
Estaban siendo cargada por Jackson y alejada cada vez más del departamento del equipo de futbol. ella ya se había cansado de darles golpes al chico de pil pálido y ojos verdes que parecía no dolerles dichos golpes. no le quedó de otra que estar quieta y calmada. Por ahora.
«¿en dónde estás Natalia?» se preguntaba mientras le encajaba una uña en la espalda al chico que ni siquiera se inmuto. Maldijo en voz baja. bueno. tampoco es que tuviera las uñas largas para que le doliera. ella nunca fue amante a tener las uñas largas, pero considerándolo mejo Debería dejarse crecer las uñas para ocasiones como esta.
—¿qué tanto piensas chica anime? —le pregunto el chico sacándola de sus pensamientos, se rio un poco volviendo a ganarse pataleos de la chica que desde hace cuatro minutos estuvo tranquila—¿te molesta que te diga sí? —
—¡no excedas tu confianza conmigo Pan mal hecho! — le insulto la de pelo corto ganándose una mirada molesta del pálido —¿y ahora que dices? ¿quieres que te llame así? ¿o te molesta? —le provoco un poco disfrutando de expresión del chico.
Este decidió ignorarla. raramente ya lo han comparado tres veces con un pan y buscaba la razón en su mente «¿acaso soy tan pálido? se frustro un poco que esta sigue moviéndose para fastidiarlo — ¡ya deja de moverte! —
—¡¿adónde nos llevan?! —se alteró removiéndose—¿y donde de esta mi amiga Natalia? —le preguntaba aun dándole golpes. Alzo la cabeza sobre el hombro del de ojos verdes observando cómo el chico “Santiago” se ponía a la par que ellos cargando a la chica de cabello ondulado que yacía muy tranquila al igual que ella encima del chico de cabello de puntas.
—hola amiga. todo se ve muy bonito desde aquí — le dijo sonriendo tratando de parecer animada.
—si Natalia. no hay nada más divertido ¡que ver crecer el césped! —la empujo levemente por su tonto comentario fuera de lugar en esta situación.
—solo intentaba subir los ánimos —la empujo igualmente —yo también he intentado liberarme de este estúpido, pero no lo he... kyaa!— en ese momento el chico de cabello puntiagudo la jamaqueo un poco haciendo que la chica cierre la boca y se asusta un poco —¡ya basta, bájame! —volvió a darles golpes en su espalda otra vez.
La de pelo corto la ve la escena aburrida. Esos golpes no le dolerían a ella, mucho menos a estos chicos que se ejercitan cinco veces a la semana. Alzo la vista un poco. Ya se habían alejado lo suficiente como para perder de vista todo lugar que conocía en los dos días que tenía allí. Se asustó un poco
—¡Natalia! —la jamaqueo apurada haciendo que detuviera lo que estaba haciendo —¿tú conoces este lugar? —se apresuró a preguntar en susurros para que ella escuchara.
—No—negó rápido con el mismo susurro —soy nueva al igual que tú, no sé en dónde demonios estamos—vio la cara de preocupación de la chica. Entendió rápido su expresión nerviosa—¡Auxilio! —grito a todo pulmón volviendo a patalear.
—¡Ayuda, por favor! —hizo lo mismo la de pelo corto.
Santiago sujeto aún más a la chica de pelo ondulado—¡¿Qué hacen?¡—intentaba no caerse con la chica encima por el movimiento—cállense. ¡No haremos nada de lo que piensan! —
—¡Nos están secuestrando! —gritaron juntas—¡ayuda! —se vieron ambas sonriendo Para seguir gritando como lo están haciendo.
—¡Cállense las dos! —le salió la voz temblorosa a Jackson. Si estas hacen un alboroto así. les va ir mucho peor a ellos. Realmente se daba para malinterpretar la escena.
El de ojos grises apretó la sonrisa —¡griten todo lo que quieran! las clases terminaron hace dos horas. Nadie las va escuchar —le animo a seguir caminando a su amigo de al lado —lo más cercano es el edifico “B” que se encarga de los papeles de la escuela —explicaba—por aquí sale el personal de limpieza y hace dos horas que ya pasaron—
Natalia y Kaori se vieron un poco decepcionadas; no se esperaban que este lugar estuviera tan retirado de los edificios ¿realmente que tan grande es este lugar?
