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Simplemente tú.

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Blurb

Mi vida siempre fue un infierno, pero todo cambió cuando Ragnar Mitchell me compró, no sabía que clase de hombre era, pero si sabía muy bien que pertenecía a la mafia y que ahora debía ser la mujer de un mafioso, era demasiado guapo pero su forma de ser no ayudaba en nada, quizá... algún día lo ame, pero almenos nuestra boda fue hermosa a pesar de que no nos amamos.

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Capítulo 1
Me mire al espejo mientras acomodaba mi cabello, realmente no necesitaba peinarme de una forma especial, mi cabello era corto, me llegaba al cuello, así que solo lo deje suelto,mi vestido de noche era de color amarillo, con un escote que dejaba un poco al descubierto mis senos, la espalda estaba completamente descubierta, el vestido se amolda a perfectamente a mi cuerpo, realmente me veía hermosa. Camine fuera de mi habitación para encontrarme al señor Luis, traía puesto un traje color n***o, no le favorecía en nada, puesto que era ya un hombre de 60 años y además de eso pues los años habían pasado muy bien por su arrugada cara. -Apúrate mujer, no tengo todo tu tiempo. - me dio un ligero golpe en el brazo. -No me toque, no es necesario que me golpee. - le dije mientras fruncía el ceño. -Entonces obedeceme. Salimos de su casa para subirnos a un auto que nos llevaría a un gran salón donde se llevaría acabo una reunión donde estarían los hombres más ricos de México; no me importaba la reunión, lo que en realidad era importante para mí era el simple hecho de que después de tantos años podía salir al exterior. Cuando llegamos a la entrada del salón, un hombre nos recibió y nos indicó la entrada. -No quiero que andes de piruja, ¿entendiste?. - me sujeto con fuerza del brazo. -Déjame en paz. - conteste con molestia. Camine a pasos lentos, quería mirar cada detalle de aquel gran salón, realmente era hermoso, en mi mente paso la idea de que me gustaría mucho que en este lugar fuera a celebrarse mi boda, bueno aun no conocía a nadie pero me encantaría que la ceremonia fuera en un lugar parecido, levante mi mirada al sentir todos los ojos de los invitados sobre mi, me sonroje un poco pero seguí caminando, los hombres me miraban desde los pies a la cabeza, me incomode mucho, camine en dirección a una mesa y me senté en una silla, sentía la mirada de una persona pero no podía distinguir quien era. Luis me tomó bruscamente del brazo y me llevó hasta donde estaban un grupo de hombres. -Hey chicos, ella es Alice, mi ayudante. - sonrió un poco. -Hola, Alice. - contestó un hombre de color. -Hola a todos. - dije un poco nerviosa. No entendía que planeaba Luis con tantas amabilidades, jamás me sacaba de su casa desde que me compró, parecía más un objeto en su casa que otra cosa, pero al menos ese despreciable hombre no había podido ponerme un dedo encima, no me importaba que me pusiera hacer todas las actividades de la casa, limpiar, lavar, barrer, para mi eso no era nada de trabajo, y estaba feliz mientras Luis no se acercara a mi, recuerdo que siempre me decía que "algún día, sacaría provecho de mi" y en estos momentos estaba segura que quería deshacerse de mi. No dije palabra alguna durante toda la noche, pero sentía la extraña sensación de sentirme vigilada por alguien. Cuando regresamos a casa, me bañe y me metí a la cama para descansar, realmente estaba agotada. Desperté por los fuertes golpes en la puerta de mi habitación, me levante y abrí la puerta. -Mocosa de mierda, por fin llego tu hora.-Luis me miró al rostro. -¿De qué hablas?. - le pregunté un poco asustada. -De qué por fin te iras de mí casa, alguien pagó una enorme cantidad de dinero por ti. - se rió a carcajadas. -No puede ser eso posible. - me lleve la mano a la cabeza. - Luis, me prometiste que me darías mi libertad. -Nada es seguro, querida. Me quedé de pie mirando como Luis caminaba en dirección a las escaleras, no podía creer lo que mis oídos habían escuchado, no quería más personas en mi vida que solo me utilizaban y me trataban como basura, ¿Que clase de persona compra a una mujer? No sabía que cantidad de dinero habían pagado por mi pero quería llegar a un acuerdo con ese hombre para devolverle el dinero y que a cambio me diera mi libertad. Me metí a bañar y después me puse unos jeans azules y un top blanco con los hombros descubiertos, por último me