Midas la miró salir de su oficina con ese aire de prepotencia que tanto le desagradaba. -¿Esta mujer que es lo que se cree? -- Viene hasta mí engatuzandome con ese contoneo de sus lindas caderas y luego me deja ver lo hermosos que son sus pechos... ¡Para luego amenazarme! Esta loca -- Yo robé este pueblo a sus ingenuos granjeros y lo llevé a donde está y no dejaré que una mujer pretenciosa venga a ponerme reglas a mí. Yo soy el dueño de este pueblo y siempre he sido el que decide quién se queda o quién se va... Y si pronto no te pones en orden conmigo mujer; entonces me conocerás y sabrás quién es Midas... Yo sé pagar bien querida y también se cobrar caro a quién me la debe. Midas estaba furioso con la mujer, él no soportaba que una mujer estuviera sobre él y mucho menos una m

