Cap 6. Pool Dance.

1451 Words
MAKARENA Sus labios aprietan los míos y abro mis ojos, de manera asombrada, no puedo creer como logro empotrarme el doctorcito; pues me tomo fuerte mi mentón y no puedo moverme, prácticamente este es mi primer beso y este imbécil me lo está robando; no reacciono, no esperaba esto, menos después de tratarme como la mierda y yo igual. Pero me aprieta fuerte con sus manos en mi cadera y termino abriendo más la boca y el ingresando la suya en mi, luego termina el beso con un leve mordisco en mi labio. Lo miro y veo una sonrisa, ladina en su rostro. — Puedes hablar Tontilla, no te comí la lengua.— me dice y eso me enfurece, prácticamente quiero salir corriendo pero no puedo el aún tiene mi pierna, en sus manos. — No soy tuya idiota, no vuelvas a besarme.— le respondo grosera, reacciono tarde, pero lo hago. Este ríe y me contesta. — Ok, me refería a tu fisiatra, y lo del beso fue para neutralizante, y lo logré— Sonríe — No me interesan las niñas tontas e inmaduras como tú; que ni besar saben.— me dice y esto me enoja. — ¡Claro que no se!, idiota, era mi primer beso y me lo robaste.. (Uff yhh), uff que asco.— le digo haciendo cara de esta, y a Sebastiáncito se le desfigura su cara de suficiencia. — ¿Asco por qué? Si soy muy guapo y beso rico, deberías de agradecerme.— me dice y suelto una inmensa carcajada. — jajajaja. — ¿Por qué Sebastiáncito? ¿por besarme? por robarte mi primer beso, mírame crees que me faltan pretendientes... — le digo y veo que este aprieta su mentón, y en sus nudillos se nota el enojo. No le importa que se enoje y sigo. — Mírame, soy una Reina, no me falta nada, puedo tener al hombre que desee no seas creído doctorcito; que tú para mí; solo eres el fisiatra sebastian.— le contesto y ahora sí lo hice enojar. Se levanta, me ve fijo toma mi mentón y puedo ver que sus ojos están oscuros, está furioso; lo se por la cantidad de libros de psicológica, que he leído, también de autosuperación y manipulación humana; “psicología oscura”. — No soy Sebastiáncito, Sebastián o Doctorcito, soy Sebak. Y para que te quede claro Makarena Gallego; No; te quiero ver besandote con ningún chico, ni de coqueta. — este me ve y se arrima a mi oído y con sus palabras muy oscuras y roncas termina. — Me importa una mierda que seas la “Reina” tu ya eres mía. — me dice; lo empujó y ahora sí me bajo, la terapia ya la había terminado; coloco mi calzado y salgo este solo me ve, va su escritorio; saca no se que cosa, y cuando estoy a punto de montarme a la moto toma mi mano, me mira a los ojos y me dice. — Te espero mañana, dame tu teléfono; no pienso esperarte todo el día.— me dice de manera odiosa y yo volteo a verlo, Guao no puedo creer este idiota lo posesivo que es. — No le doy mi teléfono a los empleados; vengo en por la tarde, 5: 00 PM. Y deja de pasarte conmigo Sebastiáncito, ponte en tu lugar.— le digo sonrió y me voy. Que se creerá este idiota, «mi dueño». Es Domingo y voy a casa, mi abuelo está de viaje y paso mi tarde viendo series, Marce viene a casa y luego de contarle los alcances de el idiota ella se ríe. — Hay Maka ya lo hechisaste, y te salió posecivo, tu no eres una Reina como te autoproclamas, eres una maldita bruja, los hechizas a todos.— me dice y reímos... — Jajajaja — no es cierto, Marce; nunca me había pasado eso, es raro.— le digo y ella me hace la pregunta del millón. —¿ Te gustó?¿ Besa rico?— yo solo sonrió y asiento. — Su boca sabe a menta dulce, y a café.— le digo y mi amiga la exagerada dice. — ¡Hay! no, ¡te perdimos! te enamoraste.