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3137 Words
-Hermano, cuanto tiempo sin verte...aver, ¿cuando fue la última vez que te vi?...Ah ya se, fue ayer-dice el pelinegro riendo y abrazando al más alto sobre los hombros apesar de ser aún más bajo que este, el más alto lo miro con el ceño levemente fruncido y cara de poco amigos-Vamos me dirás que no te dio risa-dice el más bajo abriendo los ojos más de la cuenta. -Myke cierra la boca-dice el pelinegro sonriendo un poco. -Ves...viste que si te reiste-dice este señalando al chico mientras las miradas de algunos estudiantes se posan encima del más alto y es que era inevitable, el chico tenía una cara que parecía tachadas por los mismísimos ángeles, ojos negros, cabello largo ondulado, con sus 1'80 de altura y su cuerpo atlético sin exagerada musculatura, tal vez no era Ares Hidalgo, pero estaba bien bueno sin duda. La pubertad le pegó fuerte. -¡¡KENNER!!-grito una chica haciendo que ambos voltearan a verla mientras esta corria hasta los dos chicos, La rubia sonrió y saltó con sus brazos extendidos hacia el mayor-te extrañé demasiado-dijo la rubia abrazada a él chico con una sonrisa, ambos unieron sus labios en un corto pero tierno beso, seguido de eso se separaron y comenzaron a caminar agarrados de manos. -Saben algo si quieren pueden irse a un Motel...digo puedo pasarles los apuntes a ambos no tengo ningún proble...Auh Oye-se queja el más bajo al recibir un manotazo en la cabeza de parte del más alto mientras la rubia reía por lo bajo. -Estas muy guapo-dice la chica mirando sus ojos oscuros y su sonrisa de lado que tanto le gustaba. -Tu lo estás aún mas-y no mentía, la más baja era una chica totalmente envidiable, tenia un hermoso cabello rubio y ojos azules como el océano, sus 1'74 de altura y su figura no tan voluptuosa pero que sin duda le quedaba bien cualquier cosa, inclusive el uniforme del instituto, las rubias nunca fueron su tipo, al contrario no le gustaban ya que el siempre se había sentido atraído por castañas y pelinegras, tampoco le habían atraído chicas de ojos claro solo café. Ojos café. El chico era un prodigio, tenía buenas notas, buenos recursos, buena cara, buen cuerpo e incluso buenos antecedentes y no hablamos de antecedentes penales ya que no tenía, aunque pareciese el chico malo de un fanfic de w*****d, con tan solo 19 años el chico solo había logrado tener dos novias con la rubia incluida claro, En todo le iba bien, aunque en su pasada relación las cosas no salieron como el esperaba. Aún así el chico ahora parecía estar bien, hasta que recordaba su cabello castaño, sus ojos café o hasta su exquisito aroma floral que lo hacía enloquecer. El pelinegro sacudió la cabeza volviendo a la realidad al sentir a la rubia apretar su mano a su costado, la observo con curiosidad-¿Estas bien?-pregunta la más baja recibiendo un asentimiento y una sonrisa segura de parte del pelinegro, esta volvió a mirar hacia adelante sin captar la mirada incómoda del más alto al notar ambas manos tan unidas. "Vamos Kenner no es gran cosa" se repitió mentalmente pues no quería incomodar a la chica a su lado ni hacerla sentir mal, la rubia había sido realmente buena con el, y el estaba feliz junto a ella, o eso quería creer. Ambos llegaron al salón de la chica la cual se despidió del pelinegro de manera cálida y entro a su salón, ambos chicos se mantuvieron en total silencio, el cual era un tanto incomodo pues el chico sabía que al más bajo no le caía del todo bien la rubia-Hoy antes del receso necesito hablar con Tiffany-dice el más bajo rompiendo el silencio, excusándose por que sabía que llegaría tarde al receso. -Esta bien-responde el pelinegro antes de ambos entrar al salón. [.....] -Tu latte frío-dice la pelinegra sonriendo mientras toma asiento al frente de la castaña, quien no había ni siquiera notado su sola presencia al estar tan sumergida en un libro que tenia en sus manos-¡¡TU LATTE FRIO!!-grito la chica haciendo que la muchacha de un respingo y varios alumnos que estaban cerca la miraran con desaprobación ya que estaban en la biblioteca-Lo...lo siento-dice en tono bajo totalmente avergonzada por su comportamiento. -Dios santo Chloe-susurra la chica de al frente tratando de mantener su respiración correctamente-que poca paciencia tienes-dice riendo un poco con su mano en el pecho aún. -Chloe Has visto a Tiffany?