Encuentro

2751 Words
Todo el turno paso lento, eterno, nunca deje de sentir el aroma a bosque en mi nariz y la mano que él sostuvo aún tenía su esencia. Una inquietud en el pecho se instaló desde que lo vi. Durante la noche di mil vueltas en la sala en la que me dispuse a descansar durante algunos minutos entre el turno, en pediatría no había demasiado trabajo así que tocaba cubrir emergencias y necesitaba energía.  Me recosté en una de las camas de descanso cerca de la oficina de papá, traté de recordar a detalle su rostro evocando fácilmente sus facciones.  Ya eran cerca de las 9 de la mañana. Fui a la oficina de mi padre para despedirme, la situación de la noche anterior lo había divertido bastante, incluso envió mensajes extraños bromeando sobre eso a esta hora mi familia debe haber recibido una actualización completa, me maldije por salirme del grupo familiar que formaron.  -papá, Freya viene por mí. Tengo clases. - entre dando saltitos mientras me veía con una sonrisa. -¿que-e-e sucede?-Hablé entrecortado, la piel se me eriza con esa sonrisa así que mi energía decayó en cuanto llegue a su escritorio.  - eso debería decir yo.¿Qué pasó ahí dentro con Dante? Pasó la noche aquí - sentí mi omega saltar en cuanto oyó su nombre.  -nada, el sujeto era algo apegado y cría un bebé sin tener idea de bebes - Volví sobre mis propios pasos para quedar cerca de la puerta. - pero fue extraño- -por extraño te refieres a qué cosa luca, porque vi muchas cosas extrañas en todo eso-papá se acomodó más en su silla giratoria. - Bueno, él es un alfa extremadamente dominante, la creme de la creme, lo atiendo desde que nació su sobrino, hemos hablado de vez en cuando- Tarareo como un adolescente - A sus 28 años es un tipo bastante maduro y realizado, pero inexperto en muchos aspectos. Yo recién vine a saber sobre bebés cuando nació tu hermana, y fue gracias a tu madre, en su caso no tiene nadie que lo apoye, lo viste ayer, apenas podía con sus nervios . - mire a mi padre curioso pues realmente no tenía idea de lo que quería decir. - ¿Luca, te sientes bien? Tu rostro está un poco rojo- -No lo sé, primero cuando entré al hospital tenía una sensación extraña, así que quizás estoy siendo cauteloso pero iré a hacerme exámenes- agite mi mano para que no se preocupe.  -Quizás no lo notaste pero tengo desde anoche este constante mareo y mucho sueño… volviendo al tema, es cierto, los alfas saben muy poco sobre muchas cosas. - un alfa dominante, ahora comprendo la confusión, seguro nunca estuve tan cerca de uno aparte de papá por eso el aroma me agobio.  -hice lo que me pediste, Dante solo estaba deshidratado y cansado. Cuando le entregué tu número me pareció ver como movía una cola detrás de él. Como hiciste para hacer que ese malhumorado y frívolo ceo se vuelva así de dócil. -  -¿En serio? Se ve bastante joven, aunque tiene 29, y sus padres? Parece bastante mañoso pero definitivamente es muy dócil.- papá sacó nuevamente el tema de aquel tipo.  -Luca, vives bajo una piedra. El chico no se ve así ¡es así! no se le conoce ninguna relación pero seguro que tiene un grupo de hermosos y hermosas omegas esperando que les dé un hijo y ser parte de su imperio, además continuar con esos genes por supuesto. Deberías averiguar tu mismo sobre él si quieres conocerlo. - -ehh… Alto ahí cupido, esta conversación se desvió un poco, así que cortemos, lo único que me interesa ahí es su bebe que tiene una vida muuuuy difícil, aparte de ti, los alfas son inútiles con los niños sentí un poco de empatía por su repentina paternidad. - viéndolo bien, con ese cuerpo y personalidad debe tener unos cuantos hijos por ahí a su edad, huele a conquistador- Me dio un poco de rabia pensar en él con otros omega pero prácticamente lo conozco la gran cantidad de 1 hora.  - Pero bueno, me voy a la universidad. Nos vemos por la tarde. -  -¡Podrías ayudarle a cuidar a su hijo! - grito papá riendo a mis espaldas.- ¡quizás hacer unos dos o tres más! ¡Vamoooos, hazlo por papá! Unos nietos hermosos con él, haz unos bebes con él -  Cuando me retiraba, sentí ganas de pasar a verle pero me contuve sólo no quería ese tipo de sensación rara nuevamente y los planes de mi padre de hacer un equipo de fútbol con el chico me avergonzaba un poco, aunque claramente mis pensamientos viajaban directo al escote de su camisa y su bien formado pecho, como podría mirarle a la cara después de fantasear con su cuerpo.  ¿Cómo se verá sin ropa? Algo es seguro, es más grande que yo por todos lados por lo que pude captar en mi breve revisión.  Camine por el pasillo que me llevaría a la salida, el doctor franco Holmes me abrazó por la espalda y su nariz parecía olfatear algo cerca de mi cuello, inconscientemente puse mis manos en mi nuca.  -calma soy yo, hoy hueles a bebe, como siempre- sonrió aún más amplio -luca, te llevo - lo miré, sacando sus brazos de mis hombros, hice una pequeña señal de respeto moviendo mi cabeza para negarme.  -viene freya por mi- Detrás del doctor estaba de pie el alfa, no pude decir nada al ver su expresión, también se retiraba después de una noche en el hospital, tenía una cara de cabreado que asustaba. Hice nuevamente una señal de despedida, me dirigí en dirección a la puerta principal saliendo rápidamente hacía el estacionamiento.  Entré al auto de Freya y sentí esa extraña angustia nuevamente.  -bebé, hueles dulce muy fuerte. ¿Qué te pasó ? Porque estás tan agitado. - Mi hermano tenía una voz preocupada e incluso alargó las últimas palabras de forma exagerada  Mire a mi hermana con lo que podría decirse un rostro alterado y asustado, como podía mi hermana sentir mi aroma si se supone no tengo. Comencé a buscar en mi mochila que se encontraba en mis piernas.  Había olvidado los supresores que siempre traía por si milagrosamente ocurriera un accidente.  Le pedí que me llevara a casa, preocupada condujo veloz sin hacer más preguntas, en cuanto entré sin cruzar palabras con nadie subí y me encerré en mi cuarto. No pude hablar con nadie durante el resto del día y al siguiente tampoco, no fui a mis clases, nunca había faltado más que por alguna emergencia familiar. En ese momento no podía salir de ahí.  El día viernes llegó más rápido de lo que pensé y por fin habían acabado mis turnos y clases.  Mis compañeros me invitaron a salir para celebrar mi cumpleaños que sería el día siguiente, acepté sin pensarlo demasiado, en verdad necesitaba distraerme. Toda la semana estuve tomando supresores, al parecer aunque no había tenido mi celo, si había comenzado a despedir aroma, empeoraba cada vez que pensaba en Dante. Maldito y sensual alfa que no me dejó dormir.  Mi hermana incluso logró percibir el aroma que yo pensé no tenía, aunque nadie había mencionado nada al respecto otra vez después de encerrarme en mi cuarto hasta el día sábado por la tarde. Por seguridad comencé a tomarlos como correspondía.  Pasaban de las 8 de la tarde, planeé bailar hasta sentirme tan cansado que podría dormir hasta el domingo sin pensar en aquel alfa de ojos avellana profundo.  Aún me encontraba un poco  inestable así que beber quedaría completamente descartado.  Me duche, me puse un pantalón n***o rasgado, bastante ajustado y una camisa rosa pálido siquiera 3 tallas más grande que la mía. Salí en mi propio auto llegando cerca de las 10 al bar donde nos encontraríamos.  Entre buscando rostros conocidos en el lugar y aunque estaba oscuro vi a mis compañeros sentados en una mesa haciendo señas con la mano para que fuera con ellos. Entre todos se encontraba un tipo que ha estado insistiendo en invitarme a salir durante cerca de un año, tiene una perseverancia increíble si bien no es desagradable pero cero libido o atracción s****l, hacen esto.  