— me dice ella y reímos aunque yo niegue. °°°° Las clases están algo fuertes, mi ensayó para Stanford está listo y acabo de mandar mi carta, aunque es puro protocolo; pues ayer en la tarde recibí la llamada del decano, invitandome el mismo a su universidad pues no soy una nerd cerebrito, como algunos, pero tengo muy bien promedio y lo mejor en deportes estoy súper. Estoy pensando en estudiar Sociología, pero también quiero estudiar Psicología; mañana tengo un almuerzo con el decano; es amigo personal de mi abu y el se ofreció a ayudarme personalmente; la carta de recomendación es quien me la dara. Son las cinco de la tarde y voy nuevamente ante el ahora sicópata; espero y no sea abusivo. Llegó a su consultorio veo está lleno tiene bastante trabajo, algunos chicos hacen terapias con el, en el Club. Hoy al hacerme la terapia estubo serio y callado; como de mal genio o tal vez tiene problemas; cuando terminó mi terapia, solo me dijo. — Ya puedes irte, Makarena; te espero mañana.— lo dijo serío y aunque en el fondo de mi ser esperaba otro dulce beso; no lo hizo; solo atendió su teléfono y en otro idioma hablaba. En realidad no se mucho de Sebak; solo se que es Fisiatra en rehabilitación, y Fisioterapia. No sé exactamente de dónde es y si es rico o pobre, o donde estudio. Sacudo mi cabeza, no debo de pensar en babosos, ahora debo de enfocar en mi futuro. La reunión con el decano fue excelente; este me ofreció cursar las dos carreras al tiempo; me decoraré un poco más en graduarte pero será fenomenal; tomaré tres clases de cada materia inicialmente y si puedo más. La semana pasa rápido y mi pie está increíble ya creo que hoy es la última terapia; para qué el doctorcito es muy bueno; lo mejor es que es fin de semana y hay fiesta. Bueno; No. En realidad no la hay pero con los chicos nos colaremos en un antro, con identificaciones falsas; que por supuesto yo proveeré, estoy en mi moto ya recuperada, busco a mi hombre, Arnold es un hombre mayor de mala reputación, hace cosas ilegales como por ejemplo identificaciones falsas, droga, armas; entre otras cosas. Lo conocí, hace un año, en una fiesta, fui directa y le hable muy segura y empoderada, este hombre le deslumbró mi seguridad y astucia. Nesecitaba dinero, para su familia, se lo ofrecí y aunque trabaje en otras cositas como las ya mencionadas, ahora es mi esclavo en cositas turbias, nada malo, voy un ángel... Llegó a su puesto de trabajo en mi Harley Davison y me bajo, visto de n***o, y le doy el dinero y el a mi las identificaciónes, nos durarán tres meses. Debemos de cambiarlas par seguridad. Llegamos al sitio, es grande; lo primero que hago es beberme tres shorts de tequila para calentar y haber un repaso del sitio; puedo ver los vip, donde hay algunos hombres haciendo negocios de mala reputación y la parte de abajo llena de jóvenes como yo. Voy a la barra me subo ahí y pido la canción de moda la «noche de anoche, de bab Bunny y Rosalía» bailo como una teibolera, hoy traigo un pequeño conjunto enterizo muy sensual, es color hueso, con mangas pero escotado, se puede ver mis lindos pechos, y pantalón corto, me veo súper sexi también con mis zapatillas altas. Bailo como nunca y me sonrió al darme cuenta, que en la parte de arriba del Club los hombres de los privados dejaron sus conversaciones por verme, la mayoría, hasta se pararon y están en la barranda, viéndome. No siento miedo, aunque se que deben estar llevando negocios nada legales, mis movimientos son sensuales y exquisitos, una niña sola, aprende de todo; pues al no crecer con un modelo femenino y con un abuelito muy trabajador, me interesó el pool dance y como siempre aprendo de todo. Estoy con una gran sonrisa y sin nombrar los tragos que sobran y ellos, los chicos me ven de forma increíble; muerdo mi labio pero la sonrisa seme baja cuando unos ojos verdes profundos me ven con enojo; baja rápido las escaleras desde su privado y viene por mi. — Te bajas ya mismo de ahí, Makarena Gallego. _⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠___🔸___________
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