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En otra vida tal vez

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Blurb

Clarissa Rymer es una adolescente tranquila, con una familia estable y un circulo de amistad relativamente cerrado, esta cursando la secundaria cuando es invitada a la fiesta de quince años de una amiga, en los ensayos previos al baile interactúa con el chico de sus sueños, quien es casualmente el primo de su amiga, comienzan una relación que parecía perfecta, pero en esta vida nada es eterno ni perfecto.

Bruce Jackson es el chico mas atractivo de la secundaria, todas las chicas caen a sus pies con tan solo una mirada, excepto una, su vecina Clarissa, él siempre a buscado su atención y no lo a conseguido, por lo que, la noticia de que ha empezado una relación amorosa no le cae nada bien, tanto es así que esta dispuesto a arriesgarlo todo por conseguir su amor, lo que nadie sabia era que Bruce no era lo que parecía ser.

Situaciones incomodas, romance, desengaños, drama, traición y más, descubre lo que pasara con estos dos en En otra vida tal vez...

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CAPITULO I
Clarissa Rymer junio 2015 ¿Han sentido que nada en su vida tiene sentido? ¿Qué todo lo que sintieron y vivieron solo fue un sueño? ¿su corazón se rompió tanto que creyeron que morirían de dolor? Espero que no, enserio, pero eso fue lo que me paso a mí, yo siempre fui la chica buena, buenas calificaciones, buna actitud, buena hija, buena amiga, siempre fui la buena, pero la vida parece estar diseñada para lastimar a los buenos. Aunque también podría decir que cada uno obtiene lo que merece por las decisiones que toma o las acciones que realiza hacia si mismo u otras personas, en mi caso, yo cause mucho daño, pero también me lastimaron, supongo que no puedo quejarme porque se que yo misma me lo busque Porque  muy en mi interior yo sabía que no debía dejarme llevar, yo sabía que no debía ceder, yo siempre supe que mi vida debía seguir siendo “perfecta” aunque eso no me hiciera del todo feliz, y esa pequeña infelicidad, esa espina que me decía que me faltaba algo, me hizo caer y me estrelle, me rompí y me costó volver a levantarme. Me costo encontrarle un nuevo sentido y propósito a mi vida, me costo volverme quien soy hoy en día, el camino fue largo y difícil, pero cada momento de dolor me dio valiosas enseñanzas, así que a pesar de todo, no me arrepiento, no cambiaria nada de mi pasado, porque aprendí, crecí y madure gracias a ello Esta es mi historia… Mi nombre es Clarissa Rymer, catorce años, casi quince en ese entonces, baja, cabellera larga y negra, ojos color miel, piel clara y algo pálida en ocasiones, complexión delgada y proporcional, usaba lentes y me vestía siempre con colores claros y prendas “adecuadas” para una señorita Siempre fui la niña buena de casa, la inocente y dulce Clarissa que vivía enamorada de a idea del amor, la que creía en príncipes azules que vendrían a rescatarme para vivir felices por siempre, sí, esa era yo hace unos años, Tenía una vida tranquila en casa dentro de lo que cabe, mis padres son religiosos, por ende, fui criada bajo estrictas y tenaces reglas, todo con la justificación de que era por mi bien claro está, y saben, no me quejo, nunca fui infeliz, mis padres me amaron siempre y a pesar de ser la hija del medio, nunca me sentí excluida Tengo dos hermanos varones que fueron criados igual que yo, con el pequeño detalle de que en mi casa siempre se supo que el hombre manda y tiene más beneficios que la mujer, porque así lo manda el señor, eso solía molestarme, pero no había mucho que yo pudiera hacer Así que mi vida fue muy normal hasta que descubrí que existen cosas más allá de la puerta de mi casa, que había emociones, sentimientos y experiencias de las que mis padres nunca me hablaron, cosas que tuve que descubrir por mi misma y pues… eso no resulto de la mejor manera, no culpo a mis padres, solo pienso que ellos pudieron guiarme mejor, solo que no quisieron hacerlo porque creían que yo jamás iba a enfrentar la crueldad del mundo Cuando niña tenía pocos amigos, mi circulo de amistad y conocidos se reducía al