Evermore you...
La vida es injusta con quienes menos debería, el destino es indescifrable, dicen que somos los escritores de nuestra propia historia pero ¿que pasa cuando alguien mas la escribe? ¿acaso es eso justo? por que desde mi punto de vista no lo es.
-¿Triz?
Si... ese es mi nombre o al menos el diminutivo de mi nombre, soy una joven de 20 años obligada a contraer matrimonio con un hombre al cual no quiero, con un hombre del que no conozco absolutamente nada, solo se que es multimillonario dueño de muchas empresas y socio de mi padre, Sebastian Grey.
- Linda, ya es hora.
Observo a mi madre, Anastasia de Grey nadie mas que ella y Loly saben lo que he sufrido con esta decisión, a la cual fui privada de tomar u opinar... todo por la avaricia y el egoísmo de un hombre no satisfecho de lo que tiene. Con lagrimas acumuladas en mis ojos hablo.
- No quiero hacerlo madre...
Anastasia, carente de maldad y dotada de amor, bondad y generosidad, esa es mi madre. Se acerca a mi y limpia una lagrima.
- Tesoro...
Sonríe de manera melancólica y se que ella me apoyaría si me revelara contra mi padre y si me escapara de todo este treatito que él y su estúpido socio montaron, pero no puedo no tengo el suficiente valor para hacerlo, no soy débil, solo que... le temo a mi padre, desde niña le tenia respeto y miedo, actualmente perdió mi respeto y solo queda el miedo, miedo a las acciones que vaya a tomar si se entera de mi plan.
La puerta es abierta de manera abrupta y como si hubiera invocado al diablo, este hace acto de presencia enfundado en un elegante Mani hecho a la medida, entra y en su rostros es notable la carentes de expresividad, algo normal en Sebastian siempre dándose a temer por los menos fuertes y con sus aires de arrogancia y sobre poder. Dirige su mirada a mi madre y luego a mi.
- ¿Por que tardas tanto Beatriz?, Sabes bien que él no es un hombre de mucha paciencia y yo tampoco.
Bajo la mirada, siempre que estaba frente al gran Empresario Grey lo hacia, de alguna manera hoy eso me molestaba mas que nunca, ser una sumisa, la hijita perfecta de papi y mami, deseaba con todo mi ser... ser una rebelde y liberarme de esta cadena a la que estaba atada, ser libre y por una vez en mi vida ser feliz. Mi madre se acerca a él con intensiones de calmar al diablo, en su voz suave se notaba el miedo que le tenia ¿y quien no?
- Ya vamos Sebastian.
Mi padre la mira por encima de su hombro, como siempre lo ha hecho, menos preciando la, con su frialdad podría congelar un país completo, si así se lo propusiera.
- Salgan, ahora.
Como siempre nos dirige esa mirada que a mi madre y a mi nos da miedo, de la mano con mi madre caminamos hasta la entrada de la iglesia y todo esta hermoso y repleto de personas, vaya que es una gran boda esa que toda niña deseo...
lastima que no sean las condiciones que uno siempre imagino, de no ser por mi padre y este absurdo trato me largaría de aquí, si no fuera por mi cobardía y digo cobardía por que no hay otra manera de describir lo que soy al no enfrentarlo, por simple miedo algo en lo que he estado sumergida durante 20 años.
Vivir con miedo no es nada agradable... estas cohibida de alguna manera a hacer tantas cosas, permitiendo a la otra persona a decidir por ti, permitiendo a que tome decisiones sin tu consentimiento, cediendo le tu lugar como escritora en tu vida.
Mi nombre es Beatriz Grey y esta es la historia de mi vida...