Ambos jóvenes pararon de caminar frente a un depósito de basura. Allí se votaba papel reciclado, sobras de la cafetería e incluso retazos de telas y cajas de madera y vasos de plástico. Jackson ve a Santiago con una mirada cómplice entre ambos —a la de tres Santiago—
El mencionado asintió de acuerdo—uno—empezó a contar.
—¿que van hacer? —le pregunta Natalia.
—¡no se atrevan! — le advirtió Kaori ya adivinando sus intenciones.
— dos—conto Jackson.
—¡no por favor! —chillo Natalia.
— tres —al terminar de contar ambos chicos dejaron caer a las chicas encima de un montón de basura.se escucharon pequeños gritos de susto. se alejaron lo más que pudieron de ellas. La caída fue de más o menos un metro sobre el montan de basura.
—¡los voy a matar! —se levantó para arrojársele encima. ¡Apenas lo intento se cayó para atrás —ay! ¡Mi trasero! —
—¡esto huele feo! — lloriqueo Natalia asqueada. intento pararse, pero se cayó para aras igual que Kaori. quizás les afecto no usar sus piernas durante esos cinco minutos contando el golpe que recibieron en la cola tan repentinamente. El calambre que tiene en su cuerpo no lo abandonaba en ningún momento —Kaori. ¡no puedo pararme! —
—jajaja, ustedes se lo buscaron—el de ojos verdes las ve con una mirada expresando superioridad —ya ríndete con eso de estar en el equipo —
—no cuentes con eso estúpido—le insulto Kaori.
el de ojos verde se agacho a su altura— mejor hazme caso linda o debería decir “kawaii desune”—puso una voz tipo chica tierna del típico anime.
El chico de cabello puntiagudo soltó una fuerte carcajada imitándolo con la misma chillona de anime —jajaja “kawaii desune” jajaja buena imitación hermano. Ya vámonos—
—Aunque no se pasa que nos vamos a devolver—caminaba si voltearse a ver a las chicas detrás de ellos —gracias a ellas no se va a poder terminar la reunión de hoy—
La chica de pelo corto apretaba la mandíbula molesta. agarro unas cuantas piedras cerca de ella y se las lanzó apuntado la espalda como para que le doliera unos tres días seguidos.
El chico de ojos verde sintió que algo se le acercaba. Por auto reflejo Pego un Salto esquivando la piedra en el proceso —¡que fue eso! —
—¡Ayy! ¡Mi brazo! —grito sobándose Santiago — Ayy! ¡me dieron! —
Natalia se carcajeo con ganas — ¡toma eso estúpido! —
Santiago las vio molesto. Como le dolió ese piedrazo —ok. hasta aquí mi paciencia — se acercó rápidamente a las dos chicas, sacó de su mochila dos cáscaras de banana y se las lanzó a ambas en la cabeza. Saco su teléfono con intenciones de sacar varias fotos.
—Noo. No eres capaz— le dijo Natalia.
les saco unas cuantas fotos rápido haciéndolas parpadear por el flash de la cámara — ¡qué bien se ven! —se burló.
El de ojos verdes se apoyó en el hombro de su amigo mientras se tapaba la boca de la impresión — te pasaste Santiago —de inmediato levanto la mano Chocando los cinco con el —buen trabajo—
—¡desgraciados! —insultaron ambas.
—¿qué quieren que hagamos? —les dio la espalda Santiago junto con Jackson, pero más precavidos que la otra vez —¡la basura se echa en el basurero! —
—Eso explica que estén ustedes aquí— completo Jackson. los dos se fueron riendo a carcajadas desapareciendo de la vista de las chicas.
—¡No lo soporto Natalia! ¡No. Lo. ¡Soporto! —soltó Kaori con impotencia mientras apretaba ambos puños, intentaba pararse, pero volvía caerse. se arrastró fuera del basurero cosa que Natalia hizo igualmente —ok. ya estamos fuera del basurero. Ya es algo— comento respirando fuera del lugar aliviada —ahora Ayúdame a levantarme —
— entre las dos Kaori — se agarraron las manos para poder levantarse al mismo tiempo apoyándose la una de la otra — uno, dos, tres— ambas se apoyaron para levantarse, pero las piernas les fallaron volviendo a propucaer al suelo duramente.