-pregunta una voz familiar detrás de la castaña, la pelinegra se pone rígida en su asiento y traga grueso mientras que el chico arquea sus cejas al ver el tan raro comportamiento de la más baja, mira a la chica de al frente y ve cierta familiaridad en su cabello castaño pero luego lo ignora-Chloe.....-dice el chico esperando la respuesta de la chica, la cual aún está de igual manera. Joder. La castaña logra pisar a la chica por debajo de la mesa, haciendo que esta reaccione y tire un chillido acompañado de un asentimiento-Si, esta mañana he venido con ella-dijo aún dolida aunque tratando de disimularlo con profecionalismo. -Bien-el chico asiente y mira nuevamente el cabello de la castaña repitiéndose mentalmente que no era posible-Disculpa por si acaso...¿Nos conocemos?-pregunta el chico aún mirándola. Estaba perdida. -No..no creo-dice Chloe parándose nerviosamente, la castaña se encogió un poco y se levantó bajo la mirada de ambos, aunque ella sabía que no era buena idea en algún momento el lo sabría por lo que se dio vuelta hacia el chico, el cual al verla su rostro se quedó perplejo por unos segundo. Sorprendido. -MALDICION JESSIE, ¿ERES TU?...CUANTO TIEMP...-grito el chico siendo callado al instante por la mano de la castaña mientras recibia malas miradas de parte de los estudiantes que estaban ahí, varios diciendo cosas como " no ven que están en la biblioteca" " ya cierren la boca" "Dios que mal educados son" entre otras cosas. -Dios, ¿como pueden parecerse tanto?-musita la chica por lo bajo. -Bueno ahora que lo pienso....supongo que es por la sangre-dice su amiga sonriendo un poco, la castaña soltó al más alto y volvió a tomar asiento. -¿Cuando llegaste?-pregunta el pelinegro sentándose en una de las sillas, curioso pero emocionado de volver a ver a la chica, ambos solían llevarse demasiado bien, la castaña alzó su vista mirándolo más tranquila y de cierta forma el supo que ella pensaba que el estaba molesto con ella por lo acontecido y por no despedirse pero la verdad es que no lo estaba. El la conocía y sabía que había una razón detrás de todo, y el la quería escuchar aunque sabía que las explicaciones no se las debía a él, sino a su mejor amigo. -Bueno...se podría decir que hace unos dias-dice esta asintiendo y bebiendo un poco de su Latte frío, al instante el celular del mayor sono y este lo cogio en sus manos leyendo el nombre. -Lo siento debo responder-dice llevándose el celular a su oreja mientras la castaña ya podría imaginar de quien se trataba-lo siento aún no la encuentro-dice el muchacho mirando hacia abajo. -¿Me pases el libro?-dice la castaña a su amiga quien asiente y le pase el libro sin protestar. -Nadie y no estoy en ningún lado...adios-dice el chico con nerviosismo logrando colgarle a su compañero con rapidez-se que no quieres que se entere así que esta bien-dice el pelinegro amablemente mientras le guiña el ojo-Perdón pero no puedo quedarme aqui-dice con sinceridad en su rostro, ambas chicas asintieron y sonrieron tranquilas mientras el chico se levantaba y se iba tranquilamente. El pelinegro sale de la biblioteca totalmente feliz de poder haber visto a la chica nuevamente, aunque esta estuviese casada, un sentimiento de amargura cruzó por su pecho al recordar tal detalle, la castaña nunca pudo ser de él, ni siquiera ahora que estaba lejos de Kenner. La vida no era Justa para el. El pelinegro entra al comedor alzando la cabeza para localizar la mesa de su amigo. Sus ojos captaron al grupo de chicos en una mesa de la esquina riendo y comiendo, caminó hasta ellos encontrándose realmente extraño el hecho de que la rubia no estuviese allí junto a sus dos amigas. -Hasta que llegas-dice Kenner mirandolo y sonriendo-ven a comer algo-dice el mayor haciendo un espacio para el más bajo, el cual le hace caso y se sienta a su lado sin protestar-¿Crees que Tiffany no haya venido?-pregunta llevándose unas papas a la boca, recibiendo una negación de parte de su amigo, el cual no puede responder debído a que se encontraba con la boca llena. -Myke...Necesitamos hablar-Llega la morena hasta su mesa y lo mira con seriedad y nerviosismo, los otros chicos se mantuvieron en silencio pero con los oídos captando todo lo que se diga. Myke asintió y se levanto-Ya vuelvo-se excusa con todos mientras mira a Kenner el cual asiente y se queda mirando hacia la nada mientras el chico abandona el comedor estudiantil. -¿Creen que vayan a terminar?-pregunta un chico rubio captando la atención de Kenner quien estaba en el otro lado del comedor. -¿Acaso tenían algo?