Una novia para Philips

2. JUGUETES

Como debía empezar a trabajar para reunir dinero para mi viaje a Nueva a York, inicie buscando empleos en cafeterías, asi que al mencionárselo a mi padre a él le pareció una buen idea y me dio el permiso correspondiente.

Con el paso de los días notaba que esos trabajos me estresaban mucho y me llevaba a pensar si había hecho lo correcto.

Un día después de llegar de mi labor decidí darme una ducha, estaba muy tensa y alterada. Mientras me aseaba pase mi mano por mi sexo y en ello empecé acariciándolo. Como sentía que me agradaba la sensación seguí haciéndolo deteniéndome al llegar a mi clítoris, zona que frotaba una y otra vez. Me producía una sensación tan increíble como nunca había sentido que estuve allí un cierto tiempo. Esa experiencia que estaba teniendo me hacía olvidarme de todo, tanto asi que reaccione y volví a mi realidad al percatarme del sonido de la puerta. La voz que estaba del otro lado por el timbre que tenía supe de inmediato que se trataba de mi padre.

—Mod, ¿estás en el baño?

—Si padre... pero ya salgo—pronuncie, calmando la agitación que aún tenía por lo que estaba haciendo, seguidamente me coloque la toalla y salí.

Estando fuera del baño pude visualizarlo, en vista de que el condominio donde vivimos es pequeño todo queda junto. Se encontraba bebiendo licor y aunque no se veía descompuesto todavía, si notaba que ese hábito lo hacía con frecuencia.

—Padre ¿de nuevo tomas?

—No Mod, solo es una copa. Además llevo días que no lo hago y preciso hoy la necesitaba el día estuvo pesado y tu ¿porque llegaste tan tarde?

—No lo hice padre, llegue temprano

—¿Temprano? —Exclamo viendo su reloj—. Mod, son las nueve y treinta de la noche. Ayer a esta hora estabas lista para dormir. Recuerda que aún no eres adulta para hacer lo que te plazca

—Demonios —exclame en voz baja ya que había llegado a las ocho y treinta, pero con lo que hacía en el baño me tarde—. Padre, llegue temprano es solo que demore en el baño

—¿Que hacías que te tardaste tanto?

—Pues, lo habitual, eso no se pregunta—mencione tomando mi pijama para colocármela en el baño dado que allí no tenía un espacio para cambiarme.

Minutos más tarde, al salir de nuevo con la vestimenta para dormir vi que seguía tomando, no obstante me dirigí a la cama, sin embargo, mientras lo hacía me detuvo.

—Mod, no quería hablar contigo aun de esto, pero creo que es el momento

—¿De qué hablas?— pregunte tomando asiento a su lado

—Mod, mi querida hija, sé que ya estás en la edad de las hormonas y quizás se lo que hacías en el baño

—Padre… —no pude continuar debido a su interrupción

—Mod, entiendo porque tu madre se fue, aunque fue poco lo que vivimos la conocí muy bien. Como hombre no lo satisfacía, siempre llegaba cansado y ella era tan candente que en eso le falle

—No es tu culpa es la suya porque no te entendía y además te traicionaba

—Sí, pero aunque no lo creas yo soy un hombre conservador. A pesar de que tengo un bar con chicas que bailan semi desnudas y el ambiente es enteramente s****l, soy así— luego de decir tales palabras se levantó y aventó la botella de licor a la pared. Estaba tan enojado y al parecer el tema lo alteraba que lo llevo a reaccionar de esa manera

—Padre, cálmate

—No puedo Mod. Por eso la perdí como esposa y tu perdiste una madre

—No digas eso, nunca tuve una madre, ella siempre me ignoraba, por eso no la extraño. Su ausencia la supere y tú también debes hacerlo

—Mod, tu madre se masturbaba con un dildo porque yo no la follaba como a ella le gustaba— mientras decía estas palabras tomaba asiento y se tocaba el rostro demostrando su impotencia por no haber podido satisfacerla.

La palabra dildo y masturbación daban vueltas en mi cabeza ya que lo segundo sabía perfectamente que era y lo tenía presente porque era ese acto que estaba haciendo en el baño. Precisamente ese que me había gustado.

"¿Sera posible que sea como mi madre? —me preguntaba una y otra vez a mí misma"

—Hija, sé que tu madre nunca te hablo de eso, pero como yo a ella no la saciaba sexualmente empezó comprando juguetes y yo se lo permitía, hasta el punto de dárselos como obsequios para ella, pero cuando me confeso que me fue infiel... me destrozo, aunque sabía que era algo que ocurriría en cualquier momento, por eso quiero que me digas si estas sintiendo esa necesidad s****l como tu madre— ante esa interrogante se quedaba mirándome fijamente. No sabía que decirle y no quería mentirle, por ello guarde silencio—. Lo único que te pido es que no seas una cualquiera como ella, si lo deseas puedo ayudarte

—¿Como padre?

—Primero dime lo que te sucede.

Al mencionar que me podría ayudar decidí contarle mi experiencia en el baño, hecho que conté con vergüenza, pero aun asi el me miraba sin ninguna actitud negativa.

—Es normal que hayas querido hacer eso, pero debes tener cuidado te podrías lastimar. Mañana quiero que vayamos a un lugar

—¿A qué lugar?

—Iremos a la misma tienda que fuimos tu madre y yo. Ahí seleccionare algunos artilugios para ti.

Estaba tan ansiosa de saber a qué se refería, pero el solo se levantó y me dijo que durmiera, que mañana temprano lo comprobaría, así que en vista de eso no me quedo de otra y le hice caso. Me dirigí a mi cama y trate de dormir, algo que pasado un rato sucedió.

A la mañana siguiente después de desayunar tal cual como me lo había dicho fuimos en su auto a la tienda que había mencionado la noche anterior. Antes de entrar en ese lugar me indico que guardara silencio y que dejara que el hablara, en vista de mi corta edad no quería tener problemas.

Ante eso obedecí una vez más y al estar dentro escuchaba cada cosa que el preguntaba con respecto a lo que vendían allí. Su intención era que yo tuviera el conocimiento sobre cada artefacto.

Vi cada uno de los aparatos eléctricos que exhibían los cuales le llamaban juguetes sexuales, nombre que a mi parecer no se observaban como tales, pero aun asi me llamaban la atención de una manera impresionante. Admirar cada uno de ellos me hizo entender lo que vi hacer a mi madre esa última noche que estuvo con nosotros. Por otro lado mi padre seleccionaba un vibrador en color rosa, tono que es mi favorito, acto seguido estando en casa y previo a que ambos partiéramos a nuestros empleos me explico con detalle cómo debía usarlo.

—Mod, decidí adquirir esto para ti porque quiero que veas tu cuerpo como un templo. No permitas que nadie lo toque sin tu consentimiento y si sientes la necesidad que ayer tuviste solo úsalo— indicaba y a la vez me entregaba todo lo que había adquirido para cuando lo fuese a usar—. Quiero que me prometas que no andarás de callejera buscando placer con desconocidos—mencionaba mirándome muy serio

—Te lo prometo padre—al haber pronunciado que me comprometía en mantener esa promesa me brindo un abrazo, expresando que me amaba como nadie y que eso que había hecho lo prefería hacer el antes que un desconocido.

—Hija, cuando decidas estar con alguien en tu primera vez, hazlo con esa persona que te inspire confianza

—Lo tomare en cuenta y gracias por esto que haces, padre— le enfatice mi agradecimiento porque siendo esa figura paterna para mi entendía perfectamente por lo que atravesaba, dándome cuenta que con él podía hablar de estos temas sin tabúes ni temor alguno.

El obsequio que me había brindado se había convertido en mi desestrezante favorito. Aunque cada vez que me excitaba con eso provocaba que me sobrevinieran algunos pensamientos inquietantes, sin embargo, todavía no quería explorar mi primera vez, no con un dildo, juguete que ya conocía gracias a mi padre así como otros más con los cuales también empezaba a experimentar. Por ello teniendo esto presente decidí esperar para seguir el consejo que me había dado, ese de estar mi primera vez con la persona que me inspire confianza.