PROLOGO
Hace ocho años
—¡Pero mamá! — Mi madre me miro mal, mientras terminaba de peinarme.
—¡Nada de peros Emily!, ya te dije que debes ir a la escuela, ya has faltado toda una semana.
—¡Pero odio allí! Todo el mundo se burla de mí, no quiero que se burlen más de mí. — dije a punto de llorar, odiaba ir a la escuela; Siempre se burlaban de mí por qué un no podía hablar bien como los demás, no podía pronunciar bien algunas palabras y generalmente me ponía nerviosa en público, así que terminaba tartamudeando, la doctora había dicho que con el tiempo mejoraría, pero odiaba esto.
—Emily, no puedes simplemente huir porque las cosas están un poco mal, simplemente llegas, te paras en frente del problema y lo enfrentan con todo lo que tengas. — dijo mama, obligándome a mirarla —¿Entendiste? — Hice un puchero y asentí.
—Bien, ahora a la escuela. —dijo terminándome de peinar.
Durante todo el camino a la escuela no pude evitar pensar en las palabras de mama, debía ser valiente y enfrentar los problemas... yo no era para nada valiente, quería irme a casa y encerrarme a jugar todo el día, mientras tomaba coca cola y comía chuches, suspiré, que difícil era ser yo.
Al llegar a la escuela mama se despidió de mí y entre a la escuela, todo parecía estar tranquilo, generalmente no me molestaban cuando estaba en los pasillos, sin embargo, cuando llegaba al salón las cosas cambiaban.
Me pare en frente de la puerta unos segundos, después de varios minutos la profesora me vio y me obligo a entrar, ella automáticamente se había convertido en mi enemiga número uno.
Mientras caminaba podía ver como algunos de mis compañeros me miraban y reían.
Me senté y comenzó la clase, todo el rato paso tranquilo... de no ser por esa maestra que me hizo leer un párrafo del libro, de verdad aquella señora se había ganado mi odio, todos se había reído de mí.
Tomé mi lonchera y salí a descanso, me senté lo más alejada posible, no quería que me molestaran mientras comía.
Mientras comía, miraba a todos, de pronto un estruendo, mire rápidamente, Eros, pobre niño, generalmente los chicos lo molestaban por no ser como los demás niños, siempre lo golpeaban... nunca nadie hacia nada por ayudarlo.
—¿Y qué vas a hacer si no te devuelvo tu lonchera? — dijo Tom, el tonto que siempre nos molestaba.
—Yo... voy... — dijo Eros con voz baja.
—¿Tú qué? —grito Tom y lo empujo, suspire, pobre chico, si fuera él, yo quiera que alguien me ayudara, todo el mundo se rio, vi como las lágrimas de Eros comenzaban a salir.
Mordí mi labio, las palabras de mama se repetían en mi mente, de pronto me levanté y fui hacia ellos ¿Qué estaba haciendo?
— T-t-t-tú, d-d-ejalo en p-a-az —dije tartamudeando, Tom me miro, ¡oh dios iba a morir!
—¡Vaya, pero miren si no es nada más que la Emily, la tartamuda! —Mordí mis labios. —¿Por qué no te vas y te metes en tus asuntos? En vez de estar aquí deberías mejorar tu habla. —Mordí mis labios cuando todos rieron.
Lo miré con rabia, apreté mis puños, de pronto las palabras de mi mamá se repitieron en mi mente, "te paras en frente del problema y lo enfrentan con todo lo que tengas" definitivamente Tom era el problema ¿Pero yo que tenía para enfrentarlo? Apreté mis manos... Mis puños, eso tenía, no sé de donde reuní el valor, pero me lancé hacia él y comencé a pegarle, este me jalaba el cabello; sin embargo, yo no me rendía...
Me encontraba en la dirección junto a Tom y Eros, la maestra nos miraba seria, esperando que nuestras madres llegaran.
—Eso fue genial. —Mire a Eros quien me susurraba, me sonroje.
—Y-yo no, eso no fue g-genial.
—Claro que lo fue, te enfrentaste a Tom, o sea Tom, el bravucón del insti.
Le sonreí y le di las gracias...
Minutos después llego mama, al final terminé siendo castigada, una semana sin chocolates; sin embargo, al final, Tom termino siendo castigado y yo bueno, yo tenía un nuevo amigo...
Actualidad.
Con el tiempo mi habla mejoro, creí, me volví linda y termine siendo popular... o eso quisiese, mi habla si mejoro, pero definitivamente nunca dejaron de molestarme, yo simplemente termine siendo una Nerd.
Mire a Eros mientras lo miraba jugar básquet, habían pasado 9 años, Eros se había convertido en todo un galán, definitivamente era demasiado guapo, literalmente casi todas las chicas estaban enamoradas de él... incluyéndome, tome mi cabello entre mis manos ¿Cómo mierda había pasado todo esto? Todo había pasado tan rápido, no sé en qué momento me enamoré de él.