maquille y me coloque mis zapatillas blancas, salí de mi habitación, camine hasta la sala donde me esperaba Luis. -Anda vamonos, que tu dueño te espera. - me dio un golpe en la espalda. -No me toques, además quiero llevarme mis cosas. - le reclame mientras trataba de caminar. -No nena, nada te llevaras de esta casa, además tu dueño te comprara más ropa. - se rió con más intensidad. Salimos de la casa y nos subimos a su auto, el chófer condujo hasta llegar a una enorme mansión, tenía guardias armados y al ver todo aquello empecé a asustarme, nos bajamos del coche y una mujer nos esperaba en la entrada. -El señor Mitchell los espera, por favor pasen. - dijo la mujer mientras la seguíamos. La casa estaba hermosa en su interior, tenía muchas obras de arte, un arte hermoso, de pronto estábamos frente a una puerta enorme de madera, escuché el sonido de dos dedos tocando la madera, pocos segundos después escuche una voz muy grave que contestaba al instante que se abría aquella puerta. -Adelante. - dijo el hombre que estaba sentado en una silla detrás de un escritorio. -El senador está aquí, señor. - dijo la mujer mientras se retiraba. -Que bueno que aceptaste la oferta. - dijo el hombre mientras se ponía de pie. - Tu dinero estará esta misma tarde en tu cuenta. -Me gusta el dinero Ragnar, es un placer hacer negocios contigo. - respondió Luis mientras intento sentarse en una silla. -Lárgate, déjame solo con ella. - le dijo con mucho odio. -Solo te digo que es una perrita, y no se que diablos le viste, se que tienes mujeres mas hermosas. - Luis sonrió. -Ese no es tu problema, ahora lárgate si no quieres que te pegue un tiro en tu maldita cabeza. - dijo el hombre mientras lo miraba fulminante. -Ahora este es tu dueño.-me dijo Luis mientras se reía a carcajadas. Luis salió con rapidez de aquel despacho, dejándome sola frente a un hombre que no tenía nada de corazón, me miró por varios segundos para después soltar un leve suspiro. -Mi nombre es Ragnar Mitchell. - coloco sus manos dentro de sus bolsillos.-Desde este momento me perteneces, ¿como te llamas?. -Alice Miller. - solo pude responder aquello. -Bien Alice, esto será muy rápido, no te tendré prisionera ni te privare de tu libertad, pero a cambio quiero que te cases conmigo. - me dijo mientras me miraba todo el cuerpo. -Yo no quiero casarme contigo, se que pagaste mucho dinero por mi, pero puedo hacer otra cosa para que me dejes ir de tu casa. - estaba completamente decidida a negociar. -No mi reina, las cosas no son así. - sonrió de lado. - Pague mucho dinero para tener una hermosa esposa y eso es lo que tendré. -¿Que es lo que quieres de mi?. -Solo quiero que te cases conmigo, eso es todo. - se recargo en el escritorio. - Te diré las reglas del juego, a partir de hoy no podrás salir de esta casa hasta que estemos casados, dormirás en tu habitación hasta que nos casemos, después dormirás conmigo en mi habitación, no quiero que intentes escaparte porque tendré que matarte, ¿has entendido?. -Si.-agache la cabeza. -El día de mañana me acompañaras al hospital para que te hagan unos cuantos análisis. -Si, esta bien. -Bueno pues ahora puedes irte, no quiero que des problemas. Salí casi corriendo del despacho y camine muy lentamente hasta el amplio jardín, me senté en el pasto y acomode mis piernas en mi pecho, enterré mi cabeza en mis piernas y maldije todo lo malo que me estaba pasando, ¿por qué siempre las cosas malas me pasaban a mi? ¿Por qué yo? ¿Que pretendía ese hombre hacer conmigo? No sabia que respuesta darle a todas esas preguntas pero estaba segura que nada de esto podía ser peor. Busque a un empleado de la casa para preguntarle cual sería mi habitación, enseguida me guiaron a mi recamara, me recosté en la cama y me quedé dormida. Escuché que alguien tocaba mi puerta. -Señorita, el señor quiere que baje a cenar. - dijo una mujer. -Si gracias. - respondí. Me puse en pie y fui al baño para mojarme el rostro, en unos cuantos minutos me encontraba frente a una mesa enorme donde estaba sentado Ragnar a la cabecera. -Mañana nos iremos a las 8 de la mañana. - tomó un sorbo de vino. - En tu habitación tienes ropa que mande comprar para que puedas cambiarte. -Gracias. Cenamos sin decir ni una sola palabra, no tenía mucho apetito, así que inmediatamente que se puso en pie Ragnar yo hice lo mismo y me fui a mi habitación. Por la mañana me levante temprano para bañarme, me puse unas medias de red y una minifalda roja, también me