9

4176 Words

—¡Me vine a disculpar contigo! ¿De verdad? ¿Esto era así? El tono de su voz sonaba diferente y la amabilidad de extender la mano me hizo sentir conmovida de cierto modo. ¡Esto era sorprendente! Nunca imaginé verlo así. —¡Tranquilo! Te perdono, no te guardo rencor. ¿Cómo estás? Tomé su mano y por algunos segundos aquel gesto fue nuestra bandera de la paz. Mi pregunta le sorprendió. Yo también estaba intentando ser amable. Creo que era momento para que ambos aprendiéramos a llevarnos bien, ya había pasado varios días desde que nos vimos por primera vez. —Estoy bien. Asentí. Regino nos estaba mirando. Lalo metió sus manos en los bolsillos de su pantalón una vez que nos soltamos. —¡Lamento haberte lanzado el cuchillo esa noche de la cena! Regino sonrió. ¡La neta si había sido de mis

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD