A las 10 de la mañana estábamos subiendo al avión privado que tenía Ragnar en el aeropuerto, el avión era acogedor en su interior, me senté en un asiento frente a Ragnar, lo mire por unos varios segundos, me encantaba su rostro, me enloquecían sus ojos, esos ojos grandes de un iris de diferente color, su cuerpo musculoso era como mirar las estrellas en una noche de primavera, si que era un hombre perfecto, salí de mis pensamientos cuando me miro.
-Recuerda que tenemos que fingir que nos amamos. - dijo en un tono relajado.
-Si, ayer me comentaste ese tema.
-Te lo repito para que no se te olvide.
Después de esa pequeña conversación no dijimos nada en todo el vuelo a Estados Unidos, no sabía a ciencia cierta a que estado se encontraba la casa de sus padres. Bajamos del avión y enseguida n