grupo de infantes de la iglesia a la que íbamos fue ahí donde conocí a mi mejor amiga y su familia que prácticamente también son mi familia, fue ahí donde pocos años después también conocí a mi príncipe azul Noah Illescas, el primo de mi actual mejor amiga era un año mayor que nosotras y era muy lindo en todos los sentidos, educado, caballeroso, estudioso y además guapo, era el chico perfecto para mí, conforme pasaron los años mi amor hacia el solo se hizo más y más grande, cuando cumplí los catorce me di cuenta de lo muy enamorada que estaba de él Así que salía con mis amigos tanto como mis padres me lo permitieran, Noah siempre estaba presente en esas salidas, que mayormente eran a la casa de algún líder de la iglesia o parques con supervisión adulta, mi mejor amiga siempre supo que su primo me gustaba, así que hacia lo que fuera para que Noah y yo pasemos tiempo juntos Un día Hanna, mi mejor amiga, me dijo que sus padres harían una enorme fiesta por sus quince años, yo me emocione mucho pues me encantaban las fiestas, empezaron los preparativos y mi emoción creció aún más cuando en los ensayos para el vals, me emparejaron con Noah, era todo un sueño para mí. Ese día también me entere que mi estúpido vecino Bruce Jackson también estaría en la corte de honor de la fiesta, yo no lo toleraba, me fastidiaba demasiado que se creyera el rey del mundo por tener a media escuela detrás de él, Bruce era guapo, no lo negare, que fuera un par de años mayor que nosotros le aportaba aún más interés a su persona. Lo conocía hacia años y nunca tuvimos una relación amistosa debido a su estúpida vanidad y egocentrismo, siempre iba enamorando niñas y dejándolas después, por eso lo odiaba, creía que él era lo peor de lo peor y no estaba muy equivocada. Ojalá las alertas de mi cerebro se hubiesen hecho presentes desde ese momento, de haber sido así nada de lo que paso después habría ocurrido, y mi vida no se habría complicado tanto, no me habrían lastimado ni jugado conmigo, o tal vez sí, pero eso ya no importa Bruce Jackson llego a poner mi vida de cabeza, cambio todo mi mundo y la manera de verlo, la manera en la que se involucró en mi vida fue realmente hermosa, pero oscura y siniestra al mismo tiempo, hizo de mi lo que soy ahora, de cierto modo lo agradezco, aunque lo quiera borrar por completo de mi vida.  Aún recuerdo como empezó ese día, el día de mi bienvenida al mundo real, aunque en ese momento no lo supiera - Clarissa, baja a desayunar, se te hará tarde para tu examen – mi madre me llamo a desayunar, corrí por toda la habitación para recoger mi desastre y arreglarme para salir, recogí mi mochila y corrí escaleras abajo para ir a la cocina - Aquí estoy mami, buen día – saludo besando su mejilla y sentándome en la mesa para tomar mi café y tostadas - Apresúrate hijita, no debes llegar tarde a tu examen, ¿estudiaste lo suficiente? – pregunta como si no me hubiese visto bajar a la cocina a las 2 de la mañana por café para seguir estudiando - Si mamá, lo hice, no te preocupes, lo haré bien – le confirmo terminando de comer, para correr a cepillar mis dientes - No te molestes cariño, solo quiero lo mejor para ti, la excelencia hija – me recuerda como todos los días, amo a mi madre, es solo que en ocasiones ella es… algo intensa, pero supongo que es completamente normal, si no lo fuera sería preocupante ¿o no? - Lo sé mami, gracias por el desayuno, estaba delicioso, te veo en la tarde – me despido para salir de la cocina y ahora si ir a cepillar mis dientes - Que tengas un gran día hija – mi madre me despide desde la cocina y vuelve a lo suyo, yo cepillo mis dientes y luego corro a la parada del autobús, no espero mucho cuando este llega y me encamino a la escuela Para mi mala suerte una calle mas abajo, mi odioso vecino sube en el mismo autobús que yo y al parecer alcanza a verme de lejos pues camina directamente hacia mí, giro mis ojos y decido ignorarlo conectando mis audífonos y viendo a la ventana Soy una persona pacifica y tranquila, pero si hay alguien que logre sacarme de mis casillas es Bruce Jackson, mi vecino de toda la vida, y yo lo detesto, es solo otro niño con cara bonita, dinero y cuerpo