puse un top de botones color n***o de manga larga, dejaba al descubierto mi ombligo y unas cuantas costillas, me coloque unas hermosas botas de tacón que me llegaban un poco más arriba de la rodilla también eran de color n***o, me maquille y salí de mi habitación justo a la hora que me indico Ragnar, baje las escaleras y lo vi en la entrada de la casa esperándome, me abrió la puerta de la camioneta para después rodearla y subir, condujo hasta llegar a un hospital demasiado grande, ambos bajamos para encontrarnos en la recepción y que nos indicaran el piso del consultorio. Esperamos unos minutos en la sala cuando salió un doctor de un consultorio y nos saludo con la mirada. -Hey hermano, que bueno que estas aquí. - le dijo a Ragnar mientras le daba un abrazo. -Sabes que siempre cumplo lo que digo. - contestó Ragnar. - Ella es Alice, Alice te presentó a Carlos Martínez, el nos realizará los estudios. -Hola, mucho gusto Carlos. - Le dije mientras le extendía mi mano para saludarlo. -Wow, si que es hermosa tu chica. - le dio un golpe en el brazo a Ragnar. -Tengo un poco de prisa, así que empecemos con esto. - Ragnar camino en dirección al consultorio. Una enfermera nos esperaba dentro del consultorio, enseguida nos tomaron una muestra de sangre a Ragnar y a mi, después empezaron a hacernos unas preguntas. -Muy bien Ragnar comenzaré contigo. - dijo Carlos mientras tomaba una pluma entre sus dedos. - ¿Cuántas parejas sexuales has tenido? -Pues... aproximadamente como 20.-contesto mientras no pude resistirme a mirarlo. -¿Que tipo de anticonceptivo usas? -El condón. -¿Alguna enfermedad de transmisión s****l? -No -Bueno,iras con la enfermera para que tome una muestra de orina y de espermatozoide. - Sacó otra hoja de su escritorio para después mirarme. - Bueno Alice, comenzaré contigo. -Esta bien. - respondí. -¿Cuántas parejas sexuales has tenido? -Ninguna. - me sonroje cuando dije aquellas palabras. -OK, entonces te enviaré a revisión con el ginecólogo. - Carlos miró su reloj para continuar. - ¿Alguna infección vaginal? -No, nunca. Ragnar me miraba algo confundido, su mirada era tan penetrante que me incomodaba. -Carlos ¿puedes ser tu quien la revise?. - dijo Ragnar mirando a Carlos directamente a los ojos. -Claro que sí, bueno si Alice esta de acuerdo. -Si, esta bien. Salimos del consultorio para entrar en una sala donde se encontraba una camilla, Carlos me indicó que me quitara mi ropa y me pusiera la bata que se encontraba en el baño, me subí en la camilla y dejé mis piernas abiertas,Carlos comenzó a revisarme, sentí un poco de incomodidad por los instrumentos que utilizo, a los pocos segundos estaba de pie para poder cambiarme. -Espérame aquí, hablaré con Ragnar. - dijo Carlos. -Está bien. Observe a Carlos salir del consultorio dejándome completamente sola, comencé a vestirme y me sentía un poco apenada por todo lo que me había pasado, no sabía para qué quería Ragnar saber todo esto, pero espero que sus intenciones no sean malas. Ragnar. Después de entregar la muestra de esperma espere a Carlos en su consultorio, escuche que alguien abrió la puerta y lo mire. -Espero que tu enfermera tenga un hijo con tanto semen que le entregue en un botecito. - Me reí un poco. -Deja de ser un loco obsesionado con las mujeres. - Carlos tomo asiento enfrente de mi. -Dame buenas noticias. -Pues revise a Alice y efectivamente su himen esta intacto, no tiene ninguna señal de violación ni mucho menos de haber tenido una relación s****l. -Eso me alegra. - Me acaricie el mentón. - Esta si que es una buena noticia. -Es una hermosa mujer y además es muy joven, ¿para que la quieres, Ragnar? -Me casare con ella. -¿Por qué? -Me gusta, y ya sabes que todo lo que me gusta siempre lo hago mio. -No te equivoques, esta vez estas hablando de una chica que a simple vista se ve que es muy linda. -Por eso mismo me gusta, por la ternura de su rostro. Me quedé pensativo mientras recordaba lo hermosa que se veía en la reunión de unos días atrás, me enamore desde el primer segundo que la observe, su rostro es tan hermoso que quise tenerla en mis brazos para jamás dejarla ir, pero no podía demostrarle mis verdaderos sentimientos porque sabía que jamás llegaría amarme si le decía que fue por puro capricho comprarla, tal vez estuvo mal lo que hice, pero eso no importa porque ahora ella era mía, sería mi esposa, la esposa de un mafioso temido por el mundo.

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