Entre dos Amores

LA DESILUSIÓN

Maite se despierta muy temprano en la mañana, feliz porque hoy comienza su primer día de su pasantía y está contenta por su nuevo éxito.

Como todos los días, se ducha, se cambia y cuando está lista, se mira en el espejo y se siente feliz al ver lo bonita y atractiva que se ve.

Baja a desayunar y tiene la atención de su hermano, Maite es la más pequeña de una familia, son de clase media y ella es el orgullo de su familia.

— Maite qué bonita estás hoy, ¿A dónde vas así vestida? — pregunta Marcos.

— Hoy comienzo mi pasantía en la empresa multinacional muy importante, ¿que no te conté? — pregunta curiosa.

— No, no lo sabía — responde él.

— Es que no estabas la otra noche, cuando llego de la universidad saltando y gritando de felicidad con la noticia — cuenta Jorge, su padre.

— Felicitaciones, pequeña, estoy muy orgulloso de ti, bueno desayuna que te alcanzo a la empresa antes de irme al trabajo — le dice su hermano, cuando salen sus padres le desean buena suerte y sale junto a su hermano.

Maite comenzó sus pasantías en una empresa multinacional llamada Candy, que exporta al mundo todos sus productos alimenticios y sus golosinas.

Renato y Donato son los dueños de la misma, ellos dos son amigos desde su nacimiento, llegaron desde Italia, muy jóvenes tras el sueño americano de progreso.

Comenzaron a trabajar y con el tiempo consiguieron tener una empresa multinacional muy importante en el mundo, comercializan sus productos y ganaron muchos premios por su calidad y excelencia.

Dos meses después

Maite salió temprano de su empleo y se fue a la casa de Ethel, su mejor amiga, para realizar el trabajo de la universidad.

Llega, toca el timbre y la recibe la hermanita de Ethel.

— Hola, Emilia, ¿Cómo estás? Se encuentra tu hermana — pregunta Maite amablemente.

— Sí, pasa Maite está en su habitación con Axel — responde Emilia, ignorando lo que estaba haciendo su hermana.

— ¿Con Axel? — pregunto sorprendida y sin dudarlo sube la escalera, al tomar el picaporte de la puerta escucha sonidos que ya sabe que los produce y entra para asegurarse de ver qué pasa en realidad y cuando lo hace, los encuentra a ambos desnudos en medio de su acto s****l.

Un nudo en su garganta le impide hablar, las lágrimas no cesan, se gira y sale deprisa.

— Maite — grita Axel, pero como estaba desnudo, no puedo correr tras de ella, se cambia rápido y deja a Ethel.

— Espera, dónde vas, no me puedes dejar así — grita ella furiosa.

— Te dije que ya no quería nada más contigo — le grita Axel.

— ¿Recién no parecía eso, lo disfrutabas o no? — pregunta Ethel.

— No, Ethel, no lo disfruto, solo me sacaba las ganas contigo, era eso nada más — responde Axel.

Ethel le pega y en el rostro, Axel se gira bruscamente y la mira con odio.

Él esperando que llegara el fin de semana y pedirle matrimonio a Maite y formalizar su noviazgo, pero hoy todo dio un giro inesperado.

Ethel le pidió que fuera a su casa, porque debía hablar con él, lo sedujo y él terminó cayendo nuevamente en su red.

Axel corre tras Maite, va a buscarla a su casa, pero ella está encerrada en su cuarto y le grita llorando que se vaya.

Su hermano pregunto qué está pasando — ¿Qué le has hecho a Mai que llora? — lo toma del cuello.

— Me encontró con Ethel en la cama — mientras le está contando lo sucedido, Marcos le dio un fuerte golpe en su ojo y del impacto cayo sentado en el suelo.

— Espera yo respeto a tu hermana, nunca le toque un pelo, pero tengo necesidades, debes entenderme — grita Axel.

— Te debes aguantar y no te sigo golpeando porque la respetaste, si no ya eras hombre muerto — Marcos lo saca de su casa y le advierte, no te quiero ver más cerca de mi hermana, me oíste, le grita.