estúpidamente perfecto para la edad que tiene, el típico playboy de todas las escuelas El problema con Bruce y yo es que desde siempre me ha molestado, sin razón alguna, desde pequeños, me tiraba agua sucia, derramaba sus helados sobre mi ropa, me lanzaba cosas y muchas veces tiraba mis libros al suelo, ir a la escuela era una pesadilla, cuando Bruce salió de la escuela creí que mi salvación había llegado Obviamente eso no fue así, mi felicidad duro solo dos años, pes cuando ingresé a la preparatoria lo volví a ver la mitad del día, él aprovechaba cada minuto que no tenia clases para fastidiarme a mí, y eso no ha cambiado - ¿Vas a seguir ignorándome todo el día? Hazlo todo lo que quieras, al final siempre consigo mi objetivo – es increíble que se atreviera a quitarme uno de mi audífonos para que escuche su horrible voz - ¿Cuándo vas a dejarme en paz? – le pregunto ya cansada de esta situación - Cuando seas mi novia – su respuesta me deja perpleja, jamás en la vida me ha dicho algo parecido, honestamente esperaba un insulto, pero esto, es estúpido, ¿Qué demonios le pico esta mañana? - Ni en tus mejores sueños imitación barata de Ken – le respondo girando los ojos y arrebatándole mi audífono para seguir escuchando mi música - En mis mejores sueños, tu eres la protagonista – alcanzo a escuchar antes de ponerme el audífono, enserio no entiendo que le pico hoy - Mira, no se lo que intentas, pero no funcionara, ya deja de hablarme – le digo para cruzar mis brazos y seguir mirando la ciudad por la ventana - Eres extraña, creí que si te decía esas cosas obtendría reacción diferente en ti, pero no, ¿Por qué no caes como las otras? – dios, si no llegamos pronto a la escuela voy a terminar en la cárcel acusada de homicidio doloso - No soy estúpida – le respondo mirándolo a los ojos – como tu – termino para mirar al frente y darme cuenta de que solo estamos a un cuadra del colegio, por fin Cuando llegamos a la parada me bajó corriendo y no paro hasta que estoy en mi salón de clases, con mi mochila entera, no deje nada en los casilleros porque no quería que Bruce me alcance - Hola chica que es inmune a los encantos de Bruce – escucho la voz de Hanna y sonrió girando los ojos, esta chica esta loca, pero así la amo - Hola chica que necesita un balde para su saliva cada vez que ve a Bruce – le respondo molestándola, ella sabe que es cierto, la pobre es una de las tantas chicas que andan babeando por ese pedazo de idiota - No es mi culpa que este tan lindo – responde justificándose, no tengo energía para caer en la misma discusión de siempre, así que solo asiento con la cabeza y me dedico a buscar mis apuntes para repasar un poco mas antes de que llegue el profesor - Buenos días, señoritas, lapiceros sobre la mesa, guarden lo demás – demonios, debí madrugar más – tomen una hoja y pasen el resto, tienen 45 minutos a partir de ahora - Bien, puedo hacer esto – susurro antes de poner mi nombre en la hoja y empezar el examen … - Empiecen a pasar las hojas de atrás hacia delante por favor, se les termino el tiempo – habla el profesor, termine a tiempo y creo que me fue bien, supongo que lo sabré cuando nos regrese los exámenes calificados - ¿Cómo te fue? – pregunta Hanna en un susurro - Supongo que bien, no me complique mucho – respondo susurrando de vuelta - No se ni porque te pregunto, eres la chica genio, siempre te va bien – dice girando los ojos y haciéndome sonreír, a lo largo de los años me han puesto muchos apodos y “chica genio” es uno de los más populares, no me molesta, es más, es divertido para mi - Tendrán sus notas mañana a primera hora, pueden retirarse – habla el profesor finalmente con todos los exámenes en sus manos, Hanna y yo salimos del salón rumbo a las canchas deportivas para estudiar para el siguiente examen que es en dos horas - ¿Podemos pasar por un café? Hace frio – pide Hanna con ojitos de cordero, no me puedo negar cuando hace esa mirada - Esta bien, pero me compraras uno – le digo riendo, Hanna acepta gustosa y nos encaminamos a la cafetería por un par de cafés calientes para estudiar - Pero si es mi linda primita y su bella mejor amiga – mi corazón pasa de 0 a 100 en menos de un microsegundo