-pregunta Kenner haciendo que todos lo miren sorprendidos-Solo se acostaban-dice el pelinegro escogiendose de los hombros-Seguro le pedirá matrimonio-dice este haciendo que todos rían incluso el mismo. -Kenner-llamó la rubia de forma seria haciendo que el más alto voltee hacia ella, deje de reír y su semblante se vuelva serio, se encontraba un poco preocupado por la forma tan seria en la que lo llamo, todo estaba bien según el y no había hecho nada malo, que el sepa. [.....] Kenner caminaba con rapidez y notable molestia haciendo que todos los estudiantes murmuraran a sus espaldas con miedo. Pero no era como si le importara realmente. El pelinegro ubicó al chico en su campo de visión y lo agarró para pegarlo de la pared más cercana, sintiendo la rabia en sus venas y total frustración por lo acontecido. Como pudo ser tan idiota al ignorar esa señal. -Dime que es mentira-Dice el pelinegro enojado agarrando a su amigo por el cuello de su camisa del instituto, haciendo que el chico se quede paralizado y sorprendido por su repentino enojo-Vamos Myke...Dime que estoy equivocado y que todos los rumores son mentiras, por favor dime que no es ella y que solo estoy exagerando-dice el más alto apretando su mandíbula. -Yo...-El más bajo se queda en el aire sin palabras, pues era más que obvio que Kenner no estaba equivocado, Era ella, pero no sabía cómo decírselo. -Maldición-masculla el chico por lo bajo y suelta a su amigo con un poco de brusquedad, comenzando a caminar pero siendo detenido por la mano del mismo-Sueltame-dice forcejeando contra el chico pero no consigue soltarse de él-Que no oyes, Que me sueltes dije-protesto más que molesto. Se encontraba frustrado. -Que piensas hacer...¿Buscarla?-pregunta Myke soltando el brazo su amigo. -Si, eso haré...si tengo que buscar en el instituto entero lo hare-confirma, ignorando a su amigo el cual viene caminado detrás de él, siguiéndolo. -Kenner piensa bien las cosas, ¿que pasará con Hanna?-pregunta en tono preocupado. -Mariet le habló a Hanna de Jessie, le dijo un montón de estupideces, por eso quiero encontrar a Jessie, quiero saber por qué está aquí y que busca-dice el pelinegro en un tono de molestia, su corazón saltó de manera desenfrenada al pelinegro mencionar su nombre, ella seguía teniendo ese poder indescriptible en su ser. Seguia estando en su alma. -Espera-Myke se detiene y piensa un momento pero cuando levanta su mirada ya el más alto no está-Dios, ¿por que nunca me escucha?-suspira y mira hacia abajo nuevamente. Kenner camina por el pasillo del instituto hacia la biblioteca, lugar favorito de la que solía ser su amada, el chico acelera sus pasos provocando las miradas curiosas de algunos estudiantes, logra adentrarse en uno de los pasillos del instituto el cual está totalmente desolado y vacío. Una parte de el quería verla, abrazarla y besarla hasta que la misma se diese cuenta de lo tanto que la había extraño, la otra estaba Nerviosa y temerosa de ser herido nuevamente por ella. Disminuye la velocidad de sus pasos y ve a su novia salir de una de las puertas blancas que se encuentran a los lados del mismo pasillo. -KENNER, ¿Adonde vas?-La rubia agarro su antebrazo con firmeza cuando vio al chico frente a ella para que el pelinegro no se alejase por nada y es que era mas que obvio que la más baja estaba muy insegura de la que el chico podría llegar hacer-¿Vas a buscarla cierto?-dice mirando sus ojos oscuro, como si habría leído su mente en ese mismo instante-No lo hagas, por favor Kenner...prometeme que ni siquiera le hablaras, No tienen nada de que hablar-dijo con evidente desesperación e incluso celos en su voz . -No lo entiendes Hanna-Respondio el más alto sosteniendo la mirada de la rubia quien suspiro bajo la mirada dolida del chico-No puedo prometerte eso cuando se que podría romper esa promesa...No puedes entender que no estoy bien, hace 6 meses termine con Jessie, me entere que se iba a casar con alguien más aún estando conmigo y eso me destrozó...Y ahora la odio pero necesito que me diga por que lo hizo, Necesito una explicación concreta del por que me rompió de esa manera cuando no hice nada más que amarla y darle todo-mentia, pues sabía que no la odiaba solo trataba de engañarse el mismo, trataba de autoconvencerse de que ya no sentía nada más que odio por la castaña, la manera en la que habla incluso su mirada era tan deprimente que hasta la misma rubia sentía impotencia desde sus adentros. Odiando de manera fuerte a la castaña por el daño ocasionado hacia su pelinegro. El chico sostuvo a su novia por los hombros con las palmas de sus manos y bajo su cara a la altura de la rubia mirando sus lindos ojos azules-Solo quedate conmigo..no tienes que-la rubia se queda en el aire al ser interrumpida por el más alto. -Prometo que esta será la primera y última vez que la busque-dijo el pelinegro de manera segura, aunque ni siquiera el estaba seguro de mantener esa débil promesa, la cual hizo solo para que su chica estuviese más tranquila. La rubia asintió y miro los ojos oscuros del mayor-Yo no quiero verte sufrir por alguien que no lo merece, no mereces sufrir por alguien como ella....Solo quiero que seas feliz a mi lado-dice la rubia con una mirada suplicante. -Bien, lo entiendo-el mayor volvió a su posición normal y acarició la mejilla izquierda de la más baja haciendo que esta cerrara los ojos ante el relajante tacto de su novio, el cual aun la miraba atento ella, solo a ella. Aunque su mente estuviese en otro lado. Pero algo que el pelinegro aún no sabía era que la chica que solía llamarse suya estaba justo ahí, precensiando tal escena cariñosa y repitiendo cada momento en su mente en el que ambos hacían lo mismo que el hacia, ahora con otra chica que no era ella. Quería decir que su corazón no tembló y que su respiración no paró como siempre lo había hecho cada que veía al chico pero si lo decía estuviera mintiendo. "Tal vez si fui una idiota", se dijo mentalmente repetidas veces y es que la castaña sabía cuanto había hecho sufrir al mayor, que ya no era suyo pero que tal vez, solo tal vez, creía que aún podía arreglar las cosas y ordenar todo el desorden que había hecho ella misma. Por que si había algo que sabía, era que había sido su culpa. Estaba rota pues después de todo, la escena que tenía al frente suyo no le gustaba para nada, la odiaba de sobremanera. Pronto el chico levantó la mirada encontrándose con esos ojos color Cafe que lo habían vuelto completamente loco desde el primer momento en el que la vio y aunque aún el no lo admitía el sabía que aún no se olvidaba de la chica de ojos Cafe. Ella era como su enigma. Su corazón saltó en su pecho, desbocado y descontrolado, sus manos se alejaron de la rubia y por un momento sintió como que la castaña lo estuviese atravesando con la mirada. La rubia levantó su mirada confundida cuando el chico habia detenido las dulces caricias en su mejilla, encontrándose con la mirada sorprendida y dolorosa del chico, quien no la miraba a ella. La más baja dio un giro de sesenta grados y miro a la chica castaña que se encontraba a pocos metros de ellos, entendiendo por fin la mirada de el más alto, Era ella. Era Jessie Williams. Era guapa, sus ojos Café y cabello Castaño completamente lacio, hasta la cintura, un poco más alta que ella, voluptuosa, su piel blanca y delicada como si nunca se había hecho un rasguño y sin falta de acné. Que envidia. Por otra lado la castaña bajó la cabeza y sonrio un poco con evidente amargura, causando un inmenso dolor en el pelinegro, el cual la miraba atento, apesar de saber que la rubia estaba pendiente a sus expresiones faciales, escucho un suspiro de la que solía ser su Novia y la vio levantar la cabeza y dirigir su mirada a la rubia con evidente curiosidad, aunque ya la castaña sabia que ella era su nueva Novia. Los habia escuchado. Sus ojos Café pronto se perdieron por algún punto indefinido y comenzó a caminar, logrando pasar por el lado de ambos chicos y logrando hacer que la rubia se sienta aún más insegura de lo que ya había estado. Por que seamos realistas, la rubia sabía que tal vez Kenner nunca lograría quererla tanto como quiso a Jessie, era obvio gracias a sus expresiones. Mientras que el chico solo sentía un inmenso dolor en el pecho y unas ganas incontrolables de llorar hasta ahogarse en sus propias lágrimas si es que eso era posible. Queria volver atrás, volver a seis meses atras, escucharla, aunque no estaba preparado en ese entonces para escuchar lo que ella debía decirle, tenía miedo de ser olvidado o hasta alejado de la vida de la castaña. Pero la verdad es que justo ahora se sentía como hace 6 meses atrás. __________ La verdad es que espero que hayan disfrutado este Cap y les haya gustado, estaba muy inspirada mientras lo hacía, aunque tuve que borrar algunas cosas y volver a escribir varios detalles más, quiero ser más específica para que nadie se confunda y sea mucho mas fácil la lectura para todos ustedes. Gracias por leer esta historia, les amo❤. Danny B.V
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