El ignoro sus quejas y aun así se la llevó sin darle la oportunidad de despedirse de su hermana. Demian y Aurora se debatían en una batalla de miradas una más desafiante que la otra... desde luego que él estaba más que sorprendido por la nueva actitud de la chica estaba dejando de ser aquella pequeña inocente que había conocido hace un tiempo atrás, no sabía si sentirse orgulloso de ella o un tanto alarmado. La expresión de su mirada no le gustaba en esos momentos, con la cejas juntas, la frente fruncida y ese pequeño pero encantador mohín que hacía con esos labios hechos para besar, besarlo solo a él...
—Espero que sepas que la imprudencia que has cometido tendrá represarías. Le dijo en tono sereno.
—¿Ah sí? No me digas, cuando no, tú imponiendo un nuevo castigo cuando hago algo que no
