Simplemente tú.

Capítulo 2

Ragnar.

No podía creer que Alice fuera virgen, una hermosa mujer como ella debió de haber tenido muchos hombres en su vida pero al parecer ninguno fue lo suficientemente hombre como para hacerla mujer, mire de reojo a Alice y observe que aún era una niña, bueno ya tenía 19 años pero su rostro aún reflejaba mucha inocencia.

-Mi madre vendrá mañana para ayudarte con el vestido de novia, nos casaremos el sábado. - le dije mientras le miraba sus lindos labios.

-Si esta bien, pero ¿no es un poco apresurado?.

-No, para mí está bien. - gire mi rostro un poco. - Mi madre sabe que te conseguí de una manera no apropiada, así que puedes decirle lo que quieras.

-OK, gracias por avisarme.

-Una cosa más, te aseguro que nuestra boda será lo mejor de lo mejor. - me reí un poco. - Recuerda que eres la novia de un mafioso.

-¡¿Que?!. - sus ojos se abrieron un poco.

-Después platicaremos de ello. - camine en dirección a mi despacho.

Observe a Alice subir las escaleras, realmente me gustaba esa mujer, no podía sacar de mis pensamientos su lindo rostro, tenía el cabello color castaño claro, sus rizos se deslizaban delicadamente por su cuello, sus ojos eran de color gris, un gris muy claro, me encantaba el color de sus ojos, su nariz era afilada y pequeña, sus labios carnosos y de color rosa intenso, su boca parecía la de una muñeca, pues era pequeña y delicada, su piel era muy blanca, el color de sus mejillas era rosado se veía tan sexy, su cuerpo era más que perfecto, a su corta edad podía presumir de un cuerpo hermoso, su torso era delgado, su espalda pequeña y su cintura muy angosta, estoy seguro que podía rodear su cintura por completo con mis brazos, sus senos eran del tamaño mediano, pero lucían tan ricos, eran redondos y firmes, sus caderas eran anchas pero con elegancia, lo más sexy que me encantaba de su cuerpo eran esas enormes piernas y ese enorme trasero, sus nalgas eran grandes y redondas, no podía dejar de pensar en ella, en su escultural cuerpo, tal vez algún día sería mía, pero mientras tanto me aseguraría de que ningún hombre le tocará ni un solo cabello, esa mujer tenía que ser mía en todos los aspectos. No conocía muy bien a Alice, pero sabía que tenía un mal carácter, no como el mío pero algo parecido. Quería sentar cabeza con ella, pero muy dentro de mi interior sabía que eso no sucedería, me gustaban mucho las mujeres y jamas las dejaría por Alice, se que ella vale mucho pero así soy desde que provee por primera vez el sexo, jamas deje de tener relaciones sexuales, nunca me enamore de ninguna de mis amantes, y mi regla de oro era jamás besarlas en la boca, sentir su aliento y su saliva me daba mucho asco, solo satisfacía mis deseos de sexo con ellas y eso era todo. Tenía muchas amantes y las frecuentaba mucho, era parte de mi ritual para quitarme el estrés,nada cambiaría ahora que Alice estaba conmigo, estaba dispuesto a seguir con mis amantes y divertirme. Subí a mi habitación y me quite la ropa, me metí a la cama en ropa interior, al poco tiempo escuche que alguien estaba en el pasillo, salí para averiguar quien era y me encontré a Alice caminado frente a un cuadro.

-¿Que haces?. - le pregunté un poco molesto.

-Solo salí a caminar. - cruzó los brazos.

-Ve a dormir, Alice.

-No tengo sueño

-¡No te estoy preguntando si tienes sueño o no, te estoy dando una orden!. - le grite con una voz fuerte.

-Esta bien, no te enojes.

Por primera vez una mujer no se había asustado con mi voz, mire a Alice y no había señal alguna de que ella me tuviera miedo, ¿Que habrá pasado en su vida para que nada la intimide? ¿A qué le tendrá miedo?, seguro estaba de que iba a averiguar todo aquello, pero siempre lo que me proponía lo cumplía,si que era una chica bastante misteriosa. Nuevamente me metí a la cama y empecé a pensar en mis amantes, sonreí al recordar como las hago gritar de placer, me gustaba dejar a mis perras temblando de tanta sensación, era más que hermoso mirar su cuerpo lleno de sudor. Los recuerdos se fueron desvaneciendo cuando el sueño me venció.

Me desperté temprano para meterme a bañar, el agua fría recorría todo mi cuerpo mientras me enjabonaba, salí del baño y me puse un traje color n***o con una camisa de manga larga color rojo,me acomode mi cabello con un poco de silica, y me puse perfume, salí de mi habitación y baje las escaleras para encontrarme a mi madre.

-Hola madre ¿como estas?. - le pregunte mientras le daba un beso en la frente.

-Muy bien hijo, emocionada por qué te casas, pero... escúchame bien Ragnar, trata bien a esa mujer. - su mirada era demasiado seria.

-Si madre te lo prometo. - le extendí una tarjeta de débito. - Toma, para que le compres todo lo que necesita Alice,no escatimes en gastos.

-Muy bien hijo, tu madre se encargará de dejarla muy hermosa.

-Es una mujer muy hermosa.

Me despedí de mi madre para después salir de la casa y subirme a la camioneta blindada para salir en dirección a mi empresa, no dejaba de pensar en lo hermosa que se vería Alice con su vestido de novia.