—hagámoslo de nuevo—la animo de nuevo, lo intentaron una vez más con el mismo resultado… cayeron al suelo estrepitosamente
—¡piernas para que las quiero! —se quejó Natalia. ambas dejaron de quejarse al oír pasos. voltearon y vieron Un chico de lentes que se dirigía hacia ellas—Kaori, viene alguien. ¡hey! ¡hey! —empezó a silbar llamando su atención —¡oye tú., No te vayas aún! ¡Ayúdanos! —
—Parece que te escucho —dirigía la mirada al mismo chico la chica de pelo corto.
—¿Qué hacen allí? —se le acerco con prisa luchando con el montón de libros que cargaba sobre sí.
¿La de pelo corto no aguanto a disimular la mueca de sarcasmo en su rostro por la pregunta — ¿Quién? ¿nosotras? Nooo, nada. Solo nos encanta respirar este ambiente—le dijo sin medir su tono de obvio sarcasmo Ganándose un pequeño golpe de Natalia —¡ay! —se soba el brazo.
—no le hagas caso; no está de buen humor hoy— le sonrió la chica de pelo ondulado despreocupándolo —escucha. no podemos pararnos debido a una lesión mínima, ¿nos ayudarías a ponernos en pie? —
—por supuesto que si— este se inclinó a ayudar a Natalia, pero fue interrumpido de golpe.
— yo primero—la aparto a un lado la de pelo corto apurada tomando su lugar siendo ayudada por el chico de lentes.
Natalia abrió los ojos de la impresión fingiendo una sonrisa —jajaja gracias Kaori—le dio una nalgada molesta haciendo que se levantara más rápido y casi cayéndole encima al de lentes —lo siento; ella se lo busco—acompaño su disculpa de una risa nerviosa.
—¡ay! Que vengativa eres—se sobo el trasero —me gusta—la vio de manera psicópata ganándose una mirada desconcertada de ambos—ayúdame a caminar hasta ese poste—le dijo al chico que la guiaba hasta el poste del cual ella se sostuvo para acostumbrar sus piernas, tendría que durar varios minutos parada para atreverse a dar varios pasos con la seguridad de no caerse como hace unos minutos.
—listo, creo que ya de aquí puedes caminar tu sola. ahora tu — se devolvió por la otra chica. Le extendió la mano y la levantó mientras la sostenía de los. hombros ayudándola a caminar a un lado el.
ella se apoyaba fuerte a él temiendo volver a caerse —muchas gracias. ¿eres de nuestra sección? —pregunto Natalia sintiendo sus pasos más fáciles de llevar mientras más avanza.
— si. Vamos a la misma clase—le contesto.
—que bien. ella es Kaori y yo soy Natalia ¿Cuál es tu nombre? —le dedico una sonrisa que no pasó desapercibida al chico de lentes, poniéndolo un poco nervioso por la cercanía.
El chico carraspeo la garganta aclarando un poco su voz —mucho gusto en conocerlas. Me llamo Alex—se presentó.
—mucho gusto Alex y gracias — dijo abrazándolo levemente.se sorprendió que ya no sentía dolor alguno. Bueno. .no tanto como antes —creo que ya puedo caminar—voltio a buscar a la chica de pelo corto y raramente La encontró dando saltos por todas las direcciones; la ve boquiabierta, verla así la tomó por sorpresa —¡qué te pasa Kaori! ¡¿Por qué estas saltando como cabra?! —pregunto alterada. su tono de voz salió algo dramático lo que hizo que Kaori sonriera por eso.
—quería comprobar que ese imbécil no me hizo ningún daño de gravedad— explico aliviada. dirigió su vista hacia Natalia con una cara diabólica y una gran sonrisa en su rostro —Natalia ¿piensas lo mismo que yo? ¿dejaras que esto acabe así? —
Natalia entendiendo todo puso una cara malvada y soltó una gran carcajada— por supuesto que no Kaori. Yo tampoco estoy muy contenta de haber estado en la basura—afirmo recordando el momento —yo. quiero... —
Ambas se dieron una mirada cómplice —¡Venganza! —gritaron al mismo tiempo. Subieron ambas manos y puños cerrados. Ambas se reían como dos maniáticas villanas de película.
el chico de lentes se puso un poco pálido observando la escena de estas dos mujeres. En lo que se había metido por salir más tarde de la biblioteca —esto me asusta un poco—las ve con ojos inseguros.
