Aurora era amada de una manera poco tradicional, pero ¿y eso que? A ella le encantaba que su esposo le hiciera el amor de aquella forma, no lo podía negar adoraba que le hiciera esas maldades en la cama. Podían llamarla loca, desquiciada incluso masoquista pero ella amaba ser poseída por Demian de la manera que a él más le gustará. Mientras entraba y salía en su interior, el cuerpo de Aurora se encendía aún más, aproximándose al abismo del orgasmo. Ya no podía aguantar más las ganas de estallar en miles de pedazos. Nunca se imaginó que sentiría todas aquellas sensaciones con ese hombre, que le produjera tanto placer con tan solo con rozar su piel… Un par de embestidas más y su cuerpo colapso, dejándose llevar por las infinitas sensaciones que no podía describir. Tenso las tiras de las sá