Es atractivo y agradable. Alfa pero no arrogante, como la mayoría de los estudiantes de la carrera.  Todos bebían, charlaban, yo participaba de la conversación en lo que el ambiente se volvió mucho más alegre. Selva, el chico perseverante me invitó a bailar, sin querer arruinar el ambiente animado del lugar y las personas que nos acompañaban, acepté.  Muchos de mis compañeros y compañeras ya estaban bastante bebidos, pasaban de las 00 hrs. Dejé mi chaqueta en el lugar, y encargue mi móvil a sam, la novia de mi hermana, para dirigirme a bailar, la mirada esperanzada de algunos que seguro pensaron sería una oportunidad para selva me hizo sentir culpable.  Comenzamos a bailar en el centro de la pista, me encontraba de espalda hacia él mientras sujetaba mis caderas con vista directa a la barra del lugar. Traté de mantener una distancia apropiada del sujeto, en algún momento esa distancia desapareció, pase mis brazos a su cuello afirmando la cabeza en su pecho y sólo nos dejamos llevar bailando. Aflojó su agarre, se agachó y susurro en mi oído.  -¿conoces al sujeto que te mira molesto desde la barra?- gire mi rostro para ver de qué hablaba y un tipo sentado con una copa en la mano entre sus piernas me miraba fijamente.  Ahí estaba, el tipo perfecto que me ha quitado el sueño hace más de una semana, su amplia camisa azul dejaba ver en gran parte su pecho y su jeans negros, debe verse fantástico cuando está de pie.  Severo miraba las manos en mi vientre cargado de posesividad, alzando una ceja levantó su mirada, estábamos cerca que cuando lo vi sentí que iba a babear.  Supongo pensó que me acercaría a él, pero contra esa idea en mi mente y resistiendo la tentación, tomé las manos de selva y fui hacia el otro lado de la pista evitando quedar dentro de su campo visual. -¿quién era? Se veía atemorizante- -es un paciente. Sería extraño seguir ahí, me hace sentir incómodo si los pacientes me ven en mi vida privada.-  Selva me dio la vuelta quedando mi rostro contra su pecho, este tipo era gigante. Acarició con la palma de su mano mi espalda rozando con algo de fuerza el hueso en mis caderas.  Caricias tan inciertas y un aroma tan profundo que me hizo incomodar, casi como si mi cuerpo rechazará su tacto. La mirada inquisitiva de Dante rondaba mi cabeza, mis ojos se perdían en el recuerdo de hace un instante siguiendo el camino de las venas de sus brazos hasta la punta de sus dedos. Las mangas remangadas en sus musculosos brazos me hicieron suspirar.  Puso su dedo en mi mentón para levantar mi rostro, me sentía excitado pero no por el tipo frente a mi- luca, sal conmigo. - se acercó como para besarme cuando una mano desde atrás cubrió mi boca y me apego a un cuerpo duro con demasiada fuerza.  Su aroma me hizo ronronear y a la vez bajo algo frío por mi espalda, me congeló.  -esto es lo más lejos que llegarás con él- Dijo el dueño de la voz en lo que agarraba mi cintura atrayéndome hacia él con más dominio aún . Sentí algo en mi espalda en lo que no quise pensar pero me erizo la piel.  Lo escuché sonreír mientras bajó su rostro a mi oído aún con su mano en mi boca, esté sujeto huele cuando me excito, selva miraba el espectáculo con el rostro lleno de ira. -¿por qué no fuiste a mi cuándo me viste? Hueles a ese alfa, me molesta otro olor sobre tu cuerpo-  Subí mis manos para sacar la que cubría mi boca dejando un pequeño espacio de goce para acariciar las venas saltonas de su muñeca, quería responderle a este arrogante sujeto pero no me resistía a su olor, su voz profunda y suave. Miró desafiante al chico, este se retiró molesto hacia la mesa sin dejar de mirarnos.  -eres un paciente, debo mantener una cordial distancia y límites, te conozco solo de hace unos días y te vi unas horas, así que no recuerdo pedir tu opinión sobre mis citas. - esperé su respuesta mientras sus dedos se movían libres arrugando mi camisa buscando el borde sobre mi cintura.  Detuvo su mano y con su palma completamente extendida me apego más a él, si es que se podía, me tenía completamente sujeto a su cuerpo haciendo que mi espalda se entumeciera al sentir el calor de las curvas en su pecho. Mi mente divago durante un instante y me sentí un poco excitado de pensar en estar tan cerca de él, me recompuse a un segundo de esta vaga sensación y traté de poner mala cara.  -mmm límites conmigo. ¿Cuáles serían esos límites? -  Traté de soltarme de su agarre, pero apretó más, puso su otro brazo alrededor de mi y me levantó del suelo para llevarme a la salida del bar.  No quería hacer nada absurdo así que solo permití que me llevara, dejé caer mis brazos rendido y molesto. Sin ninguna doble intención, no esperaba nada de forma consciente sin embargo mi omega estaba lleno de felicidad, teniendo el aroma a bosque tan cerca que podía acariciarlo y disfrutarlo hasta que este instante terminara.  -me bajás ahora por favor- esté sujeto al parecer no tiene idea de que puede pedir las cosas ni tampoco conoce el espacio personal.  -lo siento, quería respirar tu olor sin esos molestos aromas. - se acercó y acarició mi mejilla, costó toda la fuerza de voluntad contenerme de refregar mi rostro contra su mano, hace un rato me estaba costando no hacerlo con todo mi cuerpo, sus manos eran enormes y me cargo como si nada, sus brazos me rodeaban fácilmente y se podría decir que mi cuerpo desaparecía detrás de él haciéndome sentir tan pequeño- ¿estás bien, bebiste? -  Lo miré levantando un poco mi rostro, mis manos en su pecho marcaron la distancia y su cuerpo se sentía fantástico .  -Claro que no, vine manejando. - me abracé a mi mismo evitando su mirada, hacía frío fuera.  -¿Es tu pareja o algo así? Te tocaba con mucha confianza- giro su rostro pero sus ojos no se despegaron de mi esperando una respuesta.  - Claro que no, o quizás sí - Dante miraba molesto cada parte de mi cuerpo, sus feromonas dominan rápidamente sus emociones, parecía que ni pestañeaba o respiraba.  -¡Hey, Dante ! Eso fue una broma- sonreí, me gustaba esto de él. Tan enorme y a la vez tan delicioso, me quejaba solo por la inseguridad en mi mismo, la verdad me encontraba extasiado con la cercanía que ambos compartíamos en estos momentos.  -si si lo siento. Me distraje, no necesitas explicarte ni nada, debes poner límites con los pacientes. si te interrumpí lo siento, me moví por instinto - rasco su nuca. Su clara muestra de celos me causó ternura, quería colgarme un poco más de él.  - Entonces no están saliendo- me señaló con la mano y susurro- acércate, hace frío -  No sé qué clase de don es ese pero solo me acerqué a su cuerpo, me abrazó y sentí el calor de su pecho amplio, quizás las condiciones climáticas o mis condiciones climáticas me traicionaron pero su abrazo fue todo lo que necesitaba mi cuerpo para entrar en calor. Un calor tan incómodo como placentero que me embargaba por completo dejando que me destruyera en sus brazos.  -No te aproveches de la situación-le reproche tratando de apartarme sin poner mucha fuerza al notar como mis instintos me traiciona an dejando que me entregará tan fácil a su abrazo íntimo, estaba mal no poner límites aunque quisiera estar ahí - ¿Qué fue lo que hiciste ahí dentro? ¿Y el bebé ? -  -mmmm... La verdad nada, protegiendo tu imagen, el bebé en casa con una niñera, debo irme pronto. Solo salí a beber con un amigo y su pareja, mierda lo olvidé . - no entendí muy bien qué quiso decir.  Solo sentí como jalo de mi con fuerza llevándome de vuelta al interior del bar.
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