Cap 5. Ya eres mía.

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SEBAK. Luego de dejar a la Odiosa Tontilla en su casa, volteo y me llevo su moto; cuando estoy en casa Oliver me llama a invitarme a una fiesta en una casa de fraternidad, accedo tengo días que no salgo de fiesta y nececito sexo; no tengo novia, ni nada; mis antiguas novias nunca an sido importantes en mi vida, solo eran para un rato, intenté alguna vez tener una novia fija pero mi hermano Senne se metió con ella; aunque yo me sentía enamorado, aunque descubrí al final que fui yo quien se metió en su relación; pues ella era su novia; pase la página, aunque entre Senne y yo siguió creciendo nuestra rivalidad. La fiesta está muy animada, hay muchos jóvenes y chicas hermosas universitarias, logro conquistar una rubia de cabello corto y cuerpo espectacular, es muy cariñosa y me besa como si no fuera un mañana; creo que la que corono fue ella, pues está muy insistida en ir arriba; cuando veo pasar una hermosa chica de cabellos castaño oscuros, y unos labios carnudos; está algo alegré tiene un conjunto ceñido a su cuerpo n***o de camisa escotada y pantalón ajustado y botas, pero mi entrecejo se marca cuando me doy cuenta que es la odiosa Tontilla y está bebiendo como si fuese agua. Levanto rápido a la chica que tengo en mis piernas y de inmediato voy a dónde está ella; la jalo de los brazos de este chico y le reclamo. — Tú, Que haces aquí brincando como una cabra y tú lesión Makarena.— le reclamo; no alcanza a decir nada cuando el tipo me está reclamando pero me acerco a el furioso y le digo en su oído. — No te metas idiota o quieres que te tumbé los dientes por estar manoseando a mi novia imbécil.— le digo y este chico abre los ojos y sale y se va indicando, volteo a verla y le digo. — Nos vamos.— ella me reprocha y termino amenazandola. 10 minutos después la saco cargada en mi hombro; que se cree que puede jugar conmigo. La bajo en el estacionamiento y ella está furiosa. — Quien te crees imbécil, para sacarme de la fiesta.— me reclama ella. Yo la veo y sonrió de medio lado, ya no llevo el uniforme de fisiatra, tengo un pantalón n***o de vestir una camisa blanca con mi pecho destapado y una chaqueta negra. Ella me ve de arriba a bajo y aunque estás furiosa, por mi proceder termina. — Vete a la mierda, Doctorcito... No sé te olvide tu lugar cariño.— ella intenta volver a la fiesta pero le tomo fuerte su mano, me monto a la moto y en solo movimiento la monto arriba de mi a horcajadas en la moto. Viendome de frente; antes de arrancar le aclaro. — Soy Sebak, Tontilla odiosa y se cual es mi lugar y tu hoy te vas casa.— le digo y arranco la moto. Manejo por la cuidad y solo estacionó cuando llegamos a su casa, me bajo con ella cargada y la deposito en unas gradas de su casa, ella está furiosa pero no puede hacer más, me sonrió le agarro fuerte su menton y hago como si fuese a besarla. Ella abre su boca como a la expectativa; sus ojos se dilatan y cuando estoy a milímetros de sus labios le digo. — Eres una tonta, irresponsable; duérmete, te espero mañana en el Club para empezar con tus terapias de rehabilitación. — ella solo me ve y sonrió; me separo de ella y se queda viéndome... Cuando me estoy montando nuevamente a mi moto; me le río en su cara y le digo. — Que pensabas; ¡Tontilla, Que te besaría! no beso tontas. — le digo y ella antes de que me valla me grita. — Pero bien que me veías está mañana; Doctorcito de mierda.— °°°° Son las 9:30 de la mañana; y está Tontilla no llega, hoy no debería estar aquí, es Domingo pero vine muy temprano por ella, solo que no tengo su número y no se aquel horas llegué. Camino de un lado a otro y leo un libro de medicina y Fisioterapia; cuando escucho una moto llegar; es una Motocicleta Davison como la mía solo que está es Blanca y otro modelo e incluso más nuevo. Veo al motociclista bajarse y es una chica hermosa; «ella», trae unos shorts blancos y una camiseta, y una linda chaqueta blanca, prácticamente parece un ángel, me ve sonriente y entra al consultorio. Me molesta lo alzada y egocéntrica que es y más cuando su saludo es. — Bueno ya estoy aquí Doctorcito; eso querías, ¿No? — sonríe. Me da enojo ver su comportamiento se cree la reina por su forma de dirigirse a las personas, sin respeto, ni miedo; está chiquilla es hasta intimidante. — Tu eres la beneficiada; quieres seguir jugando Makarena; o te piensas quedar lesionada para siempre y no volver jugar.— le digo y ella me ve fijo; caya, yo me sonrió; puedo notar que está chica es una prepotente. Ella se sienta en la camilla y yo inicio el masaje, primero le quitó sus zapatos y calcetas; su piel es suave, aplicó cremas e inicio el masaje, pero no tarda en quejarse; yo con mi rostro victorioso la veo; está llorando, pero no lo hace como una perdedora; lo hace con orgullo, prepotencia, como toda ella. — Ahyyyy— ( respira, y bajan lágrimas) yo aún sonriente la veo a sus hermosos ojos; pues, como negarle Makarena Gallego es hermosisima; ese rostro altanero y de superioridad es incomparable. — Pensé que eras de piedra Makarena; tu la gran Maka con dolor; es inaudito.— Me burló. — Duele mucho.— me dice; yo decido vengarme. — Anoche no pensabas eso, creo y te enojaste.— le reprochó y continuo con mi masaje, nada suave y tratando de que le duela al máximo. — Eres un gilipollas de mierda, Sebak. — ella me empuja y se trata de bajar, de la camilla. — Búscare un médico fisiatra particular.— me dice e intenta irse; pero la detengo la cargo nuevamente a mi camilla y solo la veo y le digo; aún con mi cabeza negando.— Ya eres mía.— Me ve con sus ojitos, grises azulados, cristalinos, algo dilatados. Le tomo nuevamente su mentón y no se por que o como pasa pero la beso. _⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠___🔸___________
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