al escuchar la voz de Noah, no lo vi venir y siempre me pongo muy nerviosa en su presencia - Hola jirafa – saluda Hanna, ellos se quieren de una manera extraña - Ho- hola – diablos, ¿Por qué no puedo hablar bien cuando él está aquí? - Niña rojita, ¿Qué tal ese examen? – pregunta poniéndose en medio de Hanna y yo para seguir nuestro camino - Perfecto – respondo aun más sonrojada, niña rojita es uno de los apodos que mas odio, me lo puso Bruce la primera vez que me vio sonrojada por Noah - Como siempre – responden a coro para terminar riendo juntos - Iremos a estudiar en las canchas ¿nos acompañas? – pregunta Hanna mirando a Noah, yo lo miro de reojo rogando que diga que si - Claro, no tengo nada que hacer a esta hora, amo los finales de curso porque no hay más tareas – responde él sonriente, mi felicidad aumenta al saber que pasare más tiempo con él – de paso podemos hablar sobre tu fiesta Hanna - ¿Qué? - ¿Qué fiesta? – pregunto mirándola amenazadoramente, se supone que soy su mejor amiga, si planea una fiesta soy la primera a quien debe contarle - No pude decirte porque llego el profe para el examen, pero mis padres quieren celebrar mis quince años a lo grande, ya sabes, con vestido enorme y un salón decorado, vals y todo eso, tu eres mi dama de honor y Noah será tu caballero – estado: im-pac-ta-da y muy emocionada obviamente - Exactamente Clarissa, seremos pareja en una noche mágica – dice Noah sonriendo y tomando mi mano, que alguien me pellizque porque creo que estoy soñando, y si es así, no quiero despertar jamás - Wow, me encanta la idea, por supuesto que será una noche mágica, te veras hermosa en un vestido de princesa y… un segundo, si Noah será mi caballero ¿Quién bailara contigo? – pregunto intrigada, Hanna no tiene novio y Noah es el único de sus primos con los que se lleva bien - Bruce Jackson – contesta muy sonriente, ¿Qué? ¿ese idiota? No puede ser - Es broma ¿cierto? – la miro suplicando que sea una maldita broma, pero su respuesta tumba mis esperanzas - Para nada amiga, Noah lo convenció de ir y bailar conmigo, es perfecto ¿no? - Para nada, lo detesto y él no pierde oportunidad para fastidiarme – empiezo a quejarme - Y por eso es que, yo estaré contigo toda la noche, no dejare que ese idiota te moleste, lo prometo – dice Noah mirándome sonriente, su promesa me tranquiliza y termino cediendo, si estoy con Noah nada puede salir mal El resto de la semana fue exámenes, libros, estudio, café y desvelo, para el viernes ya estábamos libres y empezamos todos los preparativos de la fiesta, me refiero a la coreografía del vals de la quinceañera y el baile sorpresa que haríamos con la corte de honor La primera semana de ensayos fue tranquila y alegre, yo disfrutaba bailar con mi crush de toda la vida, nuestra relación se volvió más cercana e incluso ese sábado me invito a ir por un helado, obviamente acepte sin pensarlo, pero toda mi alegría desapareció la semana siguiente cuando me dijeron que Noah ya no estaría en ningún ensayo, esto por cuestiones familiares adultas, sus padres discutieron con los padres de Hanna y pues.... Yo me puse triste porque mi sueño de bailar un vals con el chico de mis sueños frente a muchas personas en un hermoso vestido se fue por el caño, invitaron a alguien más para que sustituyera a Noah, pero como yo no lo conocía Hanna tuvo la fantástica idea de emparejarme con Bruce, me negué rotundamente al inicio, pero por petición de mi mejor amiga termine aceptando, grave error. Ese día cuando llegué a casa lo primero que hice fue escribirle un mensaje a Noah -           Hola, Hanna ya me conto lo de tus papás, siento mucho que no te dejen participar. 