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—Eso no me lo esperaba— comento la de trenzas. Inmediatamente Todas voltearon a ver al de chico ojos verdes que paso con su compañero de pelo puntiagudo enfrente de las chicas como si no hubiera nadie tomando asiento a medio metro de ellas.
—¡vaya! Ahora nos ignoran después de lo que hicieron ayer— giro su torso Natalia sin levantarse de la silla para verlos mejor —se nota cada día más que los hombres educados están despareciendo—
—¿qué intentas decir? — dijo haciéndose el inocente Santiago —¿hablas así por lo de ayer? —
—que pocos hombres son— empezó a hablar Kaori sin voltear a verlos— eso que tienen entre las piernas esta de adorno —se voltea a verlo rencorosa y lo que dijo lo soltó con toda la intención del mundo.
El chico de ojos verdes apretó el puño fuertemente haciendo notar sus venas. Se escuchó algunos suspiros de terror de lo que pudiera hacer el chico que Era conoció por ser volátil y por hablar sin pensar —¡Cómo! — camino y la encaro intimidándola por su altura—¡¡repite lo que dijiste!! —
—¡¿y ahora que vas hacer maldito?!— se paró la chica de pelo corto encima de la silla para igualarlo en altura. Vio que el chico la veía sorprendido y eso la motivo a tener más confianza —¡¿qué pasa Jackson?! ¿ya no eres tan valiente? — lo provoca para ver de que era capaz.
Antes de que el chico pudiera decir algo intervino la rubia con respeto poniéndose en medio de ellos —disculpa que me meta Jackson, pero ¿por qué no puede una chica entrar en el equipo? —pregunto precisa— que yo sepa. hay libertad en el deporte sin importar de donde venga o si es mujer o hombre —
—lo que pasa Sophia — hacia excusas en su mente Jackson— no es nada en contra de ella—aclaro— lo que pasa, lo que pasa es...— la mente la tenía en blanco. No tenía que decir o que inventar
—y si no es nada en contra de ella porque no la dejas entrar—pegunto Natalia también.
—porque, porque... —buscaba una excusa creíble Santiago queriendo ayudar a su amigo en esa situación —porque la verdad no sabemos cómo juega esta tonta— dijo ocurrente.
—sí, sí, eso es — se apresuró a decir Jackson concordando con él.
—jajaja, si claro. No será que tienes miedo de que sobresalga— comento Kaori con autoconfianza firme que la caracteriza — ¿te parece un partido de dos contra dos? —propuso.
Coloca una de sus manos en su mentó pensándolo—sería divertido intentarlo. Acepto tu idea— dijo acercándose a ella extendiéndole la mano para sellar lo propuesto —nos encontramos después de clases en la cancha; no esperes que sea suave solamente porque eres una chica—
—No espero eso. Así que juega con todo—extendió la mano para apretar su mano fuerte y soltarla lo más rápido que pueda asqueada —ahí te espero para darte una paliza — con eso los dos chicos se fueron hacia atrás a sus puestos y las tres chicas siguieron como si nada.
Con Andrés y Erick
Estos dos caminaban como si nada por todos los edificios ni siquiera se daban cuenta que dejaban una que otras chicas suspirando por ellos y algunas maniáticas seguirlos de lejos espiándolos.
—este lugar es agradable—comento el pelirrojo viendo los jardines y en especial en el que estaban que se ve bien cuidado. Los demás lugares también, pero este lugar es cosa aparte.
—Este es el jardín de los populares— hizo comillas con los dedos andres ganándose las risas de su acompañante— aquí se la pasan más que todo los que tienen más dinero —
—qué tontería ¿no pueden entrar quien quiera? —pregunto.
— no ser por qué. Pero creo que se hizo costumbre. Y los mismos que siempre están allí no dejan el lugar por mucho tiempo—
—¡Andrés! —lo llamo una voz femenina interrumpiendo la conversación.