— Pero el sábado iba a proponerle matrimonio, ya compré el anillo — decía Axel desesperado.

— No entiendes que no te quiero cerca de mi hermana, eres poca cosa para ella — dice eso y le cierra la puerta en su cara.

Luego va por Maite y encuentra a su madre intentando hablar con ella, pero Maite no abre su puerta.

— Mai, cariño abre, déjame ver que estás bien — decía su madre muy preocupada por ella.

Marcos, al ver que ella no responde, se va a su habitación, sale al balcón y luego entra al cuarto de Maite por su ventana.

Su madre al oírlos hablar se tranquiliza y los deja solos.

— ¿Qué pasa princesa, por qué lloras? Debes estar tranquila, ese tipo no era para ti, era poca cosa — dice su hermano y Maite se pone a llorar desconsoladamente.

— Lo amo y me dolió verlo con mi mejor amiga — dice llorando y Marcos la abraza.

— Maite, yo soy hombre y jamás me metería con la mejor amiga de mi novia, hay códigos que se deben respetar y este imbécil no los respeto — dice furioso Marcos, así que aléjate de él, aunque ahora te venga con una sortija, no confíes en una persona que no respeta un código tan simple.

Deja de llorar, no derrames lágrimas por ese imbécil cámbiate, vamos al cine, deja que llame a Nicolás que me esperaba y nos vamos.

— No, ve con Nico que no estoy de ánimos — dice ella, aparte tengo trabajo de la facultad y de la pasantía que hacer.

Maite no mentía, tenía trabajos por hacer, pero no estaba de ánimo y los postergó.

Marcos se levanta y le da un suave beso en su mejilla — No llores, ve a lavarte la cara, así me puedo ir más tranquilo — dice él.

Maite se va a su baño, se lava la cara y se sienta en su escritorio, le sonríe a su hermano y él se retira.

Ella abre su computadora y elimina todas las fotos de Axel y de Ethel que tenían junto a ella.

Después los bloquea del computador y del celular.

Sus lágrimas siguen cayendo, llora hasta la madrugada.

Al día siguiente.

Llega a la empresa unos minutos más tarde, algo que llamó la atención de Donato y cuando la observa la llama a su oficina muy preocupado.

— Hola, Maite, buenos días, ¿estás bien? Porque no lo parece — pregunta Donato.

— Buenos días, señor Donato, si estoy bien — le responde con una media sonrisa.

— Bien muchachita, espero que así sea, porque no estás como sueles ser tú todos los días, si te sucede algo y podemos ayudarte, no lo dudes, le dice él tratando de ayudarla.

Desde que Donato la conoció se encariñó mucho con ella y hasta le insiste a su hijo Noah que vaya a la empresa, que una joven muy bonita podría gustarle, pero él se niega, dice que su padre no entiende los gustos de él.

Noah

Desde que su madre murió, su padre no hizo más que consentirlo para calmar su pena y hoy siendo adulto se la pasa con sus amigos de viaje y en fiestas, siempre rodeado de jóvenes muy bonitas.

Su padre espera que pronto se interese por la empresa y deje la diversión de lado y comience a conducir la empresa y él pueda retirarse y descansar.

Pero Noah no está interesado en eso en estos momentos y se fue de vacaciones con sus amigos al caribe a unas playas paradisíacas, sin saber que allí va a encontrar el amor que le cambiará su vida.

Maite

Está tan triste que sus amigas quieren que se olvide de su exnovio y de examiga, organizan un corto viaje a una playa paradisíaca, ella se niega a ir con sus amigas, pero ellas la convencen y finalmente acepta ir con ellas.

Llegan temprano al hotel, se recepcionan y se van a su habitación, se ponen sus trajes de baño y se van a disfrutar del sol.

Ellas están tranquilas tomando sol y bebiendo unos tragos cuando escuchan a unos jóvenes acercarse, ellas los miran y ellos pasan por al lado.

Luego uno de los amigos de Noah señala al grupo de chicas y se van a acercar a ellas, Mai se gira y siente que algo cae sobre ella y se molesta mucho por eso.