18:31 un visto, enviado 18:31 dos vistos, recibido 18:33 dos vistos azules, leído -           También lo lamento :´c quería bailar ese vals contigo linda :´3 Ese simple mensaje me puso a volar, mi sonrisa era enorme y no podía con la emoción, yo era demasiado tímida y el era mi crush de toda la vida, mi cabeza empezó a dar vueltas buscando la mejor manera de responder, hasta que escribí: -           Tal vez en la próxima fiesta -           Mientras llega la próxima vez… ¿podemos seguir viéndonos? ¿Me estaba invitando a salir? Si, lo estaba haciendo ¿acepte? Por su puesto, yo lo quería demasiado. -           Claro, me encantaría :3 -           Perfecto, pasare por ti después del ensayo e iremos a comer algo antes de llevarte a casa para que no te regañen. -           De acuerdo -           Descansa linda, mañana tienes clases <3 -           Descansa Noah <3 Después de ese último mensaje deje el teléfono a un lado y me tire en la cama con una enorme sonrisa en mi rostro, estaba muy emocionada, tan emocionada que casi no dormí en toda la noche. A la mañana siguiente me levante mas temprano de lo normal, me bañe y me puse el uniforme, desayune y fui a la escuela, ahí me reuní con mis amigas y les conté lo que estaba pasando con Noah, todas se pusieron felices por mi ya que sabían lo que él significaba para mí. Después de la escuela corrí a casa y busque lo más bonito y cómodo que tenia para ir al ensayo, llegue muy feliz y emocionada, pero mi sonrisa se borro cuando vie le odioso rostro de Bruce, él intento coquetear conmigo por mas de media hora agotando mi paciencia. - Ya déjame en paz, a mi no me gustas y nunca lo harás, el hecho de que deba bailar contigo no significa que quiera escuchar tu horrible voz y mucho menos escuchar palabras tan groseras para mí – le susurre en su cara para no armar un escándalo, mi reacción lo dejó estupefacto por algunos minutos, pero se recupero. - ¿Por qué te haces la difícil conmigo? Se de muy buena fuente que a Noah nunca le has negado nada, yo soy mejor que él y lo sabes – dios, ¿Cómo podía será tan fastidioso? - Lo que yo haga o deje de hacer es muy mi problema, no te incumbe – respondí mas grosera, en serio quería que me deje de hablar. - No he dicho lo contrario, solo quiero saber ¿Por qué siempre me rechazas? - Por que no me gustas, tu sola presencia me fastidia, porque eres egocéntrico, odioso, mujeriego y mala influencia – le dije todas sus verdades a la cara, en ese momento la música dejo de sonar y me alejé inmediatamente de él para ir por mis cosas, me despedí de las chicas y corrí a la calle, Noah ya estaba ahí, esperando por mí. Con una sonrisa marcada en mi rostro camine hacia él y lo salude – Hola desconocido. - Hola niña bonita – me respondió sonriente, guardo el celular en su bolsillo y me tomó de la mano para empezar a caminar - ¿Qué tal tu día? - Aburrido, ya sabes, la escuela y las tareas – le comenté. - Un día normal en la vida de un estudiante – respondió riendo, me reí con él y llegamos a un café - ¿Qué quieres? Yo invito. - Un café y una empanada – le dije, amaba las empanadas de ese lugar. - De acuerdo, serán dos cafés y dos empanadas – le dijo al mesero que nos atendía, el tipo desapareció y volvió a parecer cinco minutos después con nuestro pedido. - Me encanta el café de este lugar, es tan delicioso – le dije acercando el café a mi nariz. - Lo sé, es perfecto – dice tomando de su taza – igual que tu – juro que por poco escupí mi sorbo de café al escuchar eso. - ¿Yo? - Si tú, eres perfecta, perfecta para mí – mis mejillas se tornaron rojas, sentía el calor de la sangre en todo mi rostro, mi corazón latía a mil por hora, sentía que estaba soñando. - Noah… - no pude articular otra palabra, mi cerebro no trabajaba correctamente, me sentí muy tonta. - Clarissa, tu me gustas, me gustas mucho – juro que fue el mejor momento de mi vida hasta entonces, mi corazón amenazaba con salir de mi cuerpo por tanta emoción, está feliz, demasiado feliz. - Tu… también me, me gustas Noah – respondí tartamudeando. - Clarissa, tu y yo nos conocemos hace muchos años, nuestras familias se conocen, así que la pregunta que te hare probablemente no sea apresurada – no sé quien de los dos estaba mas nervioso, si él o yo – Clarissa Rymer ¿quisieras ser la hermosa novia de este horripilante sapo? – pregunto tomando mis manos entre las suyas, mi corazón bombeo con mas fuerza, mis mejillas ardieron aún mas y asentí repetidamente muy feliz. - Si, si quiero Noah – le respondí llena de emoción, ese fue el mejor día de todos, nada ni nadie pudo borrar mi sonrisa aquel día, me sentía en las nubes, estaba feliz, muy feliz.

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