Ambos se voltearon. vieron a una chica rubia castaño claro muy linda de ojos grises. El cabello por debajo de la cintura y las puntas rosadas. Se ve que dejo a un grupo en el que estaba para acercarse a ellos —hola Andrés ¿cómo estás? —saludo con mucha seguridad.
—hola Franchesca—saludo amable — ¿Qué tal te fue en el curso de maquillaje? —le pregunto.
—muy bien. Tuve la oportunidad de aprender nuevas técnicas. solo mírame. Lo aplique en mi —le comento alegre mientras lo abrazaba del brazo poniéndose muy cerca del rubio para que viera su cara —
—ya veo Francesca— se alejó un poco de ella retomando su espacio —te vez muy bien. Que bien que estés contenta—
—Muchas gracias Andrés. Eres un sol ¿Quién es el chico lindo a tu lado? —ese comentario le causa una pequeña risa al pelirrojo.
—te presentó a un amigo — lo señalo — él es Erick —
—hola —se presentó con una sonrisa—soy Franchesca. Cualquier cosa que necesites o si necesitas algo puedes preguntarme y con gusto te ayudo—
—gracias Franchesca tú también eres muy linda—alago con una sonrisa.
—ahorita no tengo ninguna clase— hablo casual la chica —Andrés. ¿Qué paso con la invitación de ir al cine que te dije? —le recordó.
—Lo siento Franchesca— se disculpó sincero— este mes estoy full. Otro día cuadramos para ir. —
—Siempre estas ocupado Andrés—se quejó la chica haciendo un puchero —a lo mejor el mes que viene. es el mes de semana santa y vamos a tener una semana libre—
—es cierto—concordó el pelirrojo—quizás en otro momento pueda—
—bueno… —corto el rubio —ya debemos irnos Franchesca, solo le mostraba el lugar y ya vamos a empezar la clase— mintió creible.
—adiós Franchesca—se despedía desde lejos agitando la mano el pelirrojo. Andrés ya había empezado a caminar no dejándole más opción que seguirlo.
—¡que hermosa es! se nota de lejos que le gustas Andrés—le comento animándolo. Vio la expresión amarga en el rostro del chico —¿Qué? ¿no te gusta? —pregunto incrédulo.
—si. Es muy bonita—le dio la razón— pero es un poco superficial—
—¿enserio? —le pregunto incrédulo— no lo parece—no le creía lo que le decía Andrés.
—no me atrae—le confeso sin problema —me gusta otra persona—
El pelirrojo lo vio curioso —¿quién? — le pregunto —realmente es muy linda, dudo de que haya alguien más linda que ella en todo el lugar—
En ese momento llegó una nube de chicas como de diez a quince que iban en dirección hacia el chico de pelo claro. El pelirrojo entro en pánico —Andrés, vienen hacia acá ¿qué sucede? —
—¡rayos! —exclamo el rubio —sígueme—le ordeno al pelirrojo que le obedeció corriendo al igual que el por el edifico—¡no veas hacia atrás! —
—¿Quiénes son? ¡¿Por qué nos persiguen?! —pregunto exaltado por el movimiento que estaban ejerciendo en ese momento.
—Lo siento Erick por meterte en esto — corría igual que él, pero apartando parte de su pelo de los ojos para poder ver el camino. En definitiva. Le hace falta un corte. Tenía el pelo muy largo —esto pasa una vez al mes — le explico apenas como podía, La respiración rápida que tenía no hacía fácil que pudiera expresarse con comodidad.
Las chicas tenían ya más de cinco minutos persiguiéndolos por todo el edificio A y el B “Andrés sal conmigo” “quien es este chico que te acompaña” “apártense, yo lo vi primero” “Andrés, recibiste mis flores” ese tipo de comentarios se oían.
— ¡están locas! —les grito si voltearse a verlas, pero oyéndolas—¡por qué me arrastraste a esto Andrés! —
—Lo lamento erick. También odio esta situación— se quejaba. Vio un salón abierto de donde se asomaba una cabellera corta color n***o oscuro —allí hay un salón. entremos allí erick— sugirió.
Entraron al salón de una buena vez —¡ayuda! ¡cierra la puerta rápido! — gritaron el pelirrojo y Andrés al mismo tiempo a la chica de pelo corto.