Encendió un cigarrillo dándole la primera calada honda, al soltar el aire todo a su alrededor se nublo por el espeso manto de humo gris. Su mente se llenaba de los recuerdos de aquel día que pasó con Aurora, sin dejarla salir de la habitación. Su cuerpo se estremeció al recordarlo. Ella era la única mujer que lo hacía sentirse así, y todo lo había cagado viniendo a huir con su hermana. Ahora él esperaba frente a su maldito teléfono esperando recibir una llamada que no parecía llegar nunca con noticias sobre su paradero. El vaso que tenía Demian en la mano fue a parar contra la pared, miro todo a su alrededor carente de luz… todo su despacho estaba hecho trizas, a raíz de su ira había destruido su despacho. Pensó que ella definitivamente no podía estar alejada del… se volvía loco, más

