-No puedo, no debo –intente callar a mi corazón, desvié la mirada de sus ojos
-¿De qué hablas? –me tomó de la barbilla para atraer de nuevo mi mirada
-Es incómodo para mí, ¿podemos hablarlo después? Ahora mismo no sé si hay personas de fiar aquí, no quiero decir algo que ponga en riesgo todo –mentí, tenía que desviar la conversación para despejar mi mente y contener mis emociones.
-Bien, en la cena. Te llevaré a un lugar dónde podamos hablar tranquilamente ¿de acuerdo? –quería escuchar la verdad, pero ¿debía decirlo? No era muy obvio lo que sentía, o más bien él quería escucharlo.
Suspiré, agache la mirada y asentí. Después de eso el silencio invadió la mesa, y unos minutos después Tuck me llevó al departamento.
-¿Qué ocurre cariño? ¿Está todo bien? –Angie estaba preocupada